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Cumbre de Monterrey 2002

Presidente argentino a Monterrey con equipaje de concesiones

Por VÍCTOR M. CARRIBA

Buenos Aires, 19 marzo (PL) Con promesas de cumplir nuevas condiciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) y una idea para intervenir en el conflicto colombiano, el presidente argentino, Eduardo Duhalde, viaja mañana a México a una Cumbre de Naciones Unidas.
Se trata del estreno en escenarios extranjeros del hombre que el pasado 1 de enero asumió de manera transitoria la dirección de un país envuelto en las llamas de un estallido social que derrumbó a sus dos antecesores en solo 10 días y aún se mantiene sin sofocar.
En la cita de jefes de Estado de la ciudad mexicana de Monterrey, Argentina será percibida como el más alto exponente de deterioro general de un país inmensamente rico que cumplió al extremo durante más de una década con la totalidad del manual neoliberal.
Duhalde asiste a la Conferencia Internacional sobre Financiación para el Desarrollo, organizada por la ONU para tratar, entre otros temas, la cuestión de la pobreza, mal que lacera a más de la tercera parte de los 37 millones de argentinos, unido a un estimado 23 por ciento de desempleados.
Hace una semana el Centro de Estudios Legales y Sociales de esta capital confirmó que este país se encuentra entre las 15 naciones que tienen la peor distribución de riqueza del mundo.
Según esa institución, en los últimos 25 años, y con énfasis a partir de la mitad de la década del 90, se pulverizaron los ingresos de la población de menores recursos y el 20 por ciento de los ricos que en 1974 ganaba 7,8 por ciento más que igual proporción de los pobres, ahora percibe 14,6 por ciento más.
A eso se suma una recesión económica de cuatro años, una reciente devaluación de la moneda nacional y una incipiente inflación que acentúa el ya exiguo poder adquisitivo.
Sin entrar en el análisis de las causas reales de esa situación, el objetivo primordial de Duhalde en Monterrey es insistir en lograr asistencia financiera del FMI, después de casi tres meses de brindar respuestas positivas a las incesantes exigencias presentadas por el organismo de crédito.
Para eso, tiene programadas entrevistas con los titulares del FMI, Horst Kohler, y del Banco Mundial, James Wolfensohn, cabezas visibles de las incesantes presiones ejercidas sobre este país sudamericano en los últimos dos meses.
Además de esas dos reuniones, el gobernante argentino ya tiene cita con el mandatario mexicano y anfitrión de la Cumbre, Vicente Fox, y el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, Enrique Iglesias.
No obstante, Duhalde todavía no ha podido incluir en su agenda un ansiado encuentro con el presidente norteamericano, George W. Bush, con quien coincidirá en Monterrey, para buscar un mayor apoyo de Washington ante el FMI a favor de Argentina.
En esa dirección se inscribe también, de acuerdo con analistas locales, la disposición manifestada por la administración de este país para intervenir en el conflicto colombiano a través del entrenamiento aquí de pilotos de la fuerza aérea de Colombia.
Una propuesta en ese sentido fue presentada en enero pasado por el canciller argentino, Carlos Ruckauf, al secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, y a la consejera de Seguridad Nacional, Condoleeza Rice.
En aquella ocasión, el ministro también ofreció a la Casa Blanca un nuevo voto contra Cuba en la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas.
Pero a pesar de esas concesiones, expertos porteños dudan sobre una rápida respuesta positiva del FMI y en cambio sí dan por seguro que en Monterrey Duhalde volverá a presenciar manifestaciones antiglobalización idénticas a los ya famosos cacerolazos argentinos contra la política económica de su gobierno.

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