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Operación Masacre en Avellaneda

Capital Federal
3 de julio del 2002

LAS NOTABLES COINCIDENCIAS DE LUIS D¹ELIA
CON ANGELOZ, CORACH, MESTRE, STORANI Y MATHOV


En declaraciones realizadas al diario Crónica del 2 de julio pasado el dirigente de la Federación de Tierra y Vivienda (FTV) Luís D¹Elía, refiriéndose a la represión gubernamental de la marcha piquetera del 26/6 señaló: "no descarto una eventual responsabilidad de partidos políticos que buscan derrocar al presidente Duhalde" y puso como ejemplo a la Corriente Patria Libre, agregando que "muchos de los que estaban en el corte el miércoles pertenecían a esa organización".

Mas allá del innegable tinte macartista de estas declaraciones, es de destacar la llamativa coincidencia con otros momentos en que, otros personajes, han acusado también a nuestro partido de desestabilizar gobiernos. Veamos: Corría el año 1995 y el ese entonces gobernador de Córdoba Eduardo Angeloz venía siendo jaqueado por las luchas populares y el repudio de una parte cada vez mas mayor de sus comprovincianos, no tuvo entonces mejor recurso a mano que adjudicarle a Patria Libre la responsabilidad de las movilizaciones en su contra de forma de crear un "demonio"a quién poder reprimir, tratando de esa manera de aislar a los mas opositores y sembrar el temor en los demás. El fin de la historia es conocida: Angeloz se tuvo que ir del gobierno antes de tiempo y terminó preso por corrupto, aunque luego lo salvó el pacto de impunidad con el PJ.

Mas o menos para la misma época el gobierno de Carlos Menem también soportaba el aluvión de protestas en su contra y comenzaba el inexorable desgaste en el apoyo popular que conllevaba el modelo económico-social que nos imponía. A su Ministerio del Interior se le ocurrió entonces ­al igual que a tantos otros- que había que crear un demonio para explicar y distorcionar la justa protesta en su contra. ¿Cuál fue la mentirosa justificación de los conflictos? Patria Libre y otras organizaciones populares buscaban desestabilizar al gobierno. El señor Corach fue mas lejos que Angeloz y nos abrió una causa en contra, la que por supuesto nunca prosperó por no poder sostener con ninguna prueba la acusación que nos hacía. La historia posterior también es conocida: Menem y su Ministro se fueron del gobierno en medio del repudio generalizado y no están presos por los pactos de impunidad del régimen.

Un par de años después el que procedió a las mismas acusaciones fue el tristemente célebre Ministro del Interior de De la Rua cuando la represión del 19 y 20 de diciembre, Ramón Bautista Mestre. En 1998, cuando era gobernador de la provincia de Córdoba y crecia imparable su descrédito y las movilizaciones opositoras, acusó a Patria Libre de desestabilizarlo y de estar poniendo en práctica un plan para sacarlo del gobierno. Parece que el supuesto plan dio resultados porque a los pocos meses perdió electoralmente por paliza la gobernación. Ahora está procesado por la represión y los asesinatos del último acto del gobierno aliancista.

No fue la última vez que intentaron ponernos como los "demonios desestabilizadores", la siguiente corrió por cuenta de Storani y Mathov, los que le explicaron a los argentinos que la represión en el puente de Corrientes por parte de la gendarmería era nada mas y nada menos producto de que "intransigentes" militantes de Patria Libre dirgían dicha protesta. Por supuesto que esa mentira solo pretendía ocultar la criminal acción intimidatoria hacia los que resistían por parte del gobierno de la Alianza, continuada luego en Mosconi y terminada en dicienbre del 2001. El señor Mathov está preso desde entonces.

Ahora tenemos un gobierno desprestigiado, aislado y repudiado por la mayoría de nuestros compatriotas, que recurrió a la represión para mostrar "autoridad" ante sus mandantes del FMI y el gobierno norteamericano, y pretendió ocultar las verdaderas razones de sus actos y adjudicárselas a quienes fueron objeto de la feroz agresión. Como no tiene credibilidad para inventar el "demonio" que supuestamente lo quiere desestabilizar, hace hablar a dirigentes como este ex funcionario de Antonio Cafiero, Luís D¹Elía, que se prestan para ese triste papel.

Puede suceder también, en los días por venir, que el gobierno nacional opte por dejar de hablar por terceros y nos acuse por su cuenta de pretender "derrocarlo". Es importante entonces dejar sentado que nosotros efectivamente creemos que Duhalde se tiene que ir ahora y no en mayo del año que viene; es decir, opinamos como la mayoría de los argentinos de acuerdo a las encuestas que tanto les gustan a los gobernantes de turno. Se tiene que ir y el parlamento debe convocar a una Asamblea Constituyente soberana donde se discuta que sistema político y sobre todo que país queremos.

Esta opinión se sustenta en que nosotros creemos en un sistema político donde los mandatos sean revocables cuando los gobernantes no cumplan con lo que prometieron hacer en su campaña electoral. Es decir cuando engañen a los ciudadanos para ser electos. Por eso dijimos en su momento "que se vaya Alfonsín", luego de que después de haber prometido "levantar las persianas de las fábricas cerradas con el trabajo de los banqueros", se alineó con el poder financiero para seguir quebrando -entre otras cosas- la producción nacional. Y gritamos "que se vaya Menem" cuando luego de prometer "revolución productiva" y "salariazo", destruyó lo que quedaba de la economía nacional, los salarios, la educación, la salud y el empleo, sacrificando al país en el altar de los intereses del gran capital extranjero. Seguimos mas tarde, por cierto, con el "que se vaya De la Rua" porque llegó a la presidencia prometiendo hacer otro país y continuó desembozadamente la obra de Carlos Menem. Y ahora exigimos que se vaya Duhalde, porque al igual que sus antecesores prometió hacer "una alianza con la producción" y reiteró la establecida con los bancos; porque dijo que nunca reprimiría las justas protestas populares y ya hizo asesinar a dos jóvenes.

Nunca vamos a cambiar nuestra opinión de que los gobernantes electos que no cumplen sus promesas y engañan al pueblo se tiene que ir. Solo cuando así sea los argentinos volverán a creer en el sistema político e institucional, volverán en definitiva a soñar que hay futuro.

HUMBERTO TUMINI

Secretario General de la Corriente Patria Libre

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