Marcha del jueves 7 de julio de 2005. Evel de Petrini (Beba)
 
Buenas tardes, compañeros. Las Madres estamos trabajando mucho en diferentes cosas. Estamos proyectando la Marcha de la Resistencia, viendo cómo la haremos. Parece un poco pronto pero no lo es. El tiempo transcurre muy rápido. También estamos organizándonos para la reunión en Mar del Plata, en noviembre próximo, en repudio a la visita de Bush a nuestro país. En noviembre también tenemos el Cuarto Congreso Internacional de Salud Mental y Derechos Humanos en la Universidad Popular. Como ven, quietas no estamos.
 
En los últimos veinticinco años, no sólo se endeudó y se empobreció el país hasta su total desmantelamiento, sino que ocurrió una larga historia de crímenes, impunidad, corrupción, negociados, coimas, contrabando de oro y armas, compra-venta de leyes, y toda una festichola entre gobernantes y los amigos del poder. La lista es larga y conocida, pero todos zafaron con la complicidad de jueces de servilletas y la Corte adicta.
 
Hace diez años se inició la causa por el contrabando de armas a Ecuador y Croacia. Estuvieron procesados y detenidos Menem, como jefe de una asociación ilícita, y varios de sus ministros y asesores. Todos quedaron en libertad. Ahora vuelven a procesar a Emir Yoma por contrabando agravado, pero el pájaro ya voló, seguramente a Siria, allá donde también tendrá que volar Menem por más que se postule a senador.
 
Sigue la inflación, mes a mes. Para cuando los salarios dan un paso, los precios se adelantaron dos. Alcanzar la meta de 50 y 50 entre el capital y el trabajo es una verdadera utopía.
 
Una quimera es que las Naciones Unidas le pida al Grupo de los 8, los países más ricos del mundo, que se acuerden de los países pobres. Están pidiendo que los zorros les den de comer a las gallinas. Sabemos de antemano, que la cumbre de los poderosos que se reúnen este año en Escocia tiene como finalidad discutir cómo seguir esquilando al resto del planeta y quién se queda con la mayor tajada.
 
Soplan vientos para que el gobierno se despegue de Duhalde y de toda su banda de estrellas. Sería bueno para la salud de la República.
 
Los diputados y senadores hace más de cuarenta días que no sesionan. Total, para ellos en el país no pasa nada, no hay nada urgente ni serio que tratar. Sólo están dedicados a las próximas elecciones, peleando las internas y los lugares para más de lo mismo. Pocas caras nuevas. Y ni hablar de proyectos de cambio. Es lamentable ver a algunos que se candidatean. Si el tema no fuera tan serio, pasaría de grotesco.
 
Aunque seamos reiterativas, es importante pedirles a los que votan, que no lo hagan al boleo, que piensen, que analicen. No va a ser fácil, porque no hay propuestas. Los candidatos sólo se dedican a descalificarse entre sí y desprestigiarse, pero planes a realizar y cómo hacerlos no presentan.
 
Estamos por celebrar un nuevo año de la Independencia, pero, ¿de qué independencia? Para poder llamarnos independientes, primero deberíamos liberarnos del sometimiento del imperialismo. Para ello es imperativo cambiar el sistema político que acabo de describir. Empecemos por lograr una democracia participativa. No claudiquemos, compañeros.
 
Hasta el jueves que viene.
 
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Hipólito Yrigoyen 1584, Buenos Aires, Argentina (1089