Marcha del jueves 28 de abril de 2005. Hebe de Bonafini.

Es muy lindo ver a tantos compañeros que se han acercado por la fecha. A Diego Vallaro, de Misiones, que fue del Grupo de Solidaridad durante tantos años y que se vino desde allá; no sé cómo habrá hecho para venir, si a pie o en camión o a dedo, porque sé que plata no tiene. Pero está, al igual que el compañero De Aro, que viene de Bariloche. En realidad para nosotros es muy emocionante que la gente que está siempre a nuestro lado, que nos ha acompañado, esté hoy aquí, este jueves. Que es un jueves más, pero que como está tan cerca del 1º de mayo y está tan cerca de tantas cosas que están pasando.

El 5 de mayo yo voy a dar una conferencia en la Feria del Libro. El título de la conferencia es "Tomar la vida en nuestras manos". Y les vamos a explicar cómo hicimos y cómo luchamos para tomar la vida en nuestras manos y no abrirlas nunca para que nadie nos las quite.

Por otra parte, quiero agradecer al señor Presidente, que nos ha enviado una carta por el 30 de abril, en la que nos pide que continuemos la lucha radicalizada.

Yo estoy llegando de México, donde se hizo un Tribunal Juárez para condenar los crímenes de Estados Unidos, sobre todo contra Cuba, con once jueces. A mí me tocó ser parte de ese Tribunal durante cuatro días de trabajo. Creo que esta Plaza y lo que va a pasar el sábado, con las mujeres que vamos a trabajar durante todo el día para discutir. Esto es un hecho histórico y es algo absolutamente nuevo en las Madres: convocar a mujeres para discutir tres problemas bien calientes: lucha antiimperialista, lucha de clase y/o de género, que no es poca cosa; y la unidad latinoamericana, empezando por la unidad de aquí adentro.

Y hoy, qué se yo, se me llena la cabeza de ideas, de pensamientos, y cuando estuve leyendo cosas de Tosco, porque estamos preparando octubre el tema de Tosco, que es un tema tan caliente, lo uní enseguida con el 1º de mayo, un 1º de mayo lleno de actos inconsistentes, en donde no se van a tratar los temas como lo hacía Tosco. Y como lo hacían nuestros hijos. El 54 por ciento de los desaparecidos son sindicalistas, son trabajadores, son hombres que querían otro sindicato. Son hombres que peleaban de otra manera y que los mismos dueños del poder, los burócratas, los señalaban para hacerlos desaparecer. Por eso hoy esta Plaza tiene que tener un recuerdo muy fuerte del 1º de mayo, para que vuelvan a empezar de nuevo esa garra y esas ganas de lucha de los trabajadores, que no tenga que ver sólo con los sin trabajo, que alguna vez los que hoy tengan trabajo también se decidan a formar nuevos sindicatos, porque si no se deciden a tener nuevos sindicatos más claros, más fuertes, más dedicados a la lucha de los trabajadores, va a ser muy difícil que los trabajadores tengan lo que tienen que tener.

Para nosotros este jueves es un jueves más, es uno de los tantos jueves que nos convocan y en los que sentimos con tanta fuerza la vida de nuestros hijos, que habitan esta Plaza, de verdad. Por eso los compañeros que están aquí son los de todos los jueves. Los compañeros que como Ricardo, que viene de lejos y no sé qué tren toma pero él siempre llega a tiempo; los compañeros que vienen a grabar; los compañeros como Alberto y Eduardito, que son los encargados de que este micrófono tenga pila y la bandera de las Madres esté bien guardada y que se estire bien y que quede linda, y que traen la mesa y los libros. Esta Plaza no se hace sola. Nada hacemos solas las Madres. Los que vienen, los que están y los que desde la Universidad y los lugares más cercanos a nosotras, trabajan para que esta Plaza pueda ser cada jueves, sin que decaiga, cada jueves con un lujo importante. El jueves pasado vino un compañero de Ecuador, que le dio otra luz a la Plaza. Y hoy, aquí, en este lugar, con los compañeros que han llegado de otros lugares para saludarnos, para acompañarnos hoy y este sábado, en el que tenemos tantas expectativas por este hecho histórico, que va a quedar grabado, del cual queremos sacar un documento, para ver si podemos empezar a discutir las mujeres.

Por ahora mujeres, por eso de que las Madres. pero no por feminismo. En la próxima también habrá hombres, que las Madres invitaremos al igual que a las mujeres. Elegimos mujeres no porque pertenezcan a tal lugar, pero sí por luchadoras; no vienen en representación de tal o cual piquete, de tal o cual asamblea, pero vienen porque luchan en el piquete y luchan en la asamblea. Y en la próxima reunión que hagamos, también histórica, también habrá hombres y mujeres, porque de feministas las Madres tenemos muy poquito. Porque algunos hombres me dijeron "¿y los hombres, dónde vamos a estar?" Y yo les digo, bueno, esta vez ayudarán y la próxima también será con ellos.

Así que, por nuestros hijos cada vez con más fuerza; por la revolución con la que ellos soñaron; por el socialismo, al que sentimos cada vez más profundamente en nuestro corazón; por Fidel, que se pasó con lo que le dijo a Fox, y yo vengo de México, y el presidente de México no dijo ni "mu" ni se animó a contestarle; por Chávez, que nos da tanta esperanza; por los uruguayos; por los compañeros que están peleando con Lula para que éste se tire más para el lado de los Sin Tierra. Y por nosotros, que aquí también tenemos mucho que hacer.

Para los que vienen el sábado, los esperamos; para los de hoy, les decimos, como siempre, hasta el jueves, donde se produce el único y el verdadero milagro de la resurrección, porque nuestros hijos, de verdad habitan esta Plaza, con sus vidas, con sus sueños y con sus esperanzas.

Gracias.