Las Madres junto a los estudiantes que mantienen
tomado el Rectorado de la UBA
En un multitudinario acto frente al Rectorado de la Universidad de Buenos Aires -donde funciona el Consejo Superior, y desde donde se legitiman y aplican las políticas de ajuste en la UBA- las Madres de Plaza de Mayo llevaron la voz del pañuelo blanco sin medias tintas: solidaridad con los estudiantes de Sociales que mantienen tomado el edificio.
El día jueves 24 de octubre, a las ocho de la noche en punto, una delegación de Madres de Plaza de Mayo encabezadas por su presidenta, Hebe de Bonafini, se hizo presente en el acto de solidaridad con los estudiantes de Sociales que mantienen tomado el edificio del Rectorado de la Universidad de Buenos Aires en demanda de un petitorio que expresa el mandato de una asamblea universitaria y que reclama el cumplimiento de "cinco puntos": edificio único para Sociales (que actualmente tiene dividida su facultad en dos sedes, M. T. de Alvear y Parque Centenario, lo que ocasiona serios inconvenientes), no a la intervención de la carrera de Sociología, desprocesamiento de los compañeros estudiantes, aumento del presupuesto universitario y mayores partidas para becas de estudio.
Aplaudidas por todos los estudiantes y recibidas con un caluroso "Madres de la plaza, el pueblo las abraza", las Madres fueron invitadas a sentarse en las cómodas y lujosas sillas que posee el edificio del Rectorado, mientras en las facultades faltan los pizarrones y no hay tizas para dar clases. Abrazadas de cientos de jóvenes sentados en las escaleras y el piso, incómodos y visiblemente cansados por estar durmiendo sobre el piso o la alfombra, las dos Hebe, Porota, Beba, Juanita y Marta escucharon atentas los reclamos de los estudiantes, la lucha que vienen dando por una educación mejor e intervinieron en la discusión generándose un intenso y hermoso debate. Ahí, en el hall anterior a las escaleras que conducen al espacio en el que sesiona el Consejo Superior de la UBA, las Madres preguntaron a los jóvenes cómo se estaban organizando, cuántos estaban yendo, qué pensaban de la situación y cómo continuaría. También ahí, ofrecieron su solidaridad revolucionaria de todos los días. Sucede que las Madres habían llegado a horario, pero para comenzar con el acto había que esperar a que una inmensa columna de estudiantes y docentes, salida desde Sociales, se hiciera presente.
Pero la espera valió la pena. Las Madres utilizaron todo ese tiempo para ofrecer su mirada sobre la realidad, para pensar en voz alta junto a los estudiantes y llevar a los jóvenes sus palabras y acciones de cambio radical y profundo.
Al igual que con las fábricas recuperadas por los trabajadores, las Madres fijaron ante los estudiantes su radical posición de combatir al enemigo y no sentarse en su mesa a dialogar ni entrar en las trampas que propone, tales como las "comisiones negociadoras" ("la Universidad, sin los rectores y los directores puede funcionar, con profesores y estudiantes. Lo que no puede funcionar es sin estudiantes y sin profesores. Y esto es la demostración más clara, como las fábricas que pueden funcionar sin patrones, porque las fábricas las hacen funcionar los trabajadores...", señaló Hebe de Bonafini en uno de los momentos más celebrados por todos los presentes). De esta manera, se diferenciaron de algunos buenos progresistas, entre quienes se encuentran referentes de organismos de "derechos y humanos", que intentaron "dialogar" con los estudiantes sin aceptar la modalidad de la toma del edificio, por considerarla "violenta" o por "salirse de las formas", convirtiéndose en "la voz del rector" frente a los estudiantes considerados semanas atrás "violentos y barras bravas".
Algunos minutos después de las nueve de la noche, con la presencia de cientos de estudiantes y docentes de Sociales, pero también de otras facultades, algunas asambleas populares, organizaciones de izquierda, estudiantiles, sectores piqueteros y las Madres, el acto estaba a punto de comenzar. Laura Pouzo, presidenta del Centro de Estudiantes de la Facultad de Ciencias Sociales, fue la primera oradora. Al cumplirse el octavo día de la toma, la presidenta del Centro de Estudiantes de Sociales sostuvo que con la toma del Rectorado "empezamos a abrir un camino y lo seguimos. Dijimos que queríamos discutir con todos los sectores qué tipo de Universidad necesita este país, dijimos que íbamos a poner en tela de juicio cuál es la construcción que necesita nuestro país de esta Universidad pública, que tiene que empezar a dejar de ser formalmente pública y tiene que construirse con los sectores populares discutiendo qué es lo que necesitamos y qué es lo que necesitan de nosotros como estudiantes (...) Muchas veces, durante estos años de resistencia en la Universidad y de pelea contra la Franja Morada y un proyecto que todavía sigue funcionando, ese proyecto que le da la espalda al pueblo y que quiere poner a la Universidad arrodillada a los intereses de las grandes empresas, dijimos que estábamos construyendo otra Universidad. Empezamos a construirla con la toma y empezamos a fortalecerla demostrando que es posible pelear por otra Universidad con los sectores que dan esta batalla y que pelean todos los días por cambiar este país".
Más tarde, saludó la presencia de sectores lejanos -en la práctica- a la Universidad aunque muy solidarios con ella, sus estudiantes y sus docentes, agradeciendo la "presencia de los compañeros que no sufren diariamente la vida universitaria, pero que entienden que es parte de la pelea por la construcción de otro país y de un cambio social", en una clara referencia a los sectores piqueteros presentes y solidarios con la toma.
A su término fue Hebe de Bonafini quien, en representación de las Madres de Plaza de Mayo, tomó la palabra y sostuvo que "estamos convencidas las Madres que los estudiantes junto con toda la gente que hoy ha tomado otro camino, porque se hartó de los políticos, se hartó de las falsas promesas, de las traiciones, del robo y de la mentira. Y los jóvenes les están demostrando que la Universidad tiene que funcionar como ellos quieren, y que los ‘cinco puntos’ no los van a negociar, y que somos muchos los que vamos a apoyar todos los días que sea necesario estos puntos que los estudiantes piden. Estamos convencidas que muchos otros lugares y muchas otras facultades se van a unir, porque esto no es un problema de Sociales, esto es un problema de la educación, y la educación está en manos de gente que no entiende nada de los jóvenes, que no quiere a los jóvenes porque ellos se sienten viejos, y todos aquellos que no les importa lo que quieren, lo que aspiran y lo que sueñan los jóvenes no pueden estar al frente de la educación".
Más tarde, Hebe terminó su intervención comparando el ejemplo revolucionario de los hijos de las Madres con la lucha que están dando los estudiantes de Sociales por la construcción de una Universidad popular y al servicio de los intereses de los sectores populares, cuando dijo que "la rebelión viene llegando con la toma, la rebelión está activa, la resistencia está demostrada, las ganas de transformar están en la juventud, y les decimos las Madres que cada vez sentimos con más fuerza que nuestros hijos viven en ustedes y en sus sueños revolucionarios".