20 de noviembre del 2002
Las Madres con los trabajadores del supermercado Tigre
"Hoy, más que nunca, el país está
en nuestras manos"
Madres de Plaza de Mayo
Hebe de Bonafini viajó a Rosario el 6 de Noviembre, y conoció
de cerca la lucha de los trabajadores del Supermercado Tigre, en el centro de
esa ciudad. Además de una charla en la universidad, asistió a
una asamblea de trabajadores de supermercados. La actividad se suma al decidido
apoyo que las Madres comprometieron a los obreros de Zanón, a las asambleas
barriales y a todas las medidas revolucionarias que el pueblo a optado para
resolver sus urgencias de hambre y desempleo.
"Yo creo que hoy, más que nunca, el país está en nuestras
manos, la gente no se da cuenta cuánto es así, ya no en las manos
de los atorrantes, de los ladrones, sino en nuestras propias manos", razona
Hebe de Bonafini en un intermedio de su incesante actividad.
En tono reflexivo, con la mirada serena centrada en la luz roja del grabador,
la presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo evalúa
así la actual situación política por la que atraviesa el
país. La conclusión de Hebe tiene que ver con su último
viaje, esta vez a la ciudad de Rosario, en la provincia de Santa Fe. Allí,
la titular de las Madres visitó el Supermercado Tigre, en pleno centro
rosarino, tomado desde hace algunos meses por sus trabajadores.
"El sindicato de los empleados de comercio de Rosario fue fundado por un anarquista.
Ahora lo tiene la derecha; sin embargo, se formó una comisión
interna que no pertenece a partidos políticos pero que es de izquierda,
que es la que llevó adelante todo la lucha del Supermercado Tigre. Además,
yo les propuse a los que vinieron a una asamblea que hicieron, que eran muchos
empleados de supermercados que estaban en negro, que formaran un sindicato de
trabajadores en negro", relata Hebe en un cuarto de la sede de las Madres, mientras
los pasillos de la Universidad Popular son recorridos por un rumor de estudiantes-compañeros
que vienen y que van.
El Supermercado comunitario Tigre es otra de las expresiones de lucha de este
pueblo que ha comenzado a resolver sus problemas de hambre y falta de trabajo
a su manera, sin permisos ni venias oficiales. Un centenar de trabajadores desocupados
decidieron invertir colectivamente sus Planes Trabajar y repusieron en funcionamiento
este supermercado, brindándoles la posibilidad de comercializar sus productos
a quinteros, pequeños productores independientes y hasta discapacitados
mentales que abrieron una fábrica de artículos de limpieza.
"Lo maravilloso de todo esto es que empezaron con algo chiquito, pero cada vez
fueron llevando más atrás las góndolas porque crecieron.
Tienen una playa de estacionamiento, que también les proporciona ingresos.
Arriba hay un comedor para 600 personas completo, con cocina y todo, que tienen
ganas de ponerlo a trabajar. Están viendo de hacerlo con otra gente,
pero lo más importante es cómo funciona el supermercado", continúa.
Enseguida, agrega que "Lograron incorporar un centenar de huertas orgánicas
y productos artesanales desarrollados por los propios gobiernos municipales.
Porque los gobiernos qué hacen: van, les dan para microemprendimientos
y después los dejan solos, no les dan más nada y todo se va muriendo.
Entonces, ellos, a través del supermercado, pueden vender lo que producen,
lo reinvierten y así van creciendo".
En su relato, Hebe resalta que "la población los ayuda muchísimo.
El barrio les compra todo. La luz se las da el sindicato de comercio. Y en el
sótano tienen un teatro, donde los estudiantes están haciendo
un centro cultural. Allí hacen obras de teatro, reuniones, están
armando una biblioteca. O sea que es un emprendimiento extraordinario y que
entusiasma" La revolución está aquí
"Ellos me decían: 'Nosotros vamos a pedir que lo expropien'. Y yo les
dije: 'Compañeros, ya está expropiado, a quién le van a
pedir, ża Reutemann? Ustedes no se dieron cuenta y lo hicieron. Ya está.
La expropiación es de hecho. Es un acto revolucionario, al mejor estilo
socialista. Aunque ustedes no se den cuenta, esto es así', les dije y
ellos se quedaban todos así, con la boca abierta. No lo habían
pensado por ese lado", se ilusiona Hebe y tiene razón. La envergadura
de los proyectos que ha puesto en marcha el pueblo, y sobre todo la autonomía
respecto de los partidos políticos del sistema y demás mediaciones
de la burguesía, les dan a las tomas de fábricas y edificios abandonados
un carácter profundamente revolucionario. Con el Supermercado Tigre logra
completarse el ciclo entero de la producción: el que corresponde a la
comercialización. Además de la clínica tomada por sus trabajadores
en la Capital Federal, que pretende instituirse en obra social para todos los
trabajadores de fábricas ocupadas, la lucha de los obreros del Tigre
testimonia un salto cualitativo en la estrategia de control obrero sobre la
producción: la lucha se encamina a obtener cada vez mayor independencia
de clase.
La pormenorizada narración de Hebe incluye una mención a la lucha
que los empleados del Supermercado Tigre emprendieron al enterarse de lo que
les sucedía a sus compañeros de la cadena Coto. "Había
un comunicado que decía que los compañeros trabajadores tenían
que permitir que se los cachee, -describe la presidenta de las Madres- que se
los revise, que se saquen los zapatos, las blusas, la camisa, el pantalón,
el calzoncillo y la bombacha, que se den vuelta y los revisen por atrás
y por delante, y que los toqueteen como quieran, por donde quieran. Los compañeros,
cuando recibieron este comunicado, se metieron en Coto con bombos por un rato,
se entusiasmaron y se quedaron todo el día. Y Coto, para el Día
del Niño, no pudo vender un peso, porque los compañeros le ocuparon
el supermercado. Y con eso ganaron que se sacara esa maldita ley o comunicado,
como le quieran llamar, que querían imponerles a los compañeros,
de degradación", expresa.
Lo que viene
Entre los logros de los compañeros del Tigre, Hebe menciona el vale "para
viajar gratis en todos los colectivos y el vale de comida, o sea que los compañeros
también pueden comer allí, se cocinan y comen ahí". Además,
cuenta que "ellos ganan entre 200 y 220 pesos por mes, porque el resto lo reinvierten
y también porque les compran cosas a otras empresas, quiero decir, cosas
de marca. No venden sólo lo que hacen ellos mismos, sino que tienen cosas
de marca que ellos remarcan con muy poco margen, que les da muy poca ganancia".
Según Hebe, la intención de los trabajadores del supermercado
es "seguir creciendo. Tienen relación con las asambleas populares de
Rosario. Además están tratando de vender calzado. Le ofrecieron
a la gente de Zanón tener allí alguna representatividad. Ellos
están tratando de llegar a todos los emprendimientos para que vendan
allí, en el supermercado. Y la gente los ayuda porque les compra. Pero,
claro, no están muy difundidos, porque los medios no quieren que se difunda,
imaginate: el día que se inauguró se vació todo, tuvieron
que comprar todo de nuevo. El entusiasmo de la gente era muy grande, por haber
logrado todo esto entre todos, porque realmente lo lograron entre todos: los
vecinos y los trabajadores".
Enseguida, la presidenta de las Madres enumera que "ellos aún no tienen
cámaras frigoríficas grandes porque sino venderían pescado,
que ahí hay mucho. En fin, están viendo todas las formas de apertura
y las pautas para que esto crezca, para que haya muchos más trabajadores
y para que vaya toda la gente, ellos no le cierran la puerta a nadie".
"Ellos están muy entusiasmados y la verdad es que tienen motivos para
estarlo. Vine muy contenta. Como lo de Zanón, esto es un laburo muy grande,
con mucha perspectiva, porque hay muchos supermercados y pequeños comercios
que están cerrando, y me parece que este ejemplo hay que tomarlo muy
en cuenta y ver cómo va a seguir, porque esto sigue", augura con mucha
esperanza en la voz.
"La gente que vive en el socialismo vive feliz"
El viaje a Rosario tuvo otra particularidad. Además de la presencia junto
a los trabajadores en lucha del Supermercado Tigre, Hebe brindó una importante
charla junto a Sergio Schoklender, secretario administrativo de la Universidad
Popular de las Madres, con motivo del muy próximo primer Congreso Internacional
de Salud Mental y Derechos Humanos, convocado por las Madres. "Hicimos una charla
en el patio de la universidad de Rosario, porque no cabía la gente. Fue
increíble. Allí también vinieron los del supermercado Tigre",
detalla.
Para terminar, la presidenta de las Madres se apasiona y arriesga una definición
para cuando el Congreso finalice: "En la charla quedó claro que es el
capitalismo el que trae la alienación y la locura, y que la gente que
vive en el socialismo vive feliz, vive contenta y no tiene todos los males que
tenemos nosotros. Eso está clarísimo y creo que de este Congreso
tiene que salir esa conclusión", enfatiza.