27 AÑOS DE LA PRIMERA RONDA DE LAS MADRES EN PLAZA DE MAYO

Hugo Presman
Argenpress.info*

Las inclemencias de un tiempo histórico funesto las arrancó de las cocinas y las precipitó a la vida pública. Amas de casa en su mayoría, golpearon infinitas puertas que se cerraban a su paso.
Las instituciones tradicionales- las fuerzas armadas, la iglesia, la justicia, los partidos políticos- salvo honrosas excepciones personales, le dieron la espalda. Aisladas por la indiferencia, pero unidas por el dolor insuperable de las pérdidas de sus hijos, se apoderaron de la Plaza donde los argentinos expresan tradicionalmente su voluntad política. En el largo tiempo en que la Plaza permaneció vacía, ellas la ocuparon todos los jueves con sus dolores y esperanzas. Se identificaron con un pañuelo blanco en medio de la noche más negra del país. Sus pies cansados gastaron las baldosas alrededor de la Pirámide. Sus manos buscaron respuestas en un país sumido en el autismo y la sordera. Fueron calificadas ' Las Locas' por los que se autoproclamaron 'derechos y humanos'.
Su inclaudicable lucha nacional e internacional erosionó la fortaleza de la más salvaje dictadura. Esas mujeres débiles y desprotegidas constituyen una de esas sorpresas con que la historia gratifica, la repetición bíblica de David venciendo a Goliath.
Desde hace 27 años, esos rostros doloridos y al mismo tiempo alegres y esperanzados con la vida, están en cada acto, en cada manifestación en que se reivindica un derecho, o se reacciona contra una injusticia. Aunque la Señora de ojos vendados les resulta esquiva, jamás propiciaron la justicia por mano propia.
Protagonistas involuntarias de una tragedia argentina, encarnan con su accionar y presencia aquella expresión que Shakespeare puso en uno de sus dramas 'La lucha contra la muerte y el olvido'.

* Hugo Presman es periodista.