Henry Boison, luchador del pueblo de Haití
Compañeras, compañeros argentinos y de Latinoamérica y del mundo. Ante todos
quiero agradecer a las Madres de Plaza de Mayo por haberme dado la posibilidad
de estar hoy con ustedes aquí.
Es un honor estar entre tantos compañeros que luchan, entre tantos compañeros
que luchan en distintas partes de la República Argentina y de América Latina,
y yo lo digo de todo corazón, en agradecimiento especial a la presidenta de
Madres de Plaza de Mayo Hebe de Bonafini, que en Venezuela, cuando hablé con
ella, me dijo que iba a estar presente la voz de Haití, y aquí cumple. Gracias,
Hebe.
A Haití se lo conoce generalmente como el país más pobre, sin embargo no dicen
que es el primer país independiente en Latinoamérica. La primera revolución
y la única revolución antiesclavista victoriosa en la historia de la humanidad.
Un país que prestó ayuda a Simón Bolívar en Venezuela. El presidente mandó seiscientos
haitianos para ayudar a la emancipación de Venezuela y de otros países hermanos,
sin embargo se lo olvida. El imperialismo norteamericano ha transformado a mi
país en una perfecta neocolonia, a partir de una Intervención militar de 1915
a 1934 y es la causa fundamental de la miseria del pueblo haitiano.
Este mismo imperialismo masacró a las afganos y después al pueblo de Irak, pero
que ahora está recibiendo su merecido. Es ese mismo imperialismo que durante
más de cuarenta y cuatro años está bloqueando la revolución cubana, pero sin
poder tumbarla. ¡Viva Cuba!
Es ese mismo imperialismo que pretende ahora por el Plan Colombia frenar el
avance de las fuerzas revolucionarias alzadas en armas, y también fracasaron
compañeros.
Aprovecho la oportunidad para rendir también un homenaje al pueblo argentino,
que el 19 y 20 de diciembre del 2001 supo echar al lame botas de Fernando de
la Rua y a Cavallo.
También saludo al levantamiento popular en Bolivia, que echó a Gonzalo de Lozada
y por qué no, compañeros, frente a tantos sucesos que están sucediendo en el
mundo y en América Latina: ¡No pasarán! Y lo vimos en el 2002, en Venezuela,
cuando quisieron derrumbar el proceso revolucionario bolivariano y ahí, en Venezuela,
los compañeros están gritando, y con razón, ¡Chávez no se va!
Y ahora les digo, compañeros, y si ahora llegan a tocar a Cuba, América y el
mundo se levantan, y si llegan a tocar a Venezuela, América y el mundo se levantan.
Hasta la victoria siempre, y fuerza y adelante.
Aldo Gorostiaga, eurodiputado vasco, País Vasco
Compañeros y compañeras, vivan los pueblos en lucha. Vengo en mi condición de
vaso a este acto que me honra, por cuanto aquí habéis demostrado ejemplarmente,
durante años, la indignidad que supone el no rebelarse a tiempo contra la injusticia.
Las víctimas del Terrorismo de Estado que ha sufrido Argentina claman desde
estas imágenes (las fotos con los rostros de los desaparecidos), que
hay que decir nunca más esto puede ocurrir, ni aquí ni en ningún lugar otro
del mundo.
Vengo a abrazar a las Madres de mayo, que han sabido dar un ejemplo de un pueblo
en lucha y que con la lucha al final se gana.
Vengo aquí tras haber estado esta mañana en una comisaría, aquí en Buenos Aires,
donde está nuestro compañero… (Josu Lariz Iriondo), perdonen, se me ha
olvidado el nombre, es que estoy muy emocionado.
Esta mañana he estado con él y me ha dicho que en estos momentos quiere que
transmita en su nombre la emoción que le ha dado ver la respuesta popular de
este pueblo, que ante un vasco desconocido, que fue secuestrado y traído desde
Uruguay, por un decreto de su presidente de gobierno, señor Batlle, a las órdenes
del gobierno de Madrid, sin ningún tipo de garantías, tras haber ganado dos
juicios en que la jurisdicción uruguaya decretó que no había lugar a la extradición.
A Josu lo tenemos en estos momentos y pasarán meses. Yo os pido que lo que habéis
demostrado hasta ahora, que es ejemplar, se mantenga vivo durante los próximos
meses. Yo os pido que así como nuestro pueblo está en lucha y en la lucha nos
encontramos, sabéis que si mantenemos la bandera alta de la dignidad, de no
jamás aceptar la indignidad de la justicia, sabéis que al final ganaremos. Los
vascos tenemos mil años de resistencia, todavía sobrevivimos. Vosotros también,
unidos en la lucha, ganaréis.
¡Vivan los pueblos en lucha, viva Argentina libre!
Eduardo Fachal, ex trabajador de la empresa Mercedes Benz, actualmente Daimler
Chrysler, Argentina
Buenas tardes, compañeros. Los compañeros ex trabajadores de Mercedes Benz,
venimos a denunciar en esta Plaza a la empresa Daimler Chrysler, porque hace
pocos días la fiscalía de Nuremberg cerró la causa por los desaparecidos de
Mercedes Benz, utilizando la misma frase del dictador Videla, diciendo de los
desaparecidos no están ni vivos ni muertos y que pueden aparecer después de
veintiséis años.
Este informe que presentó Christian Tomuschat, pagado por la empresa Daimler
Chrysler días antes, también está lleno de mentiras y contradicciones, porque
dice que la empresa no es responsable de las desapariciones pero dice que cooperó
con los servicios de inteligencia. Yo me pregunto: ¿cómo se puede no ser responsable
y cooperar al mismo tiempo?
Ese informe dice de mi compañero de comisión interna Esteban Reiner, que era
un agitador. Eso en esa época significaba condenar a muerte a una persona. Pero
le decimos a la empresa, le decimos a la fiscalía, que nosotros vamos a seguir
siendo agitadores mientras haya explotación, hambre y desocupación.
También queremos condenar a los políticos que se reciclan, a los Ruckauf, a
los José Rodríguez, que en el año setenta y cinco nos acusaban de guerrilla
industrial a través de solicitadas en los diarios, y son los mismos con complicidad
de las patronales que están ahora pidiendo mano dura como el presidente de la
UIA. Son los mismos que nos acusaban a nosotros de agitadores.
Por eso, compañeros, queremos aprender la lección y la lección que nos han dado
las Madres de la Plaza de Mayo, de que la única lucha que se pierde es la que
se abandona. Por eso nosotros no vamos a abandonar la lucha. Ya que hoy estamos
protestando contra la deuda externa queremos decir, que la empresa Mercedes
Benz Argentina, en la época de Cavallo, transfirió su deuda privada por 92 millones
de dólares a la deuda externa que tenemos que pagar todos, Eso y el 1% que le
pagaban al SMATA para erradicar los elementos perturbadores que había en las
fabricas sirvieron para engrosar las cuentas de los burócratas que hoy están
reciclados en este Congreso.
Por eso, compañeros, queremos decirles a todos los trabajadores que formaron
parte de comisiones internas, delegados, activistas que estaban en esa época,
que nos juntemos nuevamente, para condenar a los patrones que son los mismos,
para condenar a los burócratas que son los mismos, y a los políticos que se
reciclan, por que Ruckauf firmó cuando era Ministro de Trabajo el despido de
117 compañeros de Mercedes Benz, de los cuales quince están desaparecidos.
Nada más, muchas gracias, compañeros, y gracias a las Madres de Plaza de Mayo.
Hugo de Mello, de ANCAP, Uruguay
Salud, compañeras y compañeros, en primer lugar quiero decir que es, para mí,
un honor poder estar aquí junto a ustedes, en esta movilización que todos los
años realizan. Convocados por estas mujeres que son un ejemplo de lucha, de
dignidad y de esperanza y por qué no, hay que decirlo, de lucha por el socialismo,
compañeros, porque por esas ideas murieron tantos compañeros, por esas ideas
dieron la vida tantos compañeros. Hay momentos en la vida de los pueblos que
no son los más propicios para luchar por el socialismo y esos son, precisamente,
los momentos en los que más hay que luchar, compañeros.
Es un honor, para mí, estar aquí, junto a los hermanos latinoamericanos. Aquí
está la pelea eterna, de ese pueblo que es un faro de América latina, que se
llama Cuba; aquí está la pelea del pueblo boliviano, su resistencia y su lucha
por mantener sus recursos naturales; aquí está la pelea de una Venezuela que
busca su camino propio, con Bolívar como estandarte e insignia y con el imperialismo
yanqui como enemigo. Aquí está la formidable experiencia del pueblo brasileño,
y también, la pelea del pueblo argentino que en la calle busca su destino, que
terminó con el menemismo y sigue buscando su futuro y seguramente lo encontrará
porque este pueblo donde nació el Che, en donde dejo su vida, peleando, Roberto
Santucho, en donde dejó su vida el gringo Tosco, seguramente va a encontrar
su camino hacia la liberación definitiva. Este pueblo que tiene a las Madres
como un ejemplo, seguramente, va a encontrar su camino para la liberación.
Las compañeras me han invitado aquí porque hoy en Uruguay, hace poquitos días,
culminamos una batalla que no es la guerra, pero una batalla muy importante,
que, debe quedar claro, la libró el conjunto del movimiento popular uruguayo,
las fuerzas políticas del campo popular también, las fuerzas sociales del campo
popular, que juntas, derrotamos, una vez más, porque ya lo habíamos hecho en
1992, un proyecto de privatización que en este caso apuntaba a entregar al imperialismo,
entregar a las multinacionales, la principal empresa industrial del país que
es ANCAP.
Ayer esa batalla la libramos en torno a la telefónica y también la ganamos.
Preparamos el camino para que el año entrante en Uruguay puedan darse cambios
políticos en donde las reivindicaciones del pueblo puedan ser tenidas en cuenta.
Pero tenemos en claro, los que venimos de las organizaciones del campo social,
en primer lugar, que esto ha sido sólo una batalla, que la guerra continúa y
que la derecha no se rinde, va a seguir peleando por mantener sus privilegios.
La pelea en el campo popular sigue para derrotar definitivamente este modelo,
este proyecto, pero también para poner sobre la mesa otro, que permita avanzar
a los pueblos en su liberación definitiva, como varios países de América Latina
están trabajando. En esa pelea estamos, en esa pelea seguiremos y una cosa,
y lo digo porque me siento un compañero de todos los trabajadores y del pueblo
argentino, no sólo como latinoamericano, sino porque también, en momentos muy
difíciles supe vivir en este país y militar en organizaciones populares de este
país. De todo esto que hemos realizado en Uruguay, hay sólo una cosa que les
quiero trasladar, con franqueza lo digo, con solidaridad, con humildad, ¡fue
la unidad en el campo popular lo que permitió librar esta batalla y vencer!
Es imprescindible, es un camino imprescindible la unidad, en todos los países,
de todas las fuerzas del campo político y del campo social, para derrotar al
imperialismo y su modelo, para derrotar el ALCA y encontrar definitivamente
el camino que nuestros pueblos merecen. Compañeros, por el camino de la unidad
seguramente encontraremos nuestro derrotero y encontraremos la victoria. Hay
un hombre que significa y simboliza, no sólo el espíritu de lucha, no sólo la
certeza de que se puede vencer, que significa también la unidad de los pueblos
de América Latina, un hombre como San Martín, como Bolívar, como el Che, como
Martí. Un hombre que aún en los momentos más difíciles, siempre, estaba pensando
que la victoria en el marco de la unidad y la razón de nuestros pueblos, era
posible. Ese hombre nació en este país y es un ciudadano de América, y un peleador
por las ideas del socialismo en el mundo, nos dejó una enseñanza: siempre, en
los peores momentos pensaba en la victoria y nos decía que esto era posible.
Los convoco, nos convocamos: ¡Hasta la victoria, hasta la victoria, siempre!,
como quería el comandante inmortal.
Cesar Quiroz, del Frente Patriótico Manuel Rodríguez, Chile
Queridas compañeras Madres de la Plaza de Mayo, reciban nuestro abrazo fraterno
y nuestra gratitud por estar en esta tribuna.
Hermanas y hermanos argentinos, compatriotas de la Patria Grande, compañeros
y compañeras, desde Chile traemos el saludo del Movimiento Patriótico Manuel
Rodríguez, del pueblo de izquierda chileno, de cientos de hombres y mujeres
de nuestra patria, que al igual que ustedes y pese a todas las adversidades
se han propuesto y asumen la resistencia día a día.
Venimos de un país que pareciera tener una inscripción preventiva para quien
desee cruzar la cordillera y que reza lo siguiente: el que no conoce las leyes
de la oferta y la demanda no pise esta tierra. Se trata de la consagración de
la arrogancia, o tal vez de un nuevo intento civilizador, donde los despojados
del capital somos los nuevos bárbaros por conquistar por los nuevos y globalizados
descubridores.
Somos víctimas de un nuevo poder saber impuesto por la unidad incuestionable
entre negocio y política, donde los neófitos en la materia deben mantenerse
fuera de la mesa de los triunfadores.
Chile es hoy un país de guetos, donde los puntos de unidad se desarrollan al
amparo de campañas publicitarias, en torno a propuestas solidarias por esperanzas
deportivas de distinta estirpe. Conviene entonces evaluar las razones de la
exclusión, empezando primero por la ventana y pateando luego la mesa de los
invitados al festín exclusivo de los poderosos. Una primera precisión: es cierto,
crecimos en diez años a un 7 por ciento, cifra histórica; la inflación está
controlada, las cuentas están en orden.
Desde esta perspectiva, nuestros jóvenes alumnos de las ideas imperiales obtienen
buenas calificaciones, siendo tan buenos alumnos podrán resolvernos entonces
algunas inquietudes. ¿Cuál es el valor que tiene el crecimiento del país, si
este se llenó de cesantes? ¿Existen mejores sueldos en el país, luego de este
milagro? ¿Existe mayor acceso a los productos básicos, traducidos en mejor alimentación
para nuestros niños? ¿Existe mayor desarrollo cultural, mejores resultados deportivos,
mejores condiciones educacionales? No. Nada de este crecimiento beneficia a
la mayoría del pueblo, sólo beneficia al imperio y a las grandes transnacionales.
Este modelo chileno es el que se quiere imponer a través del tratado de libre
comercio y el ALCA, al resto de América latina.
Hermanos y hermanas, a casi treinta años de aplicación de un modelo económico
macabro nosotros acusamos a quienes defienden la herencia económica de la dictadura,
porque su único gran logro ha sido crear una cultura individualista, rastrera
y excluyente.
A treinta años de la ruptura democrática ninguna decisión de importancia en
lo político y económico se toma dentro de nuestras fronteras. Toda decisión
trae la firma del FMI.
A casi treinta años del golpe, el cobre no es nuestro, el agua y la energía
eléctrica son de los privados, nuestros recursos naturales son la hipoteca de
una deuda que no disminuye. Por esto nos parece tan apropiado el llamado que
se hace desde esta tribuna: No al pago de la deuda externa.
Hoy Chile es una colonia moderna, un lugar soñado para las transnacionales y
para los yanquis. Cada decisión importante se toma en consulta con la embajada
de los EE.UU.
Sin embargo y a pesar de todo, desde lo profundo del continente vuelven a resonar
las ideas de Bolívar, San Martín, Sucre, Artigas y nuestros O’Higgins y Manuel
Rodríguez. Con otros rostros nos invitan a luchar por la Patria Grande y nuestras
soberanías, a formar una fuerza que libere el continente.
Ya otros pueblos antes iniciaron el camino: Cuba de la mano de Martí, Nicaragua
de la mano de Sandino, Bolivia de la mano de Tupaca Amaru y el Che; Venezuela
y Colombia de la mano de Bolívar.
Una nueva oleada revolucionaria recorre la América morena, un aire fresco de
combate nos cita a ponernos de pie, a derrotar la desesperanza y decirle a nuestro
pueblo que aspiramos que en el bicentenario el canto de Pablo Neruda sea realidad:
"Hay patria, cuando yo este cerca de ti te tomaré la cintura, nadie podrá tocarte,
yo sabré defenderte".
La disyuntiva está planteada: o se es independentista o se es yanacona. Una
larga lucha se inicia y todos nos veremos involucrados. Las ideas están, como
dijo un gran pensador latinoamericano, Manuel Ugarte: "Dos caminos por fin se
juntan: Marx y Bolívar". Nosotros agregamos bajo la idea del antiimperialismo:
Unidad latinoamericana y soberanía popular.
Es por eso que decimos, hermanos argentinos y latinoamericanos: nadie puede
en nombre de ningún orden mundial condenar el legítimo derecho a la rebelión
de los pueblos.
A treinta años del gobierno popular y luego de sufrir una dictadura, soportar
las administraciones pusilánimes de la Concertación, a veinte años de la creación
del Ffrente Patriótico Manuel Rodríguez, decimos, Junto a amplios sectores políticos
y sociales de nuestra patria, que nos hemos puesto el desafío de abrir un camino
de esperanza. Los pobres de nuestra patria nos lo exigen. Los padres de la independencia
nos convocan a ello. Por tanto, en nombre de la única soberanía que reconocemos,
la del pueblo de Chile, decimos: con la dignidad de ayer, la esperanza de hoy,
por una Patria para todos, por una Patria Grande, libre y soberana. ¡Aún tenemos
patria, ciudadano, mil veces venceremos!
Francisco Morillas, obrero de la empresa recuperada por sus trabajadores
Cerámica Zanon, de Neuquén
Compañeros, para nosotros es un orgullo inmenso estar otra vez acá, en la plaza
de las Madres, en la plaza de la resistencia, de la lucha, en la plaza donde
año a año nos reencontramos con nuestros treinta mil desaparecidos, esos compañeros
que lucharon por un mundo mejor y supieron marcar un camino para que nosotros,
juntos, podamos transitar.
Desde Neuquén les traigo un gran abrazo a las Madres y un gran saludo para todos
ustedes. En Neuquén tenemos un gobierno represor, que hace pocos días reprimió
salvajemente a los compañeros del MTD. Siete heridos con balas de plomo, un
compañero ceramista con sesenta y cuatro perdigones de goma y que perdió un
ojo. Ese es el gobierno que tenemos en Neuquén, ese es el gobierno de Sobisch.
Es un gobierno al que le funciona una sola oreja, y es la derecha. Y que le
sirve para escuchar a sus amigos del poder, para escucharlo a Patti, para escucharlo
a Bussi, para escucharlo a Romero, y también escucha a las multinacionales,
a los empresarios corruptos, a las petroleras que se están llevando las riquezas
de la provincia.
El oído izquierdo no le funciona, porque con ese tiene que escuchar al pueblo
y no funciona. A ese pueblo que día a día hace reclamos por trabajo genuino,
a ese pueblo que reclama veinte mil viviendas para esas veinte mil familias
que están en las tomas. Con ese oído no escucha a los chicos que viven y comen
en el basural. Con ese oído no escucha la salud ni la educación.
Compañeros, el gobierno de Sobisch también tiene un problema. Y un problema
que somos nosotros, porque a él le jode que un grupo de trabajadores haya tomado
una fábrica y la haya puesto a producir. Eso le jode al gobierno represor de
Sobisch. Le jode que los trabajadores no tengan un patrón que se quede con los
pulmones de los compañeros en los bolsillos de estos empresarios corruptos,
eso le jode. También le jode que la gestión de los trabajadores cree trabajo
genuino para los desocupados, eso le jode. Le jode que nosotros nos garanticemos
nuestros propios salarios, eso también le jode.
Compañeros, hace dos años que decidimos entrar en la fábrica y ponerla a producir,
sin ningún patrón de por medio, porque los trabajadores estamos capacitados
para hacer producir las fábricas y también estamos capacitados para gobernar,
y eso les jode, les jode. Tenemos que seguir el ejemplo de todos aquellos compañeros
que se animaron a abrir las puertas de las fábricas cerradas, por estos gobiernos
traidores que tuvimos en estas últimas décadas. Ingresar adentro y ponerlas
a producir, compañeros. Entre todos nos tenemos que dar una mano. Y nosotros,
los ceramistas, estamos abiertos a eso.
Compañeros, para terminar le quiero dejar un mensaje al Presidente (Kirchner).
El Presidente en el mes de marzo, en su campaña, estuvo en la provincia de Neuquén
y cuando un periodista le preguntó qué opinaba acerca de Zanon, él contestó
que si fuera gobierno ya hubiera solucionado el problema. El ya es gobierno
y todavía no solucionó el problema. Señor Presidente, lo estamos esperando.
Gracias, compañeros.
José "Pepino" Fernández, de la UTD de General Mosconi, Salta
Buenas tardes, les agradezco mucho a las Madres de Plaza de Mayo que me hayan
dado esta oportunidad de expresarme en nombre del departamento de San Martín
y del norte salteño. Nosotros venimos, verdaderamente, luchando desde hace mucho
tiempo, así como ellas luchan por sus hijos, por los desaparecidos, nosotros
luchamos por lo que ha desaparecido: el trabajo. A pesar de todo este tiempo,
ustedes se acuerdan cuando Menem y Cavallo se peleaban por quién era el padre
de la criatura: la criatura somos nosotros, que pedimos trabajo. Esa es la criatura
que dejaron Menem y Cavallo, todo este tiempo, treinta años que nos dejaron
sin trabajo, sin oportunidad, sin nada.
Nosotros, en el norte salteño y en todo el país pasó el tema de la privatización
de las empresas estatales. Para que se den cuenta, YPF, en el norte, en General
Mosconi, el 95 por ciento (de la población) trabajaba relacionado a YPF.
El 85 por ciento en el Yacimiento Norte, que comprende las provincias de Salta,
Jujuy y Formosa. Actualmente en las compañías que están operando como TPETROL;
PLUPETRU, PANAMERICAN ENERGY, REFINOL, REPSOL YPF, solamente trabaja el 7 por
ciento de la gente. Por eso nacen los piqueteros, por eso nosotros salimos a
la lucha para que no se lleven nuestro gas, que no se lleven nuestro petróleo,
que no se lleven nuestra madera, que no se lleven nuestros granos. Nuestro pueblo
está abandonado, lo dejan abandonado al feudalismo del gobernador Romero. Nadie
se anima a decirle a Romero lo que verdaderamente nos roba. El es narcotraficante
de la Republica Argentina. Romero, el gran saqueador de los recursos naturales
del norte argentino; Romero, el expropiador de las tierras, tanto en Coronel
Moldes como en Tabacal.
Este gobierno de Kirchner, hace convenios con ellos. Nosotros no le tenemos
miedo, por eso pido, con el apoyo de todos ustedes, la libertad de nuestros
compañeros que están detenidos. Por eso decimos también que la única solución,
que se den cuenta todos los funcionarios, realmente hace tiempo que tenemos
funcionarios que son gallinas viejas, ya no ponen huevos para defender los recursos
naturales de nuestra nación. Los recursos naturales son la verdadera fuente
que nos va a dar millones de puestos de trabajo genuinos también para las futuras
generaciones, que no sólo tengamos trabajos temporarios, como ahora.
Gracias a ustedes, buenas tardes.
Osvaldo "Chato" Peredo, del MAS, Bolivia
¡Viva la Asociación de Madres de Plaza de Mayo! ¡Viva el pueblo argentino! ¡Vivan
los pueblos de América Latina y el Caribe!
Seria injusto no mencionar a todas las Madres que han hecho posible este acto
por el cual han estado trabajando durante más de 20 años, pero seria muy largo
mencionarlas a todas ellas. Por eso me voy a permitir el atrevimiento de, simplemente,
nombrar a una de ellas, que es un emblema de la lucha de todas las Madres de
Plaza de Mayo. Gracias a ella, gracias a todas sus acompañantes estamos aquí:
Hebe de Bonafini. Un abrazo, un saludo de mi pueblo para ti, Hebe, para todas
las Madres. Posiblemente todos hemos tenido un ser que ha caído en la lucha,
pero pocos tienen esa capacidad de reproducir a esos seres, como Hebe, de tal
manera que no se siente la ausencia de ellos, de tal manera que están presentes
permanentemente y reproduciendo sus esfuerzos en esta lucha que es de todos
nosotros. Esa capacidad de reproducir a sus hijos, a los nietos, a todos los
luchadores, ha sido una fuente permanente de inspiración para la lucha de nuestros
pueblos. Cómo no reconocer que Bolivia, que en las últimas jornadas donde ponía
el pecho frente a los tanques y balas del ejercito oligárquico, estaban presentes,
también, las Madres de Plaza de Mayo. Estaban presentes los luchadores, los
treinta mil desaparecidos, aquí, otros miles en Chile, estaba presente Salvador
Allende. En alguna ocasión escuche al comandante Hugo Chávez decir que ésta
es la hora de recuperar nuestra identidad que nos arrebataron. Nos arrebataron
la identidad porque no sabíamos ni como nos llamábamos. Y él hacia referencia
al nombre Venezuela, que significa la pequeña Venecia, nos habían hecho olvidar
hasta de nuestros propios nombres… Pero nosotros en Bolivia, por suerte, hemos
recuperado parte de esa, identidad, porque Bolivia quiere decir Bolívar. Bolivia
es Bolívar y es el ansia de libertad, y es esa lucha permanente que Bolívar
indujo a todos los pueblos de América, es esa lucha contra el Imperio, que al
decir de él, parecía estar predestinado por la providencia para plagar de hambre
y miseria a nuestros pueblos, en nombre de la libertad.
Qué visión la de Bolívar. Nosotros, los bolivianos, tenemos una doble responsabilidad,
por nuestra identidad con Bolívar y por nuestra identidad por el Che Guevara.
Bolívar y el Che. Fidel, Hugo Chávez y, por qué no decir las esperanzas que
se abren en nuestros países, como el Brasil, con Lula, o como aquí, en Argentina,
con el actual presidente (Se producen algunos silbidos). Yo sé que a
muchos no les gusta pero nosotros somos un pueblo agradecido. Un pueblo agradecido
con alguien que nos llevó cierta esperanza. Bolivia es un pueblo enclaustrado
por las oligarquías militares y hemos recibido, nosotros, la solidaridad de
muchos gobernantes, ahora, en un evento que hace poco se dió en Santa Cruz de
la Sierra, la cumbre Iberoamericana.
Hace un momento decía un compañero qué difícil y qué tortuoso es el camino de
la unidad. Y eso hay que labrarlo día a día, y hay que labrarlo paso a paso.
Así como tenemos que entrar al jardín, luego a la escuela primaria, luego a
la secundaria, no podemos pretender la meta ya, ahora. El camino es tortuoso,
nos lo enseñó Bolívar, nos lo enseñó el Che, nos lo enseñaron todos los luchadores
en estas tierras.
El 17 de octubre, hace poco más de un mes, en Bolivia se dieron jornadas fluctuosas,
jornadas muy difíciles. En esa ocasión murieron muchos compañeros, pero tenemos
y recogemos una gran lección de esos hechos. La gran lección es que el arma
de la razón, el arma de la verdad, el arma del pensamiento, pueden mucho más
que los tanques y las balas. Y así se hizo, lo corrimos al típico neoliberal,
Goñi Sánchez, representante de los intereses de las transnacionales, un comisionista
que estaba esperando simplemente el zarpazo para vender los recursos naturales.
Ahí se demostró que más puede la razón y más puede el trabajo cotidiano, el
trabajo de todos los días para socializar el aprovechamiento de los recursos
naturales, de la apropiación nuevamente, de la reversión al patrimonio de Bolivia
de esos recursos. Eso que no se conocía hace un año y podría haber sido el gran
negociado de los gobiernos de turno, fue la gota de agua que rebasó la paciencia
y la calma de un pueblo que sabe de derrochar heroísmo. Y ese 17 de octubre
es una fecha histórica, porque el pueblo se convirtió de pueblo en sí, en pueblo
para sí. Llevó a las calles un programa, llevó a las calles el programa de la
defensa de los recursos naturales, de la Asamblea Constituyente, un programa
del referéndum, el programa del pueblo que ya venia agitando durante un año.
La socialización de ese programa fue posible gracias a un trabajo muy persistente,
de todos los días, muy paciente como el trabajo que han hecho aquí, el pueblo
argentino, las Madres de Plaza de Mayo, como el trabajo que han hecho los piqueteros,
que demostraron en el momento un 19 de diciembre, un 20 de diciembre, cuando
arrojaron, también del gobierno a un liberal. Esa lección es importante tomar
en cuenta, las pasiones son extraordinarias y pongámosle pasión a la lucha porque
enfrente tenemos un enemigo, y ese enemigo es por el que debemos aunar todos
nuestros esfuerzos. Y ese es el imperialismo norteamericano.
Compañeros, es difícil convencer a todos y dar gusto a todos, nosotros en Bolivia
estamos atravesando, también, una lucha muy difícil por la unidad de todo el
pueblo boliviano, en muchas ocasiones tenemos que ceder muchas cosas en pos
de la unidad, en virtud de la unidad, es más: el Movimiento al Socialismo, al
cual yo represento ahora y del cual traigo el saludo para todos ustedes, en
estas últimas jornadas ha sido incomprendido, porque, sencillamente, nosotros,
ahora no estamos dando una tregua, estamos dando un camino para viabilizar los
compromisos que este gobierno de transición, en Bolivia, ha hecho con el pueblo
boliviano, se ha comprometido a cumplir el programa del pueblo. Sabemos que
este gobierno no es nuestro, pero tampoco es de ellos y en dependencia de nuestra
movilización, de la fuerza que apliquemos en la lucha, en esa medida podremos
doblegar los intentos por reagruparse a la derecha. Eso es parte de la lucha,
compañeros. Nosotros estamos en eso, no vamos a mezquinar el cuerpo en esa lucha,
sabemos que la unidad es lo único que puede garantizar el triunfo definitivo
y no solamente la unidad en el pueblo de Bolivia, en el pueblo de Argentina,
sino la unidad, la integración de todos los pueblos de América latina y el Caribe.
Es la hora de América Latina o, como diría Martí, es la hora de los hornos.
Este momento son las corrientes revolucionarias progresistas, las corrientes
antiimperialistas, las que tienen por delante esa gran tarea y esa lucha es
tan sólo un pedazo en la historia de los pueblos, porque los pueblos nunca mueren,
los pueblos siguen, los modelos sí se acaban y ahora, se está acabando el modelo
neoliberal y nosotros tenemos que empujarlo al abismo definitivamente, y eso
lo haremos con la unidad de todos nosotros, de cada uno de los factores sociales.
Compañeros, Bolivia, Argentina, Cuba, Venezuela, los países del Caribe, Uruguay,
en Centro América, El Salvador, muchos pueblos están en los umbrales de conquistar
procesos democráticos que abrirán también camino a los procesos revolucionarios.
El socialismo, nosotros nos llamamos Movimiento al Socialismo, es una meta a
la cual jamás renunciaremos ni nadie ha renunciado; más aun, ahora el socialismo
es la lucha por la vida contra la cultura del exterminio del neo liberalismo.
Y nosotros estamos en esa lucha, socialismo y la lucha por la vida, y en eso
han dado ejemplo las Madres de Plaza de Mayo. Salud a ellas. Vivan las Madres
de Plaza de Mayo.
Muchas gracias.
Freddy Bernal, alcalde de la ciudad de Caracas, Venezuela
¿Dónde están los revolucionarios, dónde están los soñadores de América
latina?
Buenas tardes, compatriotas, argentinos y argentinas. Buenas tardes compatriotas
latinoamericanos venidos de cualquier rincón de esta América.
Sí, efectivamente, hace unas semanas, en el encuentro bolivariano de los pueblos,
tuve el honor de recibir en mi despacho, que no es un despacho de alcalde sino
una trinchera de lucha, a la compatriota, amiga, Hebe de Bonafini, y tuve el
honor de nombrarla huésped ilustre de la ciudad. En ese momento ella, en nombre
de las Madres de Plaza de Mayo, me invitó y le dije: "Si las circunstancias
en Venezuela están tranquilas, y la ciudad de Caracas se apacigua un poco, estaré
allá". Y aquí estoy, compartiendo con ustedes, compatriotas, amigos y amigas
latinoamericanos, y me he hecho acompañar de mi esposa Sonia y de mis hijos:
Mauricio y Tamaní, para decirles a ellos, que vale la pena pelear y pelear siempre
y vale la pena resistir y resistir siempre.
Ustedes son un emblema de la lucha por los derechos humanos, por la paz, por
la democracia, por la libertad, por la justicia y por el amor, vale la pena
tener principios y tener valores. De esa manera, compatriotas, estoy aquí, y
es para mí un honor compartir con estos hombres y mujeres venidos de todos los
rincones de América latina.
Sin duda alguna han cambiado mucho las cosas en América latina, en los últimos
años, por allá en el noventa, en 1990, Frank Fukuyama decía que habían muerto
las ideologías porque habían caído el muro de Berlín y la Unión de Repúblicas
Socialistas Soviéticas. ¡Qué equivocado estaba este norteamericano! Porque mientras
él levantaba una bandera y decía que sólo quedaba la hegemonía norteamericana,
y que sólo quedaba el neoliberalismo y la mano invisible del mercado para solucionar
los problemas, mientras él decía eso, al mismo tiempo se levantaba en México
el Movimiento Zapatista de Liberación Nacional, en el 92 en Venezuela se levantaba
un movimiento cívico-militar con la bandera de Simón Bolívar y Hugo Chávez a
la cabeza, y al mismo tiempo, por supuesto, se levantaban el Movimiento de los
Sin Tierra en Brasil, el movimiento de los cocaleros en Bolivia, el movimiento
de los piqueteros en Argentina; se levantaban los cholos, se levantaban los
campesinos, se levantaban los mineros, se levantaban los estudiantes, se levantaba
América Latina, por una y otra parte. Estaba equivocado este norteamericano,
por un lado decía que habían muerto las ideologías, y por otro lado, por debajo
de la tierra, iba como un inmenso río de esperanza y como un huracán que reventaba
por todas partes de América Latina, el sentimiento de nacionalismo, volvíamos
sobre la lucha de los negros, sobre la de los indios, sobre la lucha de los
pobres, sobre la lucha de los estudiantes, volvía a renacer América Latina y
en medio de esa lucha, compatriotas, allá en Venezuela, en la entrada a América
del Sur, se comenzaba a levantar un pueblo, poco a poco, hombre a hombre, sumando
mujer a mujer, niño a niño.
Yo sé que para ustedes debe ser medio complicado de entender, como un milico,
como lo llaman aquí, como un militar, se haya puesto al frente de una lucha
revolucionaria. Hebe de Bonafini no quería hablar con Hugo Chávez porque tenía
en Hugo Chávez el esquema de los dictadores de la América del sur, porque tenía
en Hugo Chávez el esquema de las dictaduras de América latina y menos aún que
en esta emblemática Plaza de Mayo, esté un policía, Yo soy un oficial de policía,
graduado en la academia de policía, y oigan, oigan: graduado para defender a
sangre y fuego la revolución de América latina. Militares con ex guerrilleros,
policías con encapuchados, pobres con ricos y avanzar hacia una revolución para
todo un pueblo y para todo un continente.
Por eso, compatriotas, en 1992 surge un movimiento y luego vamos a la cárcel:
dos años está Hugo Chávez en la cárcel, seis veces estoy yo en cárcel, perseguido
con mi esposa, perseguido con mis hijos. Cuando yo me paro frente a este emblema
(mirando la pirámide, en el centro de la Plaza, cubierta con las fotos de
los desaparecidos) y veo estas cientos de fotos que representan a miles,
recuerdo que una vez en el calabozo de los servicios de inteligencia, en el
año 94, me sacan la foto de este niño que tenía cinco meses (señala al hijo)
y el comisario, el sicario del momento, me dice: "¿Y qué vas a hacer con este
hijo? ¿Tú no piensas en tu hijo?". Y recuerdo que le dije: "¿Qué vas a hacer
con ese niño? ¿Lo vas a matar? A cuántos niños vas a tener que matar, a cuántos
bolivarianos estás dispuesto a matar. ¿Tú no sabes que cuando un pueblo decide
levantarse no existen hombres, ni tanques, ni fusiles que sean capaces de pararlos?
¿Tú no sabes que una revolución no es capaz de ser parada con ninguna cantidad
de fusiles ni con ninguna cantidad de tanques?". Y de esa manera nos fuimos
a las calles, a decir al pueblo por qué nos revelamos. Y creamos un movimiento
en el seno del pueblo y ese pueblo luego nos llevó al poder por elecciones populares.
Chávez llegó al poder con el 56 por ciento de los votos del pueblo. Y luego,
fuimos a una asamblea constituyente y aprobamos esta constitución con apoyo
mayoritario del pueblo de Venezuela. Yo tuve el honor de ser firmante de esta
Constitución Nacional y hemos ganado siete procesos electorales, mayoritariamente
hemos derrotado a la oligarquía, al golpismo una y otra y una y otra y una vez
más, cada vez con mayor fuerza. Y de esa manera, compatriotas, con esa fuerza
aún, el año pasado nos lanzaron un golpe de Estado de cuarenta y siete horas,
y en cuarenta y siete horas ellos eliminaron esta Constitución, el Congreso
Nacional, los partidos políticos, eliminaron las alcaldías, las gobernaciones
y suspendieron los derechos humanos. Sólo en cuarenta y siete horas. Pero en
esas mismas cuarenta y siete horas, miles de hombres y mujeres comenzaron a
rodear los tanques y las guarniciones. Y les comenzaron a decir a los soldados
que pedían que Hugo Chávez regresara. Y en pocas horas estábamos marchando a
Miraflores tanques y soldados con pueblo, con hombres, con mujeres y con niños
y retomamos la democracia, la libertad, la justicia y el presidente Hugo Chávez,
en sólo cuarenta y siete horas. Y luego, compatriotas latinoamericanos, este
grupo fascista que no cree en la democracia y no cree en la libertad, nos lanzó
un paro petrolero, paralizó la industria petrolera que es el principal sostén
del país, pero el pueblo no se rindió, el pueblo tomó la industria petrolera
y la puso a funcionar, el pueblo no se dejó tumbar por los golpistas. Y luego,
se declaró un paro general por dos meses y sometieron al pueblo a no tener agua
y a no tener comida y a hacer cola buscando gasolina y esperaban que el pueblo
se lanzara a la calle porque les interesaba la violencia.
Pero este pueblo de Venezuela, que ha obtenido un inmenso grado de conciencia
social y de conciencia política, no saqueó un abasto. Este pueblo esperó dos
meses y comenzó a moverse, uno y dos y cien y miles y cientos de miles y no
cayó en la violencia y no cayó en la anarquía y esperó. Y esperó porque sabían
que la violencia era lo que ellos estaban esperando para destronar al país y
para sacar a Hugo Chávez del poder y para truncar los caminos de la revolución.
Y de esa manera, una vez más, el pueblo, una vez más, los volvió a derrotar.
Este año, a principio, los volvimos a derrotar. Y ahora, hace sólo unos días,
haciendo uso de esta Constitución (muestra un pequeño libro azul), donde
nosotros llevamos el referéndum por consideramos como constituyente, y me incluyo
en ello, que un gobernante, sea concejal, gobernador, alcalde o presidente,
que no cumpla con el pueblo no hay por qué aguantarse todo el período constitucional
y hay que sacarlo a mitad del período si, efectivamente, no cumple con el mandato
y no cumple con lo que le ofreció el pueblo.
Nosotros establecimos en esta Constitución la figura del referéndum revocatorio
del mandato. Del 21 al 24 de noviembre nosotros fuimos a recaudar firmas para
sacar de la asamblea nacional a treinta y siete diputados de la oposición. Fuimos
en calma, en paz, en tranquilidad, sin ninguna perturbación. Luego, democráticamente,
ellos fueron del 28 de noviembre al 1 de diciembre a recoger firmas contra Hugo
Chávez, con una pequeña diferencia: mientras los primeros cuatro días no hay
una sola denuncia de alteración del orden público, mientras en los primeros
cuatro días que nos tocó a nosotros no hay una sola denuncia de fraude, mientras
en los primeros cuatro días no hay una sola denuncia de intranquilidad y de
trampa ante observadores internacionales como el PUND, el Centro Carter y la
OEA, los otros cuatro días, cuando a ellos les tocó ejercer esta democracia
y esta constitución en la que no creen, hicieron de todo. A miles de fallecidos
los hicieron votar fraudulentamente, a miles de menores de edad los hicieron
firmar fraudulentamente, miles de personas firmaron una, dos y tres veces. Hicieron
de todo. Les decomisamos cientos de células clonadas, planillas clonadas y haciendo
todo tipo de trampas, los líderes de ellos se fueron a los barrios populares
a tratar de perturbar al pueblo y a causar disturbios, trataron de embochinchar
todo eso y ahora pretenden hacer un mega fraude en Venezuela.
Pretenden decirle a Venezuela y al mundo que recogieron las firmas necesarias
para sacar a Hugo Chávez. Pero yo quiero decirles como alcalde de la ciudad
de Caracas, pero más allá que como alcalde, como revolucionario comprometido
con una causa en Venezuela y en América latina, que así como los hemos derrotado
siete veces, los derrotaremos ocho, cien, mil o diez millones de veces si fuera
necesario, en la calles de la ciudad de Caracas con esta Constitución en la
mano, en paz y en democracia.
Nosotros, compatriotas latinoamericanos, lo que es oligarquía rancia no es capaz
de aceptar, apoyada por los grandes medios de información, que no son medios
de información sino cadenas de propaganda y partidos políticos de oposición,
apoyados desde los Estados Unidos y algunos sectores del capital extranjero,
lo que ellos no pueden aceptar es que ellos en los últimos veinte años malgastaron
600 mil millones de dólares americanos y con malgastar 600 mil millones de dólares,
produjeron en Venezuela 80 por ciento de pobreza, 43 por ciento de pobreza crítica,
11 por ciento de indigencia, dos millones de niños no fueron al sistema escolar,
un millón y medio de analfabetos, destruyó el sistema de salud, de educación
y de seguridad social. Ese es el producto de su democracia durante cuarenta
años. Lo que ellos no pueden aceptar es que nosotros, sólo en cinco años, hemos
adelantado una misión que se llama "Misión Robinson" y hoy 600 mil venezolanos
que no sabían leer ni escribir, saben leer y escribir. Y hemos anotado 600 mil
más para ponerlos a leer y escribir. Nos hemos puesto una meta que Hugo Chávez
Frías, como Presidente de la República, asista a las Naciones Unidas en diciembre
de 2004 y le diga a Venezuela y al mundo, y se lo vamos a decir, que en Venezuela
para diciembre del 2004 no habrá un hombre ni una mujer que no sepa leer y escribir.
Eso será un logro de esta Revolución Bolivariana. Pero no sólo eso, sino que
nos fuimos por las calles y le dijimos al pueblo quién estaba fuera del sistema
del bachillerato. La hemos denominado "Misión Rivas" y anotamos 600 mil hombres
y mujeres que no eran bachilleres, y esos hombres, a partir de enero comienzan
a estudiar. Porque también queremos decirle, en esa misma fecha, a Venezuela
y al mundo que en Venezuela no habrá un hombre ni una mujer que no haya ingresado
al sistema de bachillerato. Esto es otro record de la Revolución Bolivariana
y ellos se niegan a aceptar estos avances en tan poco tiempo. Pero no sólo eso,
sino que hemos incorporado un millón y medio de niños al sistema pre escolar.
Y no sólo eso, sino que vamos a incorporar 400 mil hombres y mujeres al sistema
universitario, de los cuales 100 mil ya han sido becados para que vayan a estudiar
y, además, se les dará una beca porque son de las clases más desposeídas. Ellos
no quieren aceptar eso, a ellos les cuesta aceptar que nosotros, en cinco años,
con menos dinero hayamos hecho más que ellos en cuarenta años con cientos de
miles de millones de dólares. Y no sólo eso, sino que hemos decidido que nuestro
pueblo que no tenía salud, que tenía un sistema de salud depauperado, hoy hemos
lanzado una misión que se llama "Barrio adentro" y hoy tenemos ocho mil médicos
en los sectores populares, en los últimos rincones, porque un venezolano nunca
se imaginaba que iba a tener un médico. Hoy los médicos atienden a media noche
de un jueves, a las tres de la tarde de un domingo, a media noche en los cerros
más difíciles, en el llano más adentro, en el campo más adentro. Sólo en la
ciudad de Caracas, en los últimos ocho meses, hemos atendido casi un millón
de personas de las cuales 345 mil han sido atendidas casa por casa. Ellos no
aceptan que nosotros hayamos logrado eso en poco tiempo.
Así que, compatriotas latinoamericanos, reafirmo el honor de haber sido invitado
aquí y traerles un mensaje de Hugo Chávez, traerles un mensaje del gobierno
Bolivariano, traerles un mensaje de miles de hombre, de mujeres y de niños que
hemos decidido soñar, pero no soñar dando vueltas en la cama con la almohada,
hemos decidido soñar con los pies en la tierra y luchar para hacer ese sueño
realidad, compatriotas. Por eso, yo les digo a ustedes, que así como en Venezuela
hemos sido capaces de llegar al poder y de mantenernos, aquí en Argentina y
en Bolivia y en Brasil y en Colombia y en Ecuador y en Centro América los pueblos
serán capaces de llegar al poder. Nosotros lo hemos demostrado y lo hemos hecho
con un sueño mayor, que es hacerlo en paz y en democracia.
Así que compatriotas, Hebe de Bonafini, mujeres, Madres de la Plaza de Mayo,
ustedes que han sido un emblema y una inspiración para nosotros en Venezuela,
ustedes que representan la dignidad de un pueblo, ustedes que son un emblema
de lucha y resistencia y que nos dicen a nosotros que si ustedes han sido capaces,
sin llegar al poder, de resistir 26 años, cuánto seríamos nosotros capaces de
resistir si hemos llegado al poder, si somos la mayoría, tenemos la Fuerza Armada
Nacional y tenemos el pueblo, seremos capaces de resistir no digo cinco años,
no digo veinte años, estoy seguro que seremos capaces de resistir cincuenta
años, cien años, quinientos años si fuera necesario, porque ustedes nos lo han
demostrado. Y hemos venido hoy aquí para compartir esa lucha, para compartir
ese esfuerzo con ustedes.
Compatriotas argentinos, compatriotas latinoamericanos, tengan ustedes en Venezuela,
no solamente un país amigo, tengan ustedes en Venezuela una trinchera de lucha
de América Latina. Esta es la hora grande de la América Latina. Nosotros en
Venezuela estamos convencidos que llegó la hora de la integración latinoamericana.
Solos no podremos, seguro no podremos. Venimos de unas mismas raíces, una misma
idiosincrasia, unos mismos valores y tenemos unas mismas desgracias. Pareciera
entonces que el camino es la unidad latinoamericana, contra el ALCA, contra
la deuda externa, contra la sumisión, contra la prepotencia del otro. Si algunos
gobiernos todavía no entienden que los pueblos quieren cambiar, los pueblos
haremos que los gobiernos cambien. Esa es la lucha que ustedes tienen en Argentina,
esa es la lucha de los pueblos latinoamericanos.
Así que, compatriotas venidos de cualquier rincón, aquí con mucho honor he venido
con mi esposa y con mis hijos. Gracias a ustedes por recibirme y sinceramente
les digo ¡adelante! Adelante por encima de las dificultades, porque el único
camino que le queda a América Latina es el camino de la victoria y lo conseguiremos.
Siempre adelante. Muchas gracias y muy buenas tardes.
Hebe de Bonafini, presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo
Cuánto hemos aprendido en este rato. Cuánto hemos aprendido de otros pueblos.
Cuánto respeto merecen de nosotros estos hombres que vinieron de otros países,
a contarnos sus historias brillantes de revolución, de lucha, de sueños y esperanzas.
Esta Plaza, que nos pertenece, que habitamos desde hace veintisiete años, y
la habitamos con nuestros hijos, hoy por el no pago de la deuda y la unidad
latinoamericana o de América latina.
Sobre el no pago de la deuda hemos estado hablando hoy con (el abogado)
Eduardo Barcesat y con otra gente. ¡Vamos a empezar a trabajar para anular esta
deuda, que nos asfixia, porque se puede anularla, compañeros! ¡Si todos nos
ponemos a trabajar en serio y usamos lo político, lo jurídico, lo económico
y lo social! Si derribamos la deuda derribamos parte del capitalismo con el
que el imperialismo nos asfixia, nos aplasta y nos margina.
Mucho hemos escuchado de esa hermosa y querida Venezuela, que siempre nos acoge
a las Madres con tanto amor. Cuánto tenemos que aprender. ¡La revolución, compañeros,
no es pegar cuatro grititos de contra en una plaza, sino jugarse las bolas todos
los días por los compañeros que faltan, por los que no comen, por los que no
tienen casa, por los niños que se mueren de hambre!
No me importa si condenamos o no a Videla o a Massera. ¡Me cago en ellos! Lo
que sí me importa y por lo que vamos a dar hasta la última gota de sangre las
Madres, es por anular la deuda, porque con cada peso que se pague es un niño
más que muere, un niño más que se prostituye y sufre violencia y un hombre más
que no tiene trabajo.
Un día nos hicimos piqueteras y estamos orgullosas de ser piqueteras, porque
estamos junto a aquellos que saben y sienten solamente el reclamo de vida que
hacen, que es por un trabajo digno. ¡Desde aquí, desde esta tribuna, le digo
al Presidente Kirchner, que las Madres exigimos el desprocesamiento de todos
los piqueteros y la libertad, y la libertad ya, Presidente, ya, señor Kirchner,
ya, de los compañeros de Mosconi y de Salta! Romero es un mafioso, las provincias
están gobernadas por mafias y eso nos va a asfixiar la pequeña lucecita que
se nos abre en esta Latinoamérica.
Queremos creer que podemos. Queremos creer que sabemos. Pero también queremos
creer que tenemos que respetar con todas nuestras fuerzas a nuestros hijos.
Ellos nos enseñaron lo que sabemos. Ellos nos dijeron "van a pasar cosas difíciles,
mamá". Ellos nos dijeron una vez, con mucha fuerza, "no importa cuánto uno viva,
sino para qué y por qué vive". Y tenemos que aprender para qué y por qué vivimos,
y si queremos otro país y si queremos otra Latinoamérica o América latina tenemos
que unirnos, tenemos que juntarnos. Nos necesitamos. Necesitamos medios de comunicación
que sean nuestros, tenemos que tener nuestros medios. Y ojalá que podamos tener
en esta América latina una televisión que nos represente, una agencia que nos
represente, una radio donde podamos contar todo lo que hacemos. Pero que sea
de todos los latinoamericanos, donde aprendamos todos los días, todas las horas
y todos los minutos, que la revolución, como decía el Che, nos exige todo. La
verdad ajustada como un guante. El amor al otro como principio. Y entregar todo,
hasta lo mejor, que a veces es dejar a nuestra propia familia, porque cuando
hacemos lo que estamos haciendo hay que dedicarnos por entero. Y la lucha por
el socialismo y la revolución implica todo lo que más queremos, pero también
aprendimos del Che que cuando hacemos lo hacemos también por los que queremos
más, que son nuestros hijos y nuestros nietos.
Por eso compañeros, el amor, el más grande amor a la revolución. Sabemos que
el Presidente Kirchner no es ni socialista ni revolucionario. Pero yo creo que
hay muchas cosas, si nos ponemos las pilas, que podemos conseguir. Porque no
se unirá América latina si estamos haciendo lo que estaba pasando hace un rato
en la Plaza. Los compañeros que vinieron acá nos mostraron y nos demostraron
que hay que tener esperanzas pequeñas, pero defenderlas y exigirle otra vez
al señor Presidente: ¡Libere ya a los compañeros de Salta y haga que los corruptos
gobernadores de las provincias se caigan como peras podridas, porque estamos
hartos de las mafias que gobiernan las provincias y estamos hartos de que nos
lleven presos y estamos hartos de las comisarías!
Y desde aquí, también, les prometo que estamos peleando y luchando por ese juicio
de Kosteki y Santillán, en el que las Madres también nos hemos comprometido,
porque Kosteki y Santillán están aquí, en esta Plaza. Porque ellos nos enseñaron
y nos demostraron como nuestros hijos, como lo hizo Santillán, que mirando al
suelo a su compañero dijo "el otro soy yo". Ese grande que fue este pibe nos
dejó una herencia y no la podemos desperdiciar.
Gracias por haber habitado la Plaza y llenar la Plaza todos los días, las veinticuatro
horas. Gracias a todos los pibes que trabajaron, a los que pintaron, a los que
hicieron los tótem. Todos los días se trabajó mucho y eso es la revolución:
poner el trabajo al servicio del otro, vestir la Plaza como una fiesta. Las
Madres convertimos el dolor en lucha, la lucha en resistencia, la resistencia
en alegría de vivir, la alegría de vivir en felicidad por luchar, por luchar
por nuestros hijos, para nuestros hijos que son ustedes, compañeros. Para nosotras
no queremos nada. ¡Estamos muy viejas pero no vamos a dejar de creer que la
revolución y el socialismo son la única salida, pero mientras llegan la revolución
y el socialismo no desperdiciemos los pequeños espacios que se nos abren! El
Che decía "hasta la victoria, siempre". Yo les digo, compañeros: hasta mañana
a la mañana, donde para las Madres, cada mañana cuando sale el sol empieza un
cachito de revolución, empieza un cachito de esperanza y se da por contado el
sueño de nuestros hijos, que ustedes seguro lo van a ver. No importa que no
lo veamos nosotras. Estamos en el camino. Si sembramos trigo saldrá trigo. Estamos
sembrando sueños y esperanzas, que es sembrar revolución. Amamos la revolución
como amamos a nuestros hijos. Amamos con todas nuestras fuerzas. Y hoy aquí
salgo llena, satisfecha, erguida, contenta y vuelvo a repetir: ¡Presidente Kirchner,
desprocese a los compañeros piqueteros y deles la libertad a los compañeros
de Salta! Espero que mañana tengamos buenas noticias.
Gracias.