Jueves en la Plaza, con las Madres
Tras la marcha del jueves 6 de febrero de 2003, habló Hebe de Bonafini
Antes del discurso de la presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, intervino Nano, un compañero que trajo una pintura en homenaje a las Madres, realizada por un artista sordomudo, que firma "Aleandro". La obra donada muestra a una Madre portando un cartel con el rostro de uno de los 30000 hijos desaparecidos, y encima del pañuelo blanco una lámpara encendida, que simboliza "la luz que el artista necesita para poder ver y comunicarse", según explicó Nano. Enseguida de la entrega, comenzó su habitual discurso la representante de la Asociación, esta vez en la palabra y la voz de Hebe de Bonafini.
Cada jueves, como decimos las Madres, es diferente y es mejor. Imagínense una persona que no escucha y no habla, pero ve y siente lo que hacemos las Madres. Es un orgullo, un honor y una responsabilidad, porque no sabemos hasta dónde llegamos. Y llegamos hasta el corazón de este joven que pinta, escribe y nos demuestra con su tarea que no importa que uno no pueda expresarse con la palabra, porque sí lo pude hacer con la pintura. Así que gracias al compañero Aleandro.
Las Madres, el martes que viene, nos vamos a reunir con un pequeño grupo para empezar a trabajar para el 24 de marzo.
Las cosas que pasan en este país ya superan todos los límites. El 14 o el 15 –no se sabe bien- va a ser la marcha contra la guerra. Hoy las Madres empezamos a entregar unos prendedores que dicen "No a la guerra". Nos ha convocado un grupo que va a salir de España para ir a Iraq y hacer de escudo humano, junto a un grupo de personas conocidas de toda Europa. Ya han llegado algunos ingleses y franceses.
No le va a ser fácil la guerra a EE.UU. Ahora también se ha levantado la gente de Corea. O sea, que van a tener muchos enemigos los norteamericanos.
Desgraciadamente, el pueblo norteamericano es guerrero y en el setenta por ciento apoya la guerra. Hay un treinta que no, pero un 70 sí la quiere. Lo que ellos no saben es que los pueblos invadidos tienen la fuerza de la defensa de su territorio, cosa que no tienen los que apoyan la guerra, porque se quedan muy cómodos en EE.UU. y en todo caso mandan a sus hijos.
Así que vamos a ir a la marcha cuando se realice y también vamos a preparar lo que es el 24 de marzo. Nosotros queremos hacerlo con los compañeros piqueteros, porque creemos que los piqueteros son la consecuencia del 24 de marzo del ‘76. El 24 de marzo dejó muchas cosas - los desaparecidos, nuestros queridos hijos - pero también atrás y al costado y adelante todo lo otro: la muerte, el hambre, la desocupación, la miseria y los compañeros piqueteros.
Así que vamos a trabajar como podamos, porque tenemos algunas Madres enfermas, porque estamos trabajando a media máquina ante este calor que nos obliga a cuidarnos, pero tenemos todavía muchas cosas que hacer y es por eso que nos cuidamos.
La Asociación está invitada y algunas de nosotras vamos a viajar a distintos lugares, para los actos del 8 de marzo, día de la mujer. Otras Madres se van a quedar a cubrir acá. Nosotros no le damos bola al 8 de marzo por el día de la mujer. Nos parece absolutamente discriminatorio, porque no existe el día del hombre. Entonces me parece ridículo, porque si no existe el día del hombre entonces por qué va a existir el de la mujer. Pero en todo caso tenemos muchas cosas que hacer, muchas cosas que decir y muchas cosas que reivindicar, sobre todo la lucha. Esa lucha de las mujeres y los hombres que en este país no se resignan a vivir de rodillas. Tenemos que reivindicar la lucha de nuestros hijos y nuestras hijas, que entregaron su vida no por mujeres sino por revolucionarias. Y de tantas y tantas miles de compañeras que hoy, en las ollas populares, en las rutas, en los piquetes y en las fábricas tomadas luchan codo a codo con los hombres, porque nos liberamos todos o nos liberamos nadie. Esto no va a ser una liberación de las mujeres. Hasta el jueves que viene.