No nos asombra que un jerarca de la Iglesia Católica garantice la libertad de un banquero estafador con antecedente de fugitivo. La Iglesia casi siempre está comprometida con los capos del poder, llámese gobiernos, políticos, hombres y mujeres de las altas esferas económicas, ese mundo de la hipocresía mayor, donde nos hablan del amor y la preocupación por los más débiles y desprotegidos, que nos pretenden quietos, mansos, resignados. Con promesas de que cuanto más sufres en la tierra más beneficios tendrás arriba.
Cuando los más pobres de la tierra se ponen firmes en sus reclamos, para estos personajes del más alto lugar de la Iglesia son rebeldes y violentos. Pero para poner un millón de pesos de fianza para un estafador, ahí está monseñor Héctor Aguer.
Las relaciones del banquero Trusso y Monseñor Quarraccino tuvieron amplia difusión cuando ocurrió el escándalo financiero y vaciamiento del Banco Crédito Provincial.
Como animales cebados, acostumbrados a matar, los asesinos impunes de la dictadura siguen empleando sus métodos aberrantes contra la sociedad hoy.
Otra vez represión sangrienta en Neuquén y en Mosconi, sus gobernantes pertenecen uno a un partido provincial pero de abierta adhesión al menemismo, y el otro directamente menemista.
Repudiamos totalmente estos actos y exigimos el rápido castigo para los responsables. De una vez por todas estos políticos con alma de tiranos deben ser castigados.
Los pueblos a veces se equivocan y votan a sus propios verdugos.
No nos asombra que policías y militares manejen secuestros extorsivos, ya que son especialistas en la materia. Las bandas de secuestradores de la dictadura siguen intactas gracias a las leyes protectoras de Alfonsin y todos los que levantaron la mano.
Tampoco nos asombra el descubrimiento de que los comisarios sean todos millonarios y que en los delitos siempre esté la policía involucrada o que los inspectores municipales coimeen.
No nos asombra lo que le costaban al país los viajes de Menem y sus cortesanos, en tanto dejaban al mismo en bancarrota y al pueblo sin trabajo. Qué se podría esperar de un individuo con menos sensibilidad social que un cerdo.
Qué se podría esperar de Santiago del Estero, si allí la dictadura se quedó en el tiempo, con los mismos grupos de tareas.
No nos sorprende que donde se aprieta con un dedo salte pus.
Como dijo el Señor Presidente, es la consecuencia de siete años de una dictadura de delincuentes y más de veinte años de impunidad y corrupción.
Pero sí nos sorprendería si algún día la noticia tuviera estas características: "la Justicia condena a genocidas de la dictadura. Se puso fin a los interminables procesos de años con los asesinos gozando en sus hogares. Aunque se mueran ya de viejos, pero condenados para vergüenza de sus descendientes". O esta otra: que los responsables de la festichola que vaciaron y endeudaron al país y condenaron a la miseria a millones de personas, quedaran inhabilitados de por vida para la función pública y paguen por sus delitos. Nada de cárceles vip, ¡a Sierra Chica a picar piedras!.
Esas sí serian noticias asombrosas, sorprendentes y jubilosas para nuestro sufrido pueblo.
Los invito a participar de la próxima Marcha de la Resistencia, el 10 y 11 de diciembre. Esta marcha se está preparando con características de fiesta, de lucha revolucionaria, de unión latinoamericana. La están preparando los jóvenes que militan con las Madres. Será una marcha de amor, alegría y compromiso.
Necesitamos manos para ayudar, el que así lo quiera que se acerque a la Librería y a la Universidad.
Por otra parte, les informo que Hebe de Bonafini viajó a Venezuela invitada por el gobierno. A su regreso contará lo acontecido durante su viaje.
Hasta el jueves que viene.