VOLVER A LA PAGINA  PRINCIPAL
La Fogata con las Madres

18 de octubre del 2003

La insurrección en Bolivia y las luchas indígenas
en Latinoamérica 500 años después del genocidio

Noel Pérez
Madres de Plaza de Mayo
(Versión escrita de la participación de Noel Pérez en el foro debate realizado en la Universidad de las madres de Plaza de Mayo el día 14 de Octubre del 2003 a nombre de la "Coordinadora Febrero boliviano" )

Agradecemos las palabras de Hebe de Bonafini, y por permitirnos expresar en esta Universidad de las Madres de Plaza de Mayo lo que sentimos frente a los graves sucesos que vive Bolivia; ya que nunca dudamos que este espacio de resistencia no es solo de los argentinos, sino de todos los latinoamericanos. Nos resulta difícil en medio de la rabia, el dolor y la indignación por los trágicos sucesos que vive nuestro pueblo racionalizar y analizar los acontecimientos, pero se impone encontrarle sentido a esa lucha.

Hace un par de años el actual Ministro de la Presidencia de este gobierno, obviamente antes de ser gobierno, expresaba con respecto al tema del gas que si bien su venta podría permitir la solución a la crisis política y económica que vivía el país al mismo tiempo podría significar situaciones revolucionarias por parte de quienes están excluidos del sistema; esto quiere decir que ellos tenían claro el significado profundo de la medida que pretenden llevar adelante tercamente. Ellos son los que empezaron a hablar de "revolución" no alguna izquierda, no el Evo, no Felipe Quispe, como ahora pretenden hacer ver. Estaban conscientes de los peligros que entrañaba asumir tal decisión a espaldas del pueblo y esa tozudez solo puede explicarse porque el modelo económico que se impuso desde hace mas de dos décadas se desmorona y la única posibilidad que tienen para seguir gozando del apoyo estadounidense y los organismos financieros internacionales es la venta del gas. Esa es la única forma de prolongar su agonía un poco más, lo cierto es que el modelo no va y el pueblo así lo ha entendido. Asi se explica también, porque se discuten esas cortinas de humo como son: Si el gas sale por Chile o por el Perú, si se lo industrializa o no, etc. Lo que esta en el fondo del asunto son las bases del modelo: La Ley de Capitalización, la Ley de Hidrocarburos, son estas leyes las que hay que destruir si se quiere recuperar el gas y los recursos naturales para beneficio de los bolivianos.

Lo anterior es una parte del problema la otra es como se alcanzan los objetivos que el pueblo a través de la oposición política expresada en el M.A.S. y en el M.I.P. tienen planteados. Esta charla se denomina "La insurrección en Bolivia y las luchas indígenas".

Y lo que nosotros pensamos modestamente es que hay que ver esta cuestión en el marco de un tema aún no resuelto por la izquierda que es la relación de lo indígena con lo obrero o dicho de otro modo, la cuestión nacional con la de clase. En tiempos del triunfalismo del pensamiento único algún intelectual boliviano diagnostico que "ĦDe la fuerza y el temor se ha pasado a la piedad y a la conmiseración!" Que de una orgullosa clase sólo se exhibían sus crucificados vestigios que desapareció el sindicalismo, que se fragmento la identidad grupal y solo existía una voluntad dispersa, desconfiada e individualista. Qué significado tenía este cínico diagnóstico, no otro que el de decir que la clase obrera dejó de ser tal, que dejo de ser clase, que en su lugar surgió el individuo y en sus propias palabras, que la historia común se dispersó la leyenda se opaco y con ello un futuro de utopía. Pero la historia se ha encargado de desmentir rotundamente a este tipo de intelectuales que sirven a la derecha con sus pretendidos análisis científicos. Lo desmintió en Enero del 2000, donde campesinos, obreros, vecinos y la juventud cochabambina lucharon juntos hasta lograr echar a la transnacional BETCHEL, también lo desmintió el bloqueo campesino de septiembre de ese mismo año. Este año en febrero sucedió otro tanto, el video que observamos al comienzo nos muestra que el pueblo en sus diversos sectores lucho unido en las ciudades para derrotar el impuestazo de Goni y es esa misma unidad la que hoy vemos expresada en estas históricas jornadas. Que quiero decir con esto, que nos es verdad que los obreros, los campesinos y los otros sectores sociales se habían vuelto solo individuos, que habían dejado de ser clase; porque lo cierto es que esa historia común no se ha disuelto, no se ha borrado, esta ahí expresándose en la terca realidad y todo esto no se podría explicar si no tomamos en cuenta algo que menciono Hebe de Bonafini que es una compañera que por cierto conoce la historia de nuestros pueblos, ella mencionó el bloqueo campesino del año 1979 al gobierno de Lidia Gueiler y lo que nos estaba remarcando es un hecho histórico significativo para la historia común que hoy se construye y no es otra cosa que la fusión de la clase obrera con el campesinado indígena; que marco al mismo tiempo la ruptura definitiva con el funesto pacto militar-campesino, en estas fechas todo el pueblo: campesinos, indígenas, obreros y clases medias unidos alrededor de la Central Obrera Boliviana, marcaron un hito que es la de señalar la unidad de los explotados.

La relación entre campesinos y obreros en el seno de la C.O.B. no es, ni ha sido una relación fácil por ello quiero repetir las palabras de un dirigente campesino que en un Congreso de la C.O.B. interpelando al sector proletario les decía: " Ahora que se ha roto el espejo europeo donde se peinaban, se miraban y funcionaban, ...no tienen otro camino: Si quieren seguir peinándose y funcionando, tienen que mirarse en nosotros. Mírense en nosotros. Nosotros somos ustedes, ustedes son nosotros y así juntos vamos a avanzar. Hemos vivido 500 años de sangre pero también 500 años de esperanza. Que la sangre no tape la esperanza"

Más allá del nombre que se le dé a ese mirarse entre nosotros, esta unidad se forja en las calles, en el altiplano, en los valles y en el oriente de nuestro país, se lo forja en la lucha. Esta es la historia que se forja y que empieza a construir su utopía, aquella que el enemigo destruyo en sus teorías. Son los hijos de Tupac Katari, son aquellos mineros que en el 86 en medio de una derrota gritaron "ĦLos mineros volveremos!" y también son aquellos jóvenes inmolados en la guerrilla de Ñancahuazu y Teoponte.

Finalmente quiero decir que quizás no sea adecuado pedirles su solidaridad, sino decirles que esta también es su lucha, es la lucha de los latinoamericanos por su liberación.