Comunicado de Prensa de la Asociación Madres de PLaza de Mayo:
LA INSEGURIDAD
La Policía de la Provincia de Buenos Aires estuvo y está protegida por Duhalde, Ruckauf, Solá y Juanjo Alvarez. Esta mafia hace años azota La Plata y el Gran Buenos Aires.
Ellos provocan, producen hechos delictivos, imponen el terror y luego nos ofrecen compañías de seguridad integradas por ellos mismos: rejas, cerraduras especiales, alarmas, garitas, en fin, crean necesidades para los ciudadanos llenos de terror.
En la época de Menem y Duhalde, mi casa fue saqueada varias veces; después de las denuncias que hicimos desde las Madres, el 25 de mayo del 2000, mi hija fue torturada en nuestra casa. Estos hechos nunca fueron investigados a pesar de las denuncias.
La Policía de la Provincia de Buenos Aires no juega sola, está protegida por algunos políticos y varios medios de comunicación pagados por las grandes multinacionales que son las que les pagan las campañas electorales a algunos políticos corruptos.
Más seguridad con más policía no asegura nada. Casi todos los secuestros, robos y crímenes están programados y cometidos por la policía que utiliza algunos pibes obligándolos a robar y matar. Cuando estos jóvenes ya no les sirven, los asesinan por la espalda.
La policía es la misma de la dictadura, es la que se preparó para aplicar las más terribles torturas. En las comisarías, como parte de sus instrumentos, tienen picanas, bolsas para asfixiar, cables de acero envueltos en goma, gases tóxicos, más las balas, pistolas y ametralladoras, gases lacrimógenos, palos, esposas, argollas para colgar a los presos. Todo eso se usa contra la población que tiene la desgracia de caer en sus garras.
Más policías es más tortura, más muerte, más inseguridad, más poder a través del miedo. La formación de la policía se lleva a cabo desde hace más de treinta años con el objetivo de dominar a la población que se harta y se rebela contra tanto horror. Es larga la lista de pibes y pibas que murieron entre sus manos ensangrentadas.
Si no queremos más secuestros ni asesinatos, pongámonos firmes en mandar a prisión - esposados y separados de otros presos - a todos estos asesinos que hasta ahora no han pagado por sus crímenes. Cuando digo "todos", hablo también de Duhalde, Ruckauf, Juan José Alvarez. Y si vamos a sufrir represión, ya sabremos de donde viene.
Hebe de Bonafini
Presidenta