Editorial de ¡Ni un paso atrás! Programa del 08-05-03
CON CUBA
Papeles
La clase obrera más ilustrada del mundo, la más conciente y solidaria, la mejor preparada, educada en la praxis de la revolución y el socialismo, padece la falta de papel para escribir y dibujar, para secarse las manos u otras partes –entre otras carencias infinitamente más graves-, producto del criminal bloqueo económico y comercial declarado unilateralmente contra Cuba por el fascismo imperialista norteamericano.
Los poetas, los pintores, los científicos sociales de la honda revolución no tienen papel, o tienen muy poco, donde pintar o escribir sus acuarelas o textos conmovedores, bellos, precisos, compuestos en los alrededores del ejemplo extraordinario de su pueblo valiente y digno.
En cambio, sobre hojas de papel en blanco que faltan en Cuba y sobran en las naciones burguesas, con membretes de grandes fundaciones que millones de analfabetos en los países capitalistas desconocen, un rejunte de sabios con largos pergaminos en la ciencia de interpretar la realidad alzó en las últimas semanas el dedo acusador contra Cuba, obviando olímpicamente el panorama geopolítico que domina la escena internacional por estos días y la manipulación por derecha que sufrirían sus opiniones.
Mientras el gobierno de EE.UU. acentúa su invasión a Iraq y amenaza con hacer lo mismo sobre Irán, Siria, China y cualquier otro país que no haga venia ante el paso siniestro de sus marines, estos "pensadores bien" han expuesto esta vez reflexiones complacientes con los poderosos, sesudas pero miopes, a la progresista pero con categorías del neoliberalismo más obtuso, propias no de intelectuales sino todo lo contrario. Tanto, que el gran escritor Saramago ha quedado dolorosamente situado a la derecha del fusilador de piqueteros y presidente argentino Eduardo Duhalde.
Aunque, ¿es pensamiento finito o gordo oportunismo? Esos señores escritores que no han bastado consigo mismos para construir el socialismo en sus países, pero tachan con grandes argumentos de maestro ciruela la drástica política que ha optado el gobierno revolucionario cubano para defenderse ante la avanzada guerrera del imperialismo, ¿se hacen o son?
No importa. Será la historia en su ida y vuelta interminable, los pueblos a caballo de las revoluciones por venir, quienes se encarguen de juzgar esos escritos, pero más que eso: esa ofensa contra el pueblo de Cuba, determinando si son por remordimiento o culpa, sentimiento de inferioridad o al revés, conveniencia o ingenuidad. Por su parte, los trabajadores libres y soberanos de la isla, su justicia de clase y patriota, su gobierno revolucionario y consecuente, ya han levantado la mano: ¡Socialismo o nada! ¡Libertad o nunca! ¡Para todos pan y papel en partes iguales, pero jamás el derroche imperialista de mentiras y muerte!