JUEVES EN LA PLAZA, CON LAS MADRES
Al finalizar la marcha del jueves 9 de octubre de 2003, Hebe de Bonafini, sentada en una silla de ruedas debido a la fractura de su tibia derecha, pronunció el siguiente discurso.
Hemos recibido una gran emoción, porque acaban de llegar unos compañeros de Asturias, que bajaron del avión y vinieron corriendo por miedo de llegar tarde. Son compañeros de siempre, que nos ayudan, nos acompañan. Son unos compañeros increíbles. Javier es el minero que nos ayudó a bajar a las minas, a conocerlas de adentro. Y también lo conocimos a él más profundamente y yo le pido que diga algo.
Javier: No tenía previsto decir nada. Acabamos de llegar ahora mismo de Santa Fe. Es verdad que tenemos la enorme suerte de haber compartido con las Madres de Plaza de Mayo nuestra tierra, en Asturias; de haberlas recibido, de haber estado enterándonos de esta historia tremenda de ustedes, de la Argentina, y es un gran honor que podamos aquí improvisar estas palabras. Les traemos el saludo, el abrazo, el cariño de la gente de Asturias. Muchas gracias.
Novedades hay a montones. Cosas que hablar, también hay muchas. Uno de los temas es las policías, que no se termina nunca, que es una gran cloaca. Esa es la pregunta que nos hacemos las Madres: ¿cómo se limpia la cloaca y adónde va a parar la mierda que sacan de la cloaca? Esa es la preocupación: adónde van a tirar a todos los tipos que sacan, porque no es que se van, se quedan. No van a la cárcel. Ayer me entero, no porque sea nuevo, que tienen hoteles alojamiento, que de repente en la casa de la suegra de uno encuentran un millón de dólares… Es una cosa de locos. No es que las Madres no supiéramos. Lo que nos pone contentas es que están tirando mucho de la cuerda, y como este tipo (Giacomino) es el testaferro de Ruckauf, va a tener que llegar a Ruckauf. Si no llega a Ruckauf y a Duhalde, lo que se hace no sirve para nada. Tiene que llegar el cuchillo hasta dónde sea necesario. Hasta Ruckauf y hasta Duhalde, porque siempre fueron los gestores del juego, la droga y la prostitución. No es nuevo que la prostitución está en sus manos. No es nuevo lo de los hoteles alojamiento. No es nuevo lo de las casas de juego. Las casas de juego que ellos regentean en La Plata, todo el mundo lo sabe. No es que hay una, ni dos, ni tres. Hay montones. Así que, que sigan tirando de la cuerda, que si tenemos un poco de … no digo de suerte para nosotros. Si los que gobiernan están decididos a meter el cuchillo a fondo, van a tener que meterlo hasta dónde sea. No hay otra. Si quedan Ruckauf y Duhalde fuera de esta limpieza de cloaca, realmente no se ha hecho lo que corresponde. Hay que pelear, hay que luchar y hay que seguir exigiendo. Duhalde y Ruckauf son asesinos, son corruptos, son ladrones. Tienen todas las cualidades para ir presos, pero no para ir presos como la María Julia, a quien le armaron un cumpleaños, sino para ir presos, como decimos las Madres, a la cárcel. Y si quiere festejar el cumpleaños en la cárcel, bueno, que lo festeje. No se lo vamos a prohibir.
Otra de las cosas que ha saltado anoche, que yo he estado escuchando, es que hay un operativo –que no va a ser el Aguila III, porque no va a hacerse aquí-, con la Marina, en Mar del Plata. No les han permitido a los norteamericanos que bajen de los buques, tienen que permanecer en sus barcos. Los aviones van a aterrizar en Montevideo. Y no han autorizado a la Marina a que participe. Pero tenemos que estar alertas, porque estas cosas siempre se hacen detrás de lo que uno sabe. Tenemos que estar alertas para ver si la Marina va a participar y si las cosas van a ser como se dice o no.
Por otra parte, las Madres hicimos una denuncia, porque esto de la policía, de destituir a cien o a doscientos… Ustedes vieron que cuando va a nacer un bebé enfermo y hay que cambiarle la sangre, no le cambian un poquito nomás, sino entera, porque sino el bebé se muere. Si acá no se cambia todo entero, no va a servir. Y el tema de la policía tiene que ver con las cárceles.
Se están viviendo momentos terribles en las cárceles. Los otros días Sergio (Schoklender) vino de la cárcel y nos contó que están matando dos pibes por semana, acá en Buenos Aires, pero también sucede en Coronda y en todos lados. Y nadie sabe y nadie dice nada. En un lugar donde entran setenta detenidos hay trescientos. Le hemos hecho una carta al Presidente pidiéndole que intervenga, porque todo tiene que ver con lo que está pasando. Según nos cuentan los que saben de cárceles y alguna gente con la que hemos hablado, sabemos que el servicio penitenciario se retira, los deja hacer a los presos, se arman bandas, se matan entre ellos y después vienen los grandes motines, donde los guardias les tiran a los que quieren. Entonces, para evitar que esto pase, ayer le hicimos una carta al Luis Eduardo Duhalde, de los Derechos Humanos, y al Señor Presidente, pidiéndoles que tomen cartas en el asunto, porque esto es demasiado grave. No se puede permitir que la que le robó al país y desangró al país tenga una prisión de oro, y el otro atorrante que es Menem, que tendría que estar preso, engrillado y picando piedras en el sur, esté haciendo campañas políticas, mientras los pibes que roban –algunos por necesidad, algunos por bronca y algunos porque son ladrones, carajo, y no tienen otra cosa para elegir- están presos, pasando la peor miseria. Eso le hemos pedido al Señor Presidente, desde aquí, desde la Plaza: que intervenga, porque no va más el tema de las cárceles.
Hasta el jueves que viene, compañeros.