Otra vez, por segundo año consecutivo, las Madres nos convocan a meditar sobre la problemática de los derechos humanos y las saludes mental y de la otra, esa que nos comprende a todos: la fortaleza social de nuestro pueblo, que es luchar.
El conmovedor recorrido político de las Madres de Plaza de Mayo enseña a las generaciones nuevas, pichonas todavía en las tareas de la rebelión, que soñar y luchar con coherencia y lucidez son las dos curas más eficaces de entre todas las que se conozcan para combatir la enfermedad terminal que es el capitalismo. Con pasión de madres, mujeres y revolucionarias, contrariando al dolor, la locura y la desesperanza, ellas han logrado parir un mundo nuevo desde el comienzo mismo de la sombría madrugada militar.
A casi veintisiete años de aquel nacimiento, las Madres nos dicen en el editorial de su periódico mensual, que "la locura es un lujo para pocos". Por eso, el Congreso que hoy comienza en las tres sedes de la Universidad Popular, será abordado por las Madres desde las perspectivas de la salud y no el padecimiento, desde la novedad y no la enajenación, contra todo tipo de desvarío y decididamente a favor de la liberación.
Será un Congreso para todos, alumbrado por el sol de los que resisten y luchan, los que sueñan y construyen todos los días la revolución. Tendrá los pies en el barro de la realidad y el corazón montado a la ilusión transformadora. El encuentro reunirá a los piqueteros y los psicoanalistas, a los filósofos y los obreros de fábricas recuperadas y en producción, a los expertos en medios de "confusión" y a las Madres comunicantes.
El Congreso les dará voz a sus pensamientos y las palabras que digan o nombren esas voces serán representativas del propio Congreso. No habrá intermediarios que destilen la vitalidad de sus comentarios e impresiones. Las luchas serán narradas por sus actores directos y se constituirán en aporte valioso para los que a su vez testimonien el desarrollo de sus propios conflictos.
El eje "Reflexión – Acción – Revolución" hilará las conversaciones, confirmando en cada uno de ellos la concreción de los otros dos. Será acción y revolución cada razonamiento, cada síntesis del pensamiento hecho palabra. Todas las conclusiones de las mesas de debate nos alentarán a continuar la lucha y nos sumarán conocimientos para proseguir nuestra batalla liberadora.
Abrigados de luz por la pasión y la alegría de estos próximos cuatro días de noviembre, llegaremos luego a la tan cercana Marcha de la Resistencia, que este año nos llama a luchar por el no pago de la deuda externa y la necesaria unidad de los pueblos latinoamericanos. Allí estaremos, como hoy, junto a las Madres, en otra cita inexcusable con el compromiso, la ternura y la solidaridad de los revolucionarios.