Jueves en la Plaza, con las Madres
Al cierre de la Marcha del jueves 24 de octubre de 2002, habló Hebe de Bonafini:
Compañeros, ustedes saben que yo la semana pasada estuve en la fábrica Zanón. Fui en representación de las Madres, de la Universidad, de la Plaza, porque la Plaza también tiene la representación en las Madres.
Fue un día increíble, momentos intensos, emocionantes, llegué a un lugar que no sabía cómo era. Y me deslumbré. Hace casi un año y medio que los compañeros tomaron la fábrica. Estuvieron un tiempo afuera, en carpas, y no tenían para comer. Y gracias a un trabajo que hizo un grupo de hombres y mujeres que se llaman "Sainuco", que trabajan en la cárcel, los presos comunes todos los días les mandaban la mitad de la ración, porque ellos no tenían nada para comer porque no trabajaban. Y ellos no querían abandonar las carpas ni el lugar donde estaban.
Cuando entré a la fábrica me deslumbré, me emocioné, porque es una fábrica que tiene 74 mil metros cubiertos, más de cuatro manzanas, que funciona en menos del 20 por ciento, que ha creado las nuevas cerámicas, que está siendo cuidada por desocupados en cada esquina, porque la burocracia sindical se las quiere quitar para entregársela al gobierno y que el gobierno se las venda a los chilenos por nada, porque dicen que da pérdida.
Sin embargo a los compañeros, con el 20 por ciento de funcionamiento menos, les está dando ganancia. Eso demuestra que los patrones lo que quieren es dejarlos en la calle. Hay 200 y tantos compañeros trabajando y le dieron trabajo a 10 desocupados.
Todos ganan igual: 800 pesos, pero los desocupados dijeron "nosotros preferimos ganar 400 cada uno y habilitar 10 puestos más de trabajo", o sea que trabajan 20 desocupados por 400 pesos cada uno. Comen ahí, tienen un comedor espectacular, limpio, prolijo, un jardín recortado, regado, con plantas. Es una maravilla de demostración que estamos logrando una nueva forma de gobernar, una nueva forma de demostrar que no necesitamos de los patrones, que no necesitamos de los poderosos, que nosotros podemos, que somos capaces de muchas más cosas de las que creemos que podemos.
Con los compañeros de Zanón - las Madres y ellos -, el miércoles 30 en la Universidad de las Madres a las 19 horas haremos una conferencia de prensa, porque ellos intentan formar un grupo de solidaridad con todas las fábricas que están en funcionamiento con compañeros desocupados que las han tomado y las han puesto a funcionar. Creemos que una comisión de solidaridad con estos compañeros es muy importante, que no tenga que ver con los partidos políticos, porque eso es lo que tratamos de decir: hay que tratar de ser lo más independiente posible. Los partidos pueden venir pero no copar.
También les quería decir que los compañeros han logrado una manera de tratarse, de dirigirse, que es también bastante nueva. Yo les decía que mi papá, y mi marido sobre todo, decían que nosotros comíamos porque el patrón les pagaba. Y mis hijos le decían: "¡No!, cómo que porque el patrón les paga. Comemos porque trabajamos, con las manos nos ganamos lo que comemos". Y ahora los compañeros nos demuestran que a los patrones no los necesitamos, y que comemos y vivimos porque nosotros trabajamos y nosotros nos administramos, y nosotros - de cualquier manera que sea: en cooperativas o poniendo a funcionar de nuevo las fábricas - somos capaces de distribuir en partes iguales las ganancias que obtenemos en las fábricas.
Así que me vine muy emocionada, contenta, hay dos compañeros hoy acá. Van a estar el miércoles en la reunión. A todos los que quieran venir los esperamos.
Por otra parte, hoy a la noche hay una concentración frente al Rectorado de la UBA, que los estudiantes mantienen tomado. Tienen 5 puntos pedidos que no los quieren negociar. Les quieren imponer una comisión negociadora, pero los chicos no quieren. Así que esta noche las Madres y los que quieran venir, vamos a ir a las ocho de la noche a la concentración, que se va a hacer frente al Rectorado de la UBA.
Como ven, hay muchas cosas que se están haciendo: las asambleas, los piqueteros, que hoy estaban en el juicio que hoy se les inició a Diego Quintero y Carlos Bertola. No nos dejaron entrar a las Madres. Primero no nos querían dejar entrar a Tribunales, pero Tribunales es de todo el mundo, así que pegamos un empujón, sostuve al policía contra la pared e hice pasar a todas las Madres. Pero después no nos dejaron pasar a la sala donde se hacía el juicio, a pesar de que teníamos lugares reservados.
La policía y toda la gente que estaba ahí no podían creer que hiciéramos tanta fuerza para entrar. En un momento dado, todos los compañeros que estaban para entrar cedieron el lugar a las Madres y dijeron: "no entramos nosotros, pero que entren las Madres".
Finalmente me dejaron pasar a mí, y qué hizo el policía que estaba ahí: me dijo que me saque el pañuelo. Yo le dije que no, que el pañuelo hacía 25 años que me acompañaba, que no me lo iba a sacar, que él quería quitármelo porque era la única cosa seria y de justicia que había en el lugar. Entonces vino un juez o un fiscal –no sé quién era, era un señor de traje y corbata que estaba ahí-, a explicarme que había un artículo, el número 13, que decía que no se podía entrar con símbolos políticos.
Y yo le dije que el artículo se lo metiera en el culo, pero que yo el pañuelo no me lo iba a sacar. Con lo cual no entramos, pero estuvimos. Y eso es lo que les da mucha bronca, que las Madres seamos capaces de quedarnos resistiendo todo lo que sea, sin resignar principalmente nuestros símbolos. La verdad es que no nos conocen. Jamás nos hemos sacado el pañuelo para estar en un lugar.
El pañuelo nos identifica, el pañuelo nos da fuerza, el pañuelo muestra una lucha de 25 años que es la que le molesta al poderoso. Les molesta a los jueces, les molesta a los fiscales, les molesta a los políticos, les molesta a los milicos. Les molesta a todos. Si les molesta es porque sirve, es porque funciona.
Por lo tanto, cada vez vamos a resistir con más fuerza este pañuelo, que para nosotras tiene que ver con nuestros hijos y que cuando lo apretamos más fuerte es que ellos nos abrazan. Y si nos sentimos tan firmes es porque ellos están con nosotros. Y hoy en el juicio a Carlos y a Diego, hacía mucha falta que el pañuelo estuviera con nosotras.
El martes termina el juicio, el martes va a ser el veredicto y vamos a volver a ir. Entremos o no entremos, ahí vamos a estar. También los convocamos a todos los que quieran venir.
Y para hablar un poquito de lo que pasa, como siempre hablo: ustedes vieron que los curas se están destacando por honestos, por serios, por maravillosos, por creyentes, por hacer lo que Jesucrito decía… Es una barbaridad.
Tuvimos a Storni y ahora tenemos al querido padre Grassi: chorro, afanashio, no le falta nada. Y hay que tener mucho cuidado, porque están poniendo a la homosexualidad como si fuera un delito. No es eso lo que se juzga, que él sea homosexual. Lo que se juzga es que él era un tipo que pervertía a los menores, que los sometía.
Eso es lo que hay que juzgar y por eso hay que condenarlo y mandarlo a la cárcel. Además de todo lo que robó. El decía que trabajaba. Estaba con Rousselot, que le daba 1500 pesos por cada pibe, pero "vamos y vamos". Tenía en todas las autopistas a través de un permiso que le había dado Menem, una canastita para que la gente deje el vuelto: millones y millones. En los supermercados, en el Coto, también había una canastita para el padre Grassi. O sea que este padre Grassi… yo no sé si uno va al cielo o al infierno.
Parece que el infierno es de los buenos - me parece por lo que veo - , y el cielo es de los hijos de puta como el padre Grassi.
Esto es lo que tenemos que decir. Hasta el jueves que viene...
11 y 12 de DICIEMBRE
22a. Marcha de la Resistencia
24 horas marchando en Plaza de Mayo por el
NO PAGO DE LA DEUDA EXTERNA
Convoca: ASOCIACION MADRES DE PLAZA DE MAYO