10 de octubre de 2002

"Hoy nuestros hijos han vivido intensamente este momento, porque nuestros hijos son ustedes", declaró Hebe de Bonafini a los desocupados de la Coordinadora Aníbal Verón y a los campesinos del MOCASE santiagueño, que en gran número acompañaron a las Madres en su habitual marcha de todos los jueves.
Apenas pasadas las tres y media de la tarde y tras recorrer algunas cuadras al frente de la gruesa columna de piqueteros y campesinos, una treintena de Madres portando la bandera azul con la consigna "Resistencia y combate contra el terrorismo del Estado", ingresó a la Plaza por el vértice de la Avenida de Mayo.
Ya en la Plaza, las Madres giraron durante cuarenta minutos alrededor de la Pirámide y luego se ubicaron a un costado para comenzar el acto.
Primero se leyeron varias adhesiones a la convocatoria, que para los piqueteros y campesinos significaba la culminación del segundo Encuentro que ellos realizaron en Buenos Aires, con el apoyo de la Asociación Madres de Plaza de Mayo.
Enseguida intervino Hebe de Bonafini, quien dio un vibrante discurso. Luego, hicieron lo propio varios representantes del Movimiento Campesino de Santiago del Estero (MOCASE), que testimoniaron sus vivencias, denunciaron la represión de la que son objeto por parte del gobernador Carlos Arturo Juárez, al que calificaron de dictador, y manifestaron que "venimos a apoyar la lucha de los desocupados que es igual a nuestra lucha: ustedes luchan por trabajo y nosotros luchamos por la tierra, porque sin la tierra no tenemos trabajo". Todos los oradores campesinos reclamaron la reforma agraria y hacia el final leyeron las resoluciones de su importante encuentro.
Hebe de Bonafini:
Cada jueves esta Plaza es diferente y cada día es mejor, y hoy ha sido un encuentro increíble.
Cada piquetero un hijo, cada uno de ellos haciéndonos sentir que la lucha de nuestros hijos tiene una continuidad, que no han muerto las esperanzas, ni las ideologías, ni los sueños, ni el socialismo, ni la revolución.
Que en esta Plaza están más vivos que nunca, que la revolución la tenemos aquí, en cada acción, en cada toma de tierras, en cada toma de fábricas, en cada proyecto, en cada microemprendimiento.
Soñamos, tenemos esperanzas y estamos convencidas que cada jueves en esta Plaza los pasos nos van acercando a esa transformación, a ese hombre nuevo por el que dieron la vida nuestros hijos.
Hay muchos problemas en el país, tenemos un gobierno de mafiosos, tenemos un gobierno en la provincia de Buenos Aires, que ha decretado aliviar a las comisarías, que los presos vivan en contenedores. Los contenedores van a ser como grandes jaulas.
Las Madres hoy hicimos un comunicado. No podemos dejarlo pasar, porque las comisarías y las cárceles están llenas de los nuestros, están llenas de pobres.
Porque los que roban de verdad, están en la casa de gobierno, en las provincias, en la Nación, están en el parlamento. Y no hay una sola manera de matar, hay muchas maneras. De hambre, de desesperación, con balas, con tortura, con la falta de vivienda; con la muerte de nuestros hijos, de los pequeños.
Hoy le decimos a Solá:
"El gobernador Felipe Solá, en un acto criminal, decretó que los detenidos sean alojados en contenedores como forma de evitar el hacinamiento en las comisarías. También, aliándose con los comisarios asesinos, dice que este decreto defiende jurídicamente a los genocidas que tiran vivos en el río a los pobres y los matan por la espalda o con las torturas en comisarías y cárceles".
"Pero esto no se le ocurrió al gobernador Solá y a toda su maldita cría, sino que se copió de los presos que EE.UU tiene en las base de Guantánamo, todos hombres que ellos muestran al mundo como ejemplo de ‘justicia’ A buen lugar fue el gobernador a buscar ejemplos."
"A la Asociación Madres de Plaza de Mayo le repugna la forma que encontró el gobernador para paliar el hacinamiento de los presos. Las Madres deseamos y tenemos esperanzas que en un tiempo no muy lejano, el gobernador y sus lacayos ocupen los containers cuando el pueblo los condene".
En esta Plaza sostenemos y defendemos que la falta de trabajo es un crimen, que alguien alguna vez tendrá que pagar. Y serán senadores y diputados, presidentes y gobernadores, a los que el pueblo juzgará en esta Plaza. No sé si lo vamos a ver, pero ese juicio llegará, como van a llegar la revolución y un nuevo país y una nueva patria a esta tierra querida a la que amamos.
Estamos orgullosas de pertenecer al Tercer Mundo. Orgullosas de estar con ustedes, queridos y amados compañeros piqueteros, que le están demostrando al mundo que no quieren vivir arrastrados como gusanos.
Que están de pie, que luchan, que exigen, que no piden por favor. Que piden lo que es de ustedes. Nadie les está regalando nada, todo lo que les es concedido, y que es casi nada, es de ustedes.
Todo lo que tenemos las Madres es para ustedes.
¡El otro soy yo!
La revolución llegará, no sabemos cuándo, pero llegará. Y llegará a esta Plaza. Y hoy nuestros hijos han vivido intensamente este momento, porque nuestros hijos son ustedes.