Un grito, todas las voces:
NO AL PAGO DE LA DEUDA EXTERNA
REPORTAJE AL ECONOMISTA CLAUDIO KATZ
"Una desgracia y un fraude", así califica el economista Claudio Katz
a la deuda externa argentina. Desconfiado de las alternativas como la quita
o la reducción de intereses, opta por el no pago como "la única
alternativa que tiene el país para salir adelante". En una entrevista
realizada para el programa radial de las Madres, y que aquí reproducimos
en su totalidad, una nueva voz se suma a la convocatoria lanzada por la Asociación
Madres de Plaza de Mayo.
Acompañando la convocatoria lanzada por las Madres para la próxima
Marcha de la Resistencia por el "No pago de la deuda externa", ofrecemos aquí
la entrevista realizada para el programa radial "Ni un paso atrás" al
economista Claudio Katz, integrante del grupo de Economistas de Izquierda (EDI).
Las consecuencias que puede traer el planteo de no pagar la deuda en el contexto
de la guerra imperialista desatada por EEUU, sobre todo a partir del 11 de setiembre
de 2001, son analizadas por Katz como una oportunidad de confrontación
antiimperialista, debido a la gran tensión y polarización que
genera la escalada bélica. "En América latina va a empalmar la
lucha contra el ALCA, la lucha contra la deuda, la lucha contra la guerra en
un mismo combate común de los pueblos latinoamericanos", dice Con gran
crudeza y sencillez el economista califica a la deuda externa no sólo
como una "desgracia para toda la población, sino, como es sabido, un
fraude descomunal para la historia argentina. La deuda de 8000 millones pasó
a 160.000 millones en el curso de tres décadas y fue pagada 25 veces".
Además, desmitifica el tan mentado default caracterizándolo de
idiota, porque "tenemos todas las desgracias de la cesación de pagos,
sin ninguno de los beneficios", pues, a pesar de esta declaración formal,
el gobierno de Duhalde ha venido cumpliendo los vencimientos o consiguiendo
una reprogramación de los mismos.
En consonancia con el llamamiento de las Madres, Katz afirma que "pagar la deuda
es sinónimo de hambre, miseria y dolor, y no pagar la deuda, es la única
alternativa que tiene la Argentina para salir adelante". Sobre el final de la
entrevista el especialista destaca la centralidad e importancia de la consigna
de la próxima marcha el 11 y 12 de diciembre, porque "insistir en la
discusión de la deuda es vital..., es vital y además va a estar
en el candelero, va a estar en el escenario de los problemas argentinos de los
próximos meses.
Las Madres han convocado a la próxima marcha de la resistencia con la
consigna del "no pago de la deuda externa". ¿Qué significa en tu opinión,
pagar la deuda externa? ¿Qué oportunidades estamos perdiendo por seguir
pagando la deuda externa? Bueno, el pago de la deuda externa es no sólo
una desgracia para toda la población, sino como ya es bastante sabido,
constituye un fraude descomunal para la historia argentina. La deuda de 8000
millones pasó a 160.000 millones en el curso de tres décadas y
fue pagada 25 veces. Es un fraude ya probado, por lo tanto, es casi irrisorio
pensar que hay que ir al Tribunal de La Haya para que estudie la "legitimidad".
Simplemente hay que decidir no pagar, porque la continuidad del pago de la deuda
significa 19 millones de hambrientos en la Argentina, nueve millones de indigentes
y gente sin la posibilidad de educarse y tener un mínimo de dignidad
en la vida. La deuda, contra lo que muchos creen, se continúa pagando;
nosotros estamos en lo que algunos periodistas denominan un "default idiota".
"Idiota" porque tenemos todas las desgracias de la cesación de pagos,
sin ninguno de los beneficios, y como consecuencia de la deuda que se está
pagando, es que el país carece de los recursos necesarios para aumentar
salarios, mejorar el poder adquisitivo, recuperar la educación, recuperar
la salud y permitir una reconstrucción de la economía. Pagar la
deuda es sinónimo de hambre, miseria y dolor, y no pagar la deuda es
la única alternativa que tiene la Argentina para salir adelante.
Como vos decías, algunos pretenden seguir llevando el tema de la deuda
al Tribunal de La Haya. Se ha logrado por ahí el repudio jurídico,
demostrar el negociado y el delito que hubo detrás de la contracción
de esta deuda, ¿qué falta para lograr el repudio político de la
deuda? Si bien esto de "no pagar la deuda externa" era una consigna exclusiva
de la izquierda, hoy está extendida a amplias capas de la población,
¿no? Lo que ha cambiado es la percepción sobre las consecuencias del
pago de la deuda. En primer lugar porque todos los fetiches del neoliberalismo
se han desvanecido; nos decían que si dejábamos de pagar la deuda
podíamos perder..., se nos iban a embargar los aviones de Aerolíneas,
que la Argentina iba a quedar aislada del mundo., y bueno, se ha pagado la deuda
y verdaderamente estamos en una situación terrorífica. Por lo
tanto existe una conciencia, ya bastante desarrollada en la población,
acerca de las consecuencias que ha tenido la subordinación al FMI y el
pago de la deuda.
Lo que ahora está abierto es el debate sobre cómo se hace para
no pagar, incluso debates sobre la reducción de la deuda: "la quita",
la tan mentada "quita de la deuda", constituyen una alternativa que no implica
ninguna salida para el país. En el mejor de los casos si nosotros lográramos
una quita del 60 % de la deuda, una prolongación de los pagos, una reducción
de los intereses, estaríamos en la misma situación del plan Brady,
del "megacanje", es decir, las viejas recetas que ya hemos recorrido y que nos
han llevado a la situación actual. Por lo tanto, no pagar es una necesidad
de vida o muerte para el país, y es clave no sólo no pagar, quizás
-y yo creo que esto es importante subrayarlo- hay dos instancias importantes,
una es la decisión de no usar las reservas del país para girar
dólares al exterior, y otra que quizá es más importante,
es romper todas las negociaciones con el Fondo porque son esas negociaciones
las que condicionan todo el programa económico del país.
¿Y cuál sería el camino del no pago; en tu opinión, qué
cosas habría que hacer para el no pago? Pienso que básicamente
hay que tomar dos decisiones. La primera decisión es dejar de erogar
divisas como pago de la deuda, es decir, cesar el uso de reservas en el pago
de la deuda. Por ejemplo está previsto que para el presupuesto del año
que viene, el 22% de los gastos se destinen al pago de intereses. Bueno, poner
punto final a eso, no pagar más, y después romper toda negociación
con el Fondo, es decir poner fin a esta relación perversa.
Pero cuando digo romper toda relación, no pienso en una renegociación
futura o en reposicionar el país para una mejor tratativa dentro de unos
años. No.
Es poner punto final a esto, porque sino no hay política monetaria, política
de redistribución de ingreso, es imposible tener una política
de reconstrucción económica mientras negociemos con el Fondo.
Y las condiciones para implementar una medida de este tipo ya me parece que
son favorables, porque está probado que la desgracia de la deuda no está
acotada a la Argentina, es un problema regional, del Tercer mundo, lo que nos
ocurre a nosotros ya le ocurre a Uruguay, le puede ocurrir a Brasil y se aproxima
a Paraguay y a Colombia; es decir, hay condiciones internacionales para desenvolver
una política común de resistencia frente a los banqueros, creando
el contexto para una lucha común de toda América Latina por el
no pago de la deuda.
Después del 11 de septiembre, EE.UU. ha pisado el acelerador en cuanto
al desarrollo de la guerra imperialista a lo largo del mundo entero y es evidente
que el no pago de la deuda externa chocaría con intereses imperialistas,
¿qué escenario imaginás en un contexto de repudio de la deuda?
Bueno, mirá, si finalmente EE.UU. resuelve ir a la guerra, lo que parece
una alternativa cada vez más cercana, seguramente va volver a crear una
fuerte polarización mundial; es decir, EE.UU. está presionando
para alinear detrás del proyecto bélico a los países árabes,
a Europa -bueno, a la Argentina y a su gobierno títere ya los tiene de
entrada-. Pero ese tipo de agresiones imperialistas crean una fuerte tensión
mundial, una fuerte polarización mundial y por lo tanto refuerzan también
el bloque de países y de pueblos que intenten una alternativa de confrontación
con el imperialismo. Yo creo que más aún en una circunstancia
bélica el proyecto de una unidad latinoamericana de resistencia al ALCA,
es decir al proyecto de dominación colonial y comercial plena del imperialismo
en América Latina va a empalmar la lucha contra el ALCA, la lucha contra
la deuda, la lucha contra la guerra en un mismo combate común de los
pueblos latinoamericanos, pero además de todos los jóvenes y trabajadores
del mundo que participan en la protesta global. Es decir, hoy en día
la lucha de los pueblos del mundo está centrada no sólo en los
pueblos periféricos que resisten el imperialismo, sino también
en una reactivación de las luchas de la clase obrera en los países
centrales, (España, Italia), y en la existencia de un nuevo movimiento
de protesta global, que impide a los dueños del mundo reunirse en paz.
Entonces la confluencia de estos tres sectores puede dar en una batalla contra
el ALCA, contra la guerra y contra la deuda, favorecer el movimiento de una
resistencia mundial contra el imperialismo.
¿En el plano más práctico -digamos- de qué forma creés
vos que puede en nuestro país organizarse ese repudio de la deuda externa?
Bueno, la iniciativa que están adoptando las Madres de Plaza de Mayo
es bastante interesante, es decir, colocar el tema de la deuda en el centro
de las movilizaciones de fin de año no es un tema menor. Yo creo que
seguramente en los próximos meses vamos a tener nuevas movilizaciones,
en esta rebelión argentina en la cual confluyen piqueteros, jóvenes,
caceroleros, estudiantes, añadir al "que se vayan todos" un programa
preciso, de ruptura con el FMI y el no pago de la deuda puede significar un
avance importante. Creo que movilizaciones hay en Argentina, luchas hay en la
Argentina, resistencias hay en la Argentina, lo que no está todavía
muy definido es un programa nítido del "no pago de la deuda" y de ruptura
con el FMI como estandarte, como elementos definitorios del programa de esas
movilizaciones. Por lo tanto me parece que insistir en la discusión,
en la clarificación del problema de la deuda es vital, es vital y va
a estar en el candelero, va a estar en el escenario de los problemas argentinos
de los próximos meses.
Indefectiblemente...
Indefectiblemente, además por una razón muy sencilla, en los próximos
meses tenemos vencimientos muy importantes de la deuda con los organismos internacionales:
con el Banco Mundial y con el FMI, y ahí la Argentina va a tener que
tomar una decisión: si paga esos vencimientos con reservas, por lo tanto
si hacemos eso nos deslizamos hacia la hiperinflación, o si resuelve
entrar en default con los organismos internacionales. Es decir, estas presiones,
que realizan los "notables", Anne Krueger y Paul O'Neil, son porque en las próximas
semanas el problema de la deuda va a tensarse como un problema decisivo para
Argentina, y el tema va a estar en boca de la población, y lo importante
es que los que trabajamos en el campo popular, en las organizaciones de izquierda,
insistamos en esta idea: no pago de la deuda, ruptura con el FMI, son dos banderas
que tienen que estar presentes en toda movilización, en todo programa,
ya sea de una asamblea barrial, de una reunión de piqueteros, de una
marcha estudiantil. Insistir y subrayar la importancia de estas dos consignas.