A 35 años de su caída en combate el Che vive en cada piquetero en cada luchador en cada revolucionario
Acto unitario para reivindicar al Che, realizado el 11 de octubre de 2002 en la Plaza Congreso, ciudad de Buenos Aires.
Intervención de Hebe de Bonafini - Asociación Madres de Plaza de Mayo Cuando se plantean estos actos de homenaje, de recuerdo, de reafirmación de nuestros proyectos, porque los proyectos que tenemos las Madres, la Universidad, y muchos de ustedes son revolucionarios, y lo reafirmamos en estos actos. Convenciéndonos, diciéndonos a nosotros mismos qué es lo que queremos.
Y lo que queremos es ¡nada más y nada menos! que seguir el camino del Che, que es el camino de nuestros hijos.
¿Dónde estás, querido guerrillero? ¿En qué lugar estás en este momento? ¿Qué país te necesita más? ¿Cuba por el bloqueo? ¿Venezuela por el proyecto de la burguesía? ¿Colombia, con los compañeros liberando cada vez más territorio? ¿Nosotros, que estamos en un país que se cae a pedazos? ¿Los campesinos paraguayos? ¿Los Sin Tierra del Brasil? ¿Los zapatistas? ¿Quién te precisa más, querido guerrillero? Pero como sos tan grande, tan enorme, tan increíble, tan poderoso, ¡tu cuerpo, tu pensamiento, tus sueños, tus esperanzas, tu brazo armado, llegan a todos los lugares! ¡Gracias, querido Che por darnos tanta esperanza! ¡Gracias, querido guerrillero, que alumbrás y amparás a todos los jóvenes que en cualquier parte del mundo levantan tus banderas, usan tu camiseta, tu boina! ¡Se quieren aferrar a vos, a tu proyecto! En todas partes del mundo sos necesario un poquito...
Pero esta Latinoamérica ¡te precisa más que nunca! Y como algunos van a San Cayetano o van a la Virgencita de Itatí, ¡nosotros peregrinamos a tu querido corazón! ¡Ahí queremos llegar, ahí queremos estar! ¡Como en el corazón de nuestros hijos, que creían en tu lucha, que creían en tu fuerza, que creían en la liberación de Latinoamérica! Y por eso entregaron sus hermosas vidas, y están con vos, dándonos fuerzas a los que creemos que la revolución llegará a esta Latinoamérica.
¡Y nos liberaremos, y te llevaremos adelante, con nuestros 30.000! Y si no lo podemos llegar a ver, porque somos muy viejas, en donde estemos, por la ramita del árbol que podamos salir, ¡ahí vamos con vos: alumbrando, haciendo fuerza! ¡Estarán los pañuelos aunque no estemos las Madres! Estarán nuestros pasos aunque no estemos, y estarán nuestras plazas, que hemos tomado.
Porque los pueblos nos liberamos solamente en las calles, en las plazas, ¡No nos engañen! ¡No hay parlamento que libere, no hay ninguna votación que libere! No hay ninguno de estos sátrapas que nos vaya a liberar...
Somos los pueblos, que en las calles, en las plazas, en los puentes, en las asambleas y en los piquetes, con palos, con hondas, con lo que sea necesario, iremos, con el Che a la cabeza, con nuestros 30.000, diciéndoles a todos: ¡Aquí están! ¡No se fueron! ¡No pudieron con ellos! ¡No van a poder! ¡No nos vencieron! Los mataron, pero no los han vencido...
Porque por eso están ustedes, los compañeros piqueteros, esos compañeros aguerridos, que todos los días nos demuestran que no se van a agachar, que no se van a doblegar.
Así que este acto, este momento de recordación ¿por qué se hace en el día de su asesinato y no en el día que nació, que es el día más hermoso? ¡El día que su madre lo parió a este ser increíble! Las Madres vamos a tener que empezar a cambiar, y hacer el día y el acto en el día que nació este ser increíble, que nos demuestra todos los días que la guerrilla y la revolución ¡son posibles! Gracias.