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Brasil: la certificación neoliberal del gobierno de Lula
Por: Adrián Sotelo V.
Reseña: Ricardo Antunes, A desertificação neoliberal no Brasil (Collor FHC e Lula), Autores Associados, Sao Paulo, 2004
No pudo ser más atinado y oportuno el título del reciente libro del sociólogo brasileño Ricardo Antunes, A desertificação neoliberal no Brasil (Collor FHC e Lula). Pero más atinado es su contenido compuesto por 38 ensayos escritos con un estilo ágil, breve, claro y concreto que abarcan la historia política y electoral del Brasil contemporáneo desde la época del presidente Collor (1990-1992) y de Itamar Franco (1992-1994) pasando por los dos períodos presidenciales del sociólogo Fernando Henrique Cardoso (1995-2002) hasta el reciente gobierno (neoliberal) de Lula (2002-2006).
Si el autor no dice otra cosa, el eje temático que articula el libro se vertebra alrededor de la dicotomía-contradicción: crisis del capitalismo-alternativa socialista, atravesado por las dinámicas sociopolíticas que en Brasil van marcando los procesos y ritmos electorales post-dictadura militar (1964-1985) que marchan paralelos con la profundización de la crisis estructural de la economía, del peligroso incremento de la precarización del mundo laboral, del monumental ensanchamiento de la "clase que vive del trabajo", de la pobreza en todas sus modalidades y vertientes y de las desventajas que, en el plano internacional, va acrecentando para Brasil la aplicación de las políticas neoliberales, con mucha fuerza, en el gobierno petista de Lula, respecto a las flamantes naciones desarrolladas del capitalismo central en su actual fase de globalización neo-imperialista.
El libro ofrece una visión panorámica que da cuenta certera del proceso de democratización del país hasta el arribo del gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva cuando obtuvo 53 millones de sufragios que en 2002 corresponden a poco más del 30% del total de la población que en ese año ascendía a 175 millones de habitantes.
El libro quedaría inconcluso, como tantos otros que se han escrito sobre el tema, si no se propusiera revelar las profundas causas del desencanto de la población de un gobierno que después de dos años de haber arribado al poder no ha hecho otra cosa más que darle continuidad al proyecto neoliberal impuesto en el país desde la época de Collor de Melo.
En efecto, son varias líneas las que explicarían ese carácter neoliberal y continuista respecto a las políticas neoliberales de los gobiernos anteriores.
Destaco tres.
a) En primer lugar, se deben constatar las transformaciones experimentadas por el Partido de los Trabajadores (PT) en el curso de la década de los noventa que, en palabras del autor, refieren el hecho de que "El PT parece finalmente completar su ciclo y llegar a la madurez política: nacido en el seno de las luchas sociales, sindicales y de la izquierda al final de los años setenta, el joven partido surgía, entonces, sobre el designio de rechazo tanto al 'socialismo real' como a la socialdemocracia, sin migrar para el capitalismo. Su fuerza y vitalidad derivaban del fuerte vínculo con los movimientos y las fuerzas sociales del trabajo. La década de los ochenta, que tantos consideran la 'década perdida', para el mundo del trabajo fue un periodo de creación y avance. Basta recordar que allí florecieron, además del PT, de la CUT y del MST, una plétora de movimientos sociales y sindicales, del campo y la ciudad, que irrumpían por la base, cuestionando nuestra trayectoria cuasi pretoriana, autocrítica, cuyos estratos de 'arriba' expresaban un universo burgués, al mismo tiempo agresivo y medroso, elitista e insensible…En los años noventa, la década de la desertificación neoliberal en nuestro país, se abatió una tormenta sobre nuestro mundo del trabajo y sus núcleos orgánicos…El PT sufrió esa tempestad" (pp. 164-165).
Dicha tempestad se tradujo para el Partido de los Trabajadores, que históricamente se fundó en octubre de 1979 y para el propio dirigente Lula, en una transformación que partió de la moderación de sus planteamientos y políticas hasta la conversión y configuración de la contienda electoral en eje supremo de su actividad política, de la misma manera que otros partidos de ex-izquierda lo han hecho en los escenarios políticos latinoamericanos. En las palabras de Antunes, el resultado fue la conversión del PT de ser "un partido de izquierda contra el orden