La presentación de la obra, fue "la excusa para reunir a estos luchadores", como expresara el mismo autor, se realizó en el aula magna de la Facultad de Filosofía y Letras de Buenos Aires, el pasado lunes 11.
Participaron Osvaldo Bayer, Luis Mattini, Raúl Godoy (Zanon, Neuquén) Alberto Spagnuolo (MTD, de Solano) Pepino Fernández ( Unión de trabajadores de Mosconi, Salta), y Ángel, (Mocase, Movimiento de Campesinos de Santiago del Estero).
Cada uno de ellos, describió sus apreciaciones sobre el contenido del libro. Más allá de encasillarse en una "crítica" a la quizás nos tienen acostumbrados en estos casos, esta presentación, convocó al conocimiento de lo que ocurre en nuestro país, y sin mayores preámbulos, se oculta, por omisión o complicidad, de los Grandes Medios, que no estuvieron presentes ese día, como no lo están acompañando en cada reclamo o movilización para difundirla, por el contrario se prestan a "deformar" lo que realmente sucede cuando el pueblo grita su agonía y es reprimido a mansalva.
Una aguda autocrítica, deberíamos formularnos los periodistas, a partir del descubrimientos de estos movimientos populares, del surgimiento de nuevos actores sociales que trabajan paralelamente a las funciones del estado, un estado desmembrado, que canaliza los intereses de la dirigencia funcional a un sistema neoliberal, que no ha hecho más que protegerse, destruyendo los lazos comunitarios, la sociedad no solo asiste al quiebre de sus valores, sino también se revela.
Ellos no asisten a universidades, no debaten con grandes teóricos, economistas ni filósofos, no hacen pronósticos, viven la miseria material y humana en que los sumerge hoy la corrupción política, y son sabios.
Basta con escuchar al representante de Santiago del estero, quien narró cómo vive el campesinado en esa provincia, luchando por ganar una única posición, "el derecho a la vida", mientras son arrasados sus "ranchos" y obligados a replegarse, con la pretensión de que renuncien a sus tierras, ¿qué puede hacer un hombre sin su tierra? ¿quién posee mayor derecho a ella que quien la trabaja, la cuida y la respeta? Hombres, mujeres y niños, se unen en defensa de la vida, cuestión que los gobiernos han perdido de vista...
Aprendimos que Gral. Mosconi, Salta, es el segundo productor de gas, y una garrafa allí cuesta $27, no hay agua... no hay hospitales...el 97% son trabajadores de YPF, y cobraban $0,98 la hora de trabajo...
En Mosconi, aúnan esfuerzos, por ejemplo, con los escasos planes trabajar, producen, construye casas, salas de primeros auxilios, viveros para forestar lo que talan indiscriminadamente compañias extranjeras con la anuencia del gobierno, demostrando una capacidad de autogestión, comparable a la que realizan lo trabajares de Zanón en Neuquén.
Esta empresa violaba derechos nativos, apropiándose de su tierra ( arcilla) y explotaba al Mapuche,mucho antes de dejar a todos sus trabajadores en la calle.
Desde hace ocho meses, una prueba de que se puede trabajar en armonía y respeto a la vida (siempre se puede apreciar un renovado redescubrimiento de lazos solidarios en cada movimiento popular), la empresa produce, se alió al "indio", es más que una anécdota el hecho de que nuevas líneas de cerámicos llevan el nombre de líderes mapuches, este es un rasgo de identidad, que justamente el neoliberalismo aplasta, en la búsqueda de borrar la memoria colectiva de los pueblos.
Alberto Spagnuolo, el ex cura párroco de Solano, que abandonó el camino trazado por la iglesia para seguir quizás el camino de Cristo, estar junto al pobre, el marginado social, el que no tiene medios y sin embargo lucha también por el derecho a la vida, habló sobre los perseguidos, explicó la necesidad de unión del pueblo argentino para enfrentar los estragos del capitalismo, que esgrimiendo la utopía del derecho y la libertad, con la ayuda de los gobiernos de turno, matan y despojan de toda esperanza y manipulan luego la información...
Luis Mattini, escritor, abrió el debate sobre crear verdadera conciencia de lo que se está gestando en el país, el ver más allá de las fronteras y no reconocer nuestras propias miserias... El pasado se repite. La gente no ve el hecho si no hay "muertos", eso sacude, solo un momento, se pierde de vista la lucha cotidiana, los cambios, las necesidades encubiertas...enfatizó lo perfecto del título "la política está en otra parte" está acá...
Osvaldo Bayer se mostró emocionado, reconociendo en estos movimientos, el transcurrir de la historia argentina, el volver a la búsqueda, a la lucha por los derechos.
Se unieron en una mesa, los teóricos, los intelectuales, los que luchan desde una columna periodística o las páginas de un libro, los que escriben artículos brillantes, mano a mano, con los que "actúan", con los que accionan desde sus humildes viviendas y escasas "posesiones", durante todo el evento se habló sobre el "derecho", a la vida, ni más ni menos. El Derecho más violado en la Argentina.
Consejo: imprescindible leer el libro.