Juan Jaime Hernández
El Universal
El director greco-francés Constantino Costa-Gavras, en cada una de sus películas, ofrece una mirada crítica a la sociedad actual, ni Estados Unidos ni el Vaticano han escapado a sus agudas observaciones.
El también guionista y productor nació en Grecia el 12 de febrero de 1933 y estudió cine en Francia. Desde ese entonces, hasta la fecha, polémicos largometrajes como Amén (2002) o Las ratas (1958) lo han puesto en la mira de los críticos.
Entrevistado en su residencia de París el cineasta deja escapar en cada una de sus respuestas esa percepción mordaz de la situación política del mundo.

Supongo que usted tendrá una opinión respecto a la detención y encarcelamiento de 75 intelectuales, dirigentes políticos y hasta periodistas que han sido acusados de alta traición. Tendrá una posición sobre las ejecuciones que se están produciendo en La Habana .

¡Por supuesto!... Creo que no es aceptable. Repudio estas detenciones, pero en el caso de Cuba una condena contra su gobierno implica muchas otras cosas. Supongo que estamos hablando de cosas distintas. Yo personalmente creo que si comparamos a Cuba con algunos países de América Latina nos daremos cuenta de que la isla ha hecho cosas buenas en el ámbito cultural, médico, educativo, etcétera.

Si uno visita, como yo he hecho, Cuba y Argentina, encontrará diferencias profundas. En Argentina la situación ha llegado a una situación increíble. Hay quien dice que la diferencia está en la libertad que no se vive en Cuba. Pero yo digo, ¿qué tanta libertad se puede tener en un país como Argentina donde un joven gana menos de un dólar al día? ¿Qué tanta libertad y ventajas pueden tener los cartoneros de Argentina?

¿Quién habla de los cartoneros de Argentina?¿Alguien habla de esos seres desposeídos y condenados por un sistema que les ha marginado? ¡Nadie habla de ellos! ¡Nadie! Parecen ser un asunto un tanto folclórico y nada más...

Ahora bien, es importante remarcar que, sin justificar lo que actualmente está ocurriendo en Cuba, es importante discutir sobre las fórmulas en que ese país puede mejorar su situación actual.

¿Pero usted cree que Castro no debería de haber trabajado desde hace mucho tiempo en favor de la autorreducción de su poder? ¿No cree que ha retrasado mucho un proceso de transición?
(Costa-Gavras lanza un enorme suspiro antes de contestar). El problema con Cuba es que, si se precipitan las cosas, los cubanos de Estados Unidos no tardarían mucho en apoderarse de la isla. Cuba volvería a convertirse en el burdel que fue antes de la Revolución. No sé, no sé.

Ahora bien, también es muy cierto que el hecho de permanecer durante demasiado tiempo en el poder, antes o después se convierte en un enorme problema. Hay que preparar a otras generaciones para que asuman el mando, con una filosofía más moderna y más flexible que se ajuste al cambio de los tiempos. Pero no deja de ser un tema complejo.

Si yo tuviera la oportunidad de ver a Fidel Castro un día de estos (porque lo he visto pero sólo hemos hablado de cine) le preguntaría precisamente eso...

¿Y qué le preguntaría concretamente?

Le diría que hay una generación que se ha preparado para hacerse cargo del futuro de Cuba. Él y yo somos más o menos de la misma edad. Le preguntaría cuándo se va a producir el cambio. El cambio es necesario, porque con la edad, con los años, hasta la cabeza empieza a funcionar mal.

Cambiemos de tema y hablemos de su vieja relación con la Iglesia. Usted ha dicho alguna vez que trató de encontrar a Dios, pero que en realidad a quienes finalmente encontró fue a sus representantes en la Tierra. ¿Cómo se lleva con los hombres de la Iglesia? ¿Sigue siendo agnóstico? ¿Ateo?¿Ha necesitado alguna vez de Dios?

La Iglesia, como pasa con los militares, cree que siempre tiene la razón. Nosotros, te dicen, siempre tendremos la razón y nunca seremos capaces de cometer falta alguna. ¿Y esto qué quiere decir? Pues entre otras cosas que los hombres de la Iglesia son superiores al resto de los mortales. Pero no es así. Los hombres de la Iglesia son tan humanos como todos nosotros.

Pero, si ellos insisten en erigirse como representantes de Dios y se hacen cargo de juzgar al resto de la humanidad, pues supongo que tendrán que tener una mayor responsabilidad en el ámbito moral y ético. Como sucede con los políticos a quienes deberíamos exigir más y castigarles con ejemplaridad porque ellos son los elegidos y representantes del pueblo.

Los hombres de la Iglesia se dicen intocables. Y se creen intocables porque nunca aceptarán haberse equivocado.

¿Cree usted que la denuncia implícita que aparece tanto en Amén" como en el filme mexicano "El crimen del padre Amaro" contra una Iglesia que no sólo es indiferente o cómplice desde el silencio, sino que se dedica a encubrir sus propios errores y pecados, es la causa de tanta protesta y exasperación de los sacerdotes?
Evidentemente. Porque en esos filmes queda clara su condición humana. Sus errores y debilidades. Y ahí estan la larga lista de escándalos que han tocado a la Iglesia, como la pedofilia, que han puesto en evidencia las debilidades y la condición humana de algunos de sus integrantes Regresando a "Amén", la película que quizá más polémica desató en los últimos tiempos, hay una larga lista de detractores que le señalan como el portavoz de la leyenda negra contra Pio XII...

Pero si yo no tengo nada personal contra el papa Pio XII. La película sólo quizo retratar un episodio dramática de nuestra historia en la que un Estado, el alemán, decide el exterminio del pueblo judío. Y el papa Pio XII no dijo nada. Eso es un hecho.

También hay quien asegura, como el historiador italiano Andrea Tornielli, que Hitler ordenó en 1943 la destrucción del Vaticano y la deportación de Pio XII por haber ayudado a los judíos .

Bueno, Hitler era un loco capaz de todo. ¿Qué me quiere decir con esto?

Pues que esta versión se contrapone con la tesis de su película. Es decir, usted presenta a Pio XII como un hombre que no ayudó a los judíos cuando hay un buen numero de historiadores que dicen lo contrario . Bueno, algunos historiadores, muy cercanos al Vaticano dicen esto. Pero para otra inmensa mayoría de historiadores no hay ninguna prueba que sustente esta tesis. Usted sabe que incluso el Vaticano ordenó hace cinco años la creación de una comisión para esclarecer el caso. Pero, después de tres años, la comisión se separó sin poder decidir nada al respecto. Entre otras cosas porque los archivos del Vaticano permanecen cerrados. ¿No es un tanto extraño esto?

¿Cuándo veremos más producciones cinematográficas sobre los crímenes y deportaciones de los campos de refugiados palestinos? Hasta el momento parece ser que el recuerdo del Holocausto judío nos impide ver la tremenda desgracia que está ocurriendo en los territorios ocupados en Gaza y Cisjordania .

Bueno, yo ya he hecho una película, Hanna K , hace ya más de 15 años, en la que abordo de alguna manera este problema. Pero el asunto es que esta obra ha sido muy poco vista. Y en ese filme, en unas de las últimas escenas, barrunto lo que de hecho ha pasado en esa zona. Es decir, que se ha impuesto la lógica militar, y se ha olvidado la vía de la negociación política.

Dicho esto, creo importante decir que no es posible establecer un paralelismo entre el Holocausto judío y lo que ha ocurrido en los territorios ocupados. Entre otras cosas porque cada caso tiene su propia lógica histórica. Y aquel que pretenda establecer un paralelismo, creo que no le estará ofreciendo un buen servicio ni a la memoria del Holocausto ni a la causa palestina.

¿Imaginó usted que alguna vez el título de su película "Estado de sitio" alcanzaría un significado a escala planetaria? Me refiero por supuesto a la cruzada de Estados Unidos contra el terrorismo internacional y a su doctrina de guerra preventiva que ya ha puesto en práctica en Irak...

Lo cierto es que no... El problema hoy sigue siendo la estrepitosa caída del modelo socialista y el fin del sueño comunista. Las cosas no cambiaron como algunos esperaban, y esto ha dado pie a una poderosa tentación unilateralista de quienes se creen los vencedores. Hoy experimentamos un monstruoso proceso de concentración total. Con un gobierno como el de Estados Unidos (ojo , no hablo aquí del pueblo, sino del gobierno de la Unión Americana), que por cierto no ha sido electo de manera muy democrática, que fue producto de una elección absurda donde la diferencia entre demócratas y republicanos fue tan sólo de 60 mil votos, se plantea un absurdo total para un país que se dice vanguardia de la democracia occidental.

Vivimos un momento en que la ONU, que desde mi punto de vista es la esperanza de la comunidad internacional, ha sido debilitada enormemente. Y esto es muy grave porque las Naciones Unidas son un instrumento indispensable para la paz y la estabilidad mundial porque, cada día, la comunidad internacional se enfrenta a problemas más graves, explosivos y complejos.

La ONU ha sido debilitada por la decisión de un solo gobernante que ha decidido darle la espalda y resolver sus problemas (que son en buena medida problemas de todos) en función únicamente de los intereses de su pueblo. Sé que esta posición es respetable hasta cierto punto, pero marginar a toda la comunidad internacional de una solución que concierne a todos es muy grave.

Yo no lo puedo aceptar. No puedo aceptar que un solo hombre, un solo gobernante se haya erigido en el jefe de la comunidad internacional por sus pistolas , porque él tiene los tanques y los portaaviones.

Aparte de las armas yo no veo otra razón.

Supongo entonces que habrá estado de acuerdo con el presidente Chirac en su confrontación con la Casa Blanca por la guerra de ocupación en Irak...

Absolutamente... tendríamos que haber encontrado una solución entre todos en el seno de la ONU. Los grandes con los chicos; los débiles con los poderosos tendríamos que haber encontrado una solución pacífica para Irak.

¿Y hasta cuándo puede durar esta situación de estado de excepción en todo el planeta?

No va a durar mucho. No puede llegar a buen puerto. Jamás un poder de corte absolutista lo ha conseguido. Jamás, a lo largo de la historia de la humanidad, los regímenes, gobernantes o los dirigentes de tentaciones absolutistas han conseguido perdurar. Lo intentó el primer cristiano cuando quiso que todo el mundo abrazara la fe cristiana y tuviera las mismas ideas. Después vinieron los musulmanes y querían que todo el mundo adoptara sus creencias.

Luego vinieron los nazis y los comunistas. Y querían que todo el mundo se volviera nacionalsocialista o comunista. Pero todos fracasaron. Ahora, por lo visto, le toca a los capitalistas. Ahora Estados Unidos quiere que todo el mundo viva bajo el capitalismo al más puro estilo americano. Quieren imponer un capitalismo agresivo, violento, unilateral.

Pero esto no puede ni va a funcionar. ¿Cuántas víctimas más se producirán en este empeño? Porque no nos olvidemos de las víctimas que se siguen produciendo todos los días en distintas partes del planeta...

A propósito de tentaciones absolutistas y de empeños por eternizarse usted sabe que apenas esta semana se acaba de estrenar la película "Comandante" de Oliver Stone. El documental no ha estado exento de críticas y hay quien asegura que el filme es producto de la mutua seducción entre Castro y Oliver Stone. Hay quien considera que Stone ha sido demasiado condescendiente con Fidel Castro en momentos en que la situación de los derechos humanos en la isla es más que criticable...

Bueno, no sólo Oliver Stone ha ido a Cuba. Lo han hecho otros directores como Francis Ford Coppola y yo mismo, y nunca vamos con la intención de glorificar o enaltecer las condenas del gobierno cubano. Yo aquí tendría mucho cuidado de no dar pábulo y fomentar las críticas que vienen de un grupo de intelectuales de Europa y Estados Unidos obsesionados por su causa anticastrista, porque esos mismos que hoy critican a Cuba no han condenado ni criticado a China, por ejemplo. Hace poco me pidieron sumarme y firmar una carta de condena contra el gobierno de Fidel Castro, pero no quise poner mi rúbrica porque les dije que en esa carta yo no veía ninguna referencia o petición de condena contra otro régimen dictatorial o a favor de países que sufren en medio de la violencia, como Colombia.

Lo que sucede en Colombia es terrible y nadie se organiza con la firma de cartas de apoyo o condena...