¿Es Irak o qué?
Por Juan Gelman
"The Project for the New American Century" (Proyecto para el nuevo siglo estadounidenses)
se autopresenta como "una organización educativa sin fines de lucro"
que parte de premisas nada oscuras: "Que el liderazgo de EE.UU. es bueno tanto
para EE.UU. como para el mundo; que ese liderazgo requiere poderío militar,
energía diplomática y compromiso moral". Publica documentos y
lleva a cabo conferencias y seminarios para explicar "lo que el liderazgo estadounidense
entraña". Brega por reunir voluntades que apoyen una "vigorosa política
de implicación internacional de EE.UU." y estimula la realización
de "debates útiles en torno de la política exterior y de defensa
y el papel de EE.UU. en el mundo". Preside el organismo William Kristol, ex
asesor de la fraudulenta Enron que fue apodado "el cerebro de Dan Quayle" cuando
se desempeñó como asesor de ese vicepresidente de EE.UU. que no
vacilaba en justificar sus ignorancias ortográficas con citas inexistentes
de Mark Twain. Hasta aquí, todo normal, como dicen los franceses: el
Proyecto sería uno más de los grupos que alimenta una derecha
recalcitrante e intervencionista. Pero no.
En el año 2000 –revela The Atlanta Journal-Constitution del domingo pasado–
Kristol convocó a 27 "cerebros" y ex funcionarios de Reagan y Bush padre
para elaborar un informe que titularon "Reconstruir las defensas de EE.UU.":
propone lisa y llanamente el establecimiento de la "Pax Americana" en todo el
planeta, léase "dominación mundial". El documento guarda parecidos
no casuales con el plan de Estrategia de Seguridad Internacional que Bush hijo
presentó el 20 de setiembre de este año. Por algo seis de aquellos
27 redactores hoy ocupan cargos clave en Washington: el superhalcón Paul
Wolfowitz es subsecretario de Defensa; John Bolton, subsecretario de Estado
para control de armamentos y seguridad internacional; Eliot Cohen, consejero
político del secretario de Defensa Donald Rumsfeld; Lewis Libby, jefe
de asesores del vicepresidente Dick Cheney; Dov Zekheim, subsecretario de Defensa
y contralor de finanzas del Pentágono; Stephen Cambone, director de la
oficina de programación, análisis y evaluación del Departamento
de Defensa.
El informe del 2000 indicaba que para preservar la Pax Americana, las fuerzas
armadas estadounidenses tendrían que efectuar "labores policiales" en
todo el mundo y subrayaba que la tarea "exige el liderazgo político de
EE.UU. más que el de las Naciones Unidas". El plan estratégico
del 2002 proclama de manera contundente que Washington debe practicar "el internacionalismo
estadounidense", que consiste en desechar la opinión ajena si no se adhiere
a los intereses y las voluntades yanquis, como es evidente en los manejos y
discursos de Bush hijo en cuanto a Irak. El informe del 2000 recomendaba el
retiro de EE.UU. del tratado de limitación de los sistemas de misiles
antibalísticos firmado con la entonces URSS en 1972. Bush hijo se retiró.
El informe del 2000 afirmaba que era imprescindible que EE.UU. instalara donde
no existieran bases militares permanentes en Medio Oriente, el sudeste europeo,
América latina y el sudeste asiático. El plan del 2002 dice que
"EE.UU. necesitará bases y estaciones dentro y más allá
de Europa Occidental y del nordeste de Asia". Lo cual explicaría el "misterio"
del despliegue de tropas norteamericanas en las Filipinas, Georgia, Uzbekistán,
y el envío de más asesores militares a Colombia.
El informe del 2000 identificaba claramente a Irán, Irak y Corea del
Norte como los primeros regímenes que debían derrocarse a corto
plazo. Bush hijo fabricó con esos países "el eje del mal". El
informe del 2000 aconsejaba aumentar los gastos de defensa del 3 al 3,8 por
ciento del PBI. Bush hijo ha solicitado para el año que viene la aprobación
de un presupuesto de defensa de 379.000 millones de dólares, es decir,
casi exactamente el 3,8 por ciento del PBI estadounidense. El informe del 2000
preconizaba la cancelación de programas obsoletos como el sistema de
artillería "Crusader" y el desarrollo de cabezas nucleares pequeñas
y capaces de penetrar profundamente en los subsuelos a fin de destruir los bunkers
"de nuestros adversarios potenciales". Hoy Rumsfeld persigue lo primero y la
Cámara de Representantes ha dado el visto bueno a lo último. Por
ejemplo.
"Cristal clear" exclaman en EE.UU. cuando algo está más que claro.
Como el hecho de que la "guerra antiterrorista" lanzada por Bush hijo y su próximo
ataque a Irak obedecen a un designio de dominación mundial muy anterior
a los atentados del 11/9. Los autores del documento del 2000 reconocen su abultada
deuda con un plan que en 1982 Bush padre dejó trascender y que proponía
idénticos fines con base en el mismo postulado: lo que es bueno para
EE.UU. tiene que ser bueno para el mundo. Los círculos políticos
de entonces rechazaron de plano ese proyecto y Bush padre lo cajoneó
rápidamente. Bush hijo lo devolvió a la luz gracias al inhallable
Osama bin Laden, ex –¿ex?– hombre de la CIA.