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Juan Gelman

Bondades


Por Juan Gelman
Pagina12


Es evidente en Irak el cambio de estrategia de la Casa Blanca: de la pacificación ha pasado a la guerra. En los primeros dos tercios de este noviembre la resistencia iraquí ha infligido más de 70 bajas a las tropas ocupantes, una cifra pareja a la de los caídos en el mes de abril, el más mortífero para los invasores. ³Sentimos que el enemigo ha comenzado a actuar con un poco más de impunidad de la que queremos que tenga², manifestó el general de brigada Martin Dempsey, comandante de la 1ª división blindada (AP, 19-11-03). Agregó: ³Aumentamos un poco las apuestas para plantar las semillas de la duda en sus mentes². Ya no se trata, entonces, de ganar ³las mentes y los corazones² de los ocupados: hay que infundirles temor.
El aumento de ³las apuestas² consiste en varios operativos de espesor en el centro y norte del país con blindados, artillería pesada, helicópteros y cazabombarderos F-15 y F-16 que han arrojado bombas de hasta una tonelada ­la más poderosa del arsenal aéreo yanqui­ sobre ³objetivos terroristas² y ³guaridas de insurgentes². De paso: uno de esos operativos fue bautizado ³Martillo de hierro², el mismo nombre de una operación abortada de la Luftwaffe que se proponía destruir las plantas de energía soviéticas de Moscú y Gorki en 1943. Un funcionario del Pentágono dijo desconocer esa coincidencia (Reuters, 18-11-03). Es posible. De todos modos, la similitud con los métodos nazis pasa también por otro lugar.
Los terroristas se inmolan y los guerrilleros iraquíes atacan y desaparecen. Quedan a mano los civiles. Awja, en las afueras de Tikrit ­ciudad natal del autócrata Saddam Hussein­, es una población que los ocupantes encerraron con sacos de arena, barricadas de concreto, un nido de ametralladoras y alambradas de púas. Sólo pueden salir y entrar los que poseen una identificación emitida por los ocupantes (The Independent, 18-11-03). No es el único parecido con lo que padecen los palestinos en la Franja de Gaza y la Ribera Occidental. El sábado 15-11 y domingo 16-11 efectivos estadounidenses destruyeron con helicópteros y tanques 15 casas de ³familiares de sospechosos de ser guerrilleros² en Tikrit y pueblos aledaños. Hasta Hamed Hmode, miembro del consejo de gobierno local, designado a dedo por los ocupantes, condenó las demoliciones: ³¿Cómo puede ser tan ligero un gran Estado como EE.UU.? Nos preguntamos por qué ha descendido a ese nivel. Es invierno y están dejando en las calles a mujeres y niños inocentes². Pero el vocero de la 4ª división de infantería estadounidense, mayor Gordon Tate, explicó que son acciones contempladas por ³las normas de la guerra² y subrayó: ³Estamos enviando un mensaje, les estamos mostrando que estamos aquí² (The Washington Post, 19-11-03).
Que están ahí bien lo saben los civiles iraquíes allanados y detenidos arbitrariamente o al azar. O algo peor: en Bagdad una patrulla norteamericana abrió fuego contra los clientes que en un mercado de armas estaban probando pistolas; hubo tres muertos, entre ellos un niño de 11 años (Los Angeles Times, 18-11-03). El lunes 17 corrieron la misma suerte seis habitantes de Ti-
krit sospechados de insurgentes. ³Tienen que saber (los iraquíes) que, si ayudan y dan apoyo material y santuarios al enemigo, serán tratados de la misma manera que los elementos subversivos², aclaró el mayor Douglas Vincent, también de la 4ª división de infantería. ³No dejaremos que los rebeldes bailen en nuestro territorio², se explayó el teniente coronel Steve Russell, comandante del batallón 1-22 de dicha división (nótese el posesivo en primera persona del plural). Phillip Mitchell, experto del Instituto de Estudios Estratégicos de Londres, estima que ³esta clase de acciones en realidad producirán odio² y empujarán a la población ³a aliarse con la insurgencia² (Reuters, 18-11-03). La inteligencia yanqui sobre la resistencia iraquí es casi inexistente y no son muchos los que aguantan que la sospecha mate.
Bush hijo busca ahora acelerar el traspaso del gobierno a manos iraquíes y, aunque escasean los aliados dispuestos a enviar tropas, habla incluso de reducir los efectivos estadounidenses en Irak. Pero sería erróneo suponer que está pensando en retirarse. Es un cambio de estrategia del Pentágono: tal vez menos hombres, pero más apoyo aéreo y más bombardeos y más poder de fuego en esta nueva fase de la guerra. Aumentarán los llamados ³daños colaterales², pero eso no preocupa a los mandos ocupantes, que ni siquiera se molestan en registrar el número de civiles iraquíes muertos durante y después de la invasión. El general Vincent Brooks, del Comando Central estadounidenses ya había dado nitidez al tema en el mes de abril, apenas comenzada la invasión: ³En todos los casos, causamos una destrucción considerable a cualquier fuerza con la que entramos en contacto. No vale la pena medir (esa destrucción) en cifras. Francamente, no estamos allí para contar cadáveres².
Por esos días, el presidente Bush declaraba enfático: ³Los ciudadanos de Irak están conociendo la clase de personas que hemos enviado a liberarlos. Las fuerzas estadounidenses y nuestros aliados tratan a los civiles inocentes con bondad². Se ve, se ve.