Economía
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PETROCARIBE, el salvavidas de la región
Hedelberto López Blanch
Con los precios alucinantes del petróleo que en las últimas semanas han alcanzado niveles entre 60 y 70 dólares por barril parecía que las pequeñas islas del Caribe sufrirían un demoledor golpe y caerían en una crisis insostenible.
Con esos costes en el mercado internacional, solo Trinidad y Tobago y Barbados, el primero productor de crudo y el segundo refinador de combustible, hubieran flotado ante los embates de ese huracán petrolero.
PETROCARIBE, una iniciativa venezolana que adopta posiciones más justas en el intercambio comercial en beneficio del desarrollo social de los pobres, ha extendido su mano para sacar a las islas del Caribe de una casi segura crisis económica apocalíptica.
Esta bisoña institución, que nació el 29 de junio pasado en Puerto La Cruz, Venezuela y tuvo su Segunda Cumbre el 5 de septiembre en Montego Bay, Jamaica, es parte de la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA) que propugna la integración de la región desde posiciones muy favorables para las naciones más pobres del hemisferio y marcha en sentido opuesto al Area de Libre Comercio para las Américas (ALCA) que impulsada por Estados Unidos trata de recolonizar a Latinoamérica.
Los convenios previstos establecen que Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA) suministrará en total 200 000 barriles de crudo y sus derivados diarios a las 13 naciones firmantes.
Por ejemplo, Jamaica, que rubricó un acuerdo bilateral 10 días antes de la Segunda Cumbre durante una breve visita del presidente Hugo Chávez a esa isla, ya comenzará a recibir en este mes 21 000 barriles diarios de petróleo con las bondades ofertadas por Venezuela para su adquisición.
Durante el encuentro de PETROCARIBE, los jefes de Estado y de Gobierno suscribieron acuerdos parea las condiciones de suministro mientras los ministros del ramo ajustaron y firmaron cartas de intención para la creación de compañías mixtas entre PDV Caribe y las empresas estatales de las otras 13 naciones participantes.
Chávez reiteró en el evento que Venezuela tiene la mayor reserva del crudo en el mundo con 300 000 millones de barriles y con una política consecuente puede garantizar el suministro de combustible al Caribe y a otros países de Latinoamérica por más de cien años.
Significó el presidente bolivariano que con espíritu de solidaridad y hermandad, se está avanzando en las propuestas para concretar el camino de la unión regional a fin de conseguir la verdadera libertad y derrotar la pobreza y la miseria de estos pueblos.
La Declaración de Montego Bay subraya que PETROCARIBE tiene como objetivo fundamental contribuir a la seguridad energética, al desarrollo socioeconómico, a la integración y transformación de las sociedades latinoamericanas y caribeñas.
De esa forma, explica, esta concebido como un proyecto integral que promueve la solidaridad entre estas sociedades y la eliminación de las desigualdades sociales; para mejorar la calidad de vida y la participación efectiva de todos los pueblos en la determinación y construcción de su propio destino.
Caracas aportó, durante la constitución en junio pasado del ALBA-Caribe, un fondo de 50 millones de dólares para proyectos específicos en el área social y de desarrollo y en la Segunda Cumbre se anunció la formación de otro que saldrá de los ahorros generados por las propuestas de PETROCARIBE, el cual será administrado por cada miembro.
O sea, cada vez que un país liquide porcentajes de los pagos aplazados, una parte formará el fondo que debe servir para impulsar programas de desarrollo económico y social, fomentar la capacidad y el empleo, incrementar las actividades productivas y los servicios, mejorar la asistencia médica pública, la educación, la cultura y el deporte.
Algo fundamental que sobresale en esta recién creada sociedad es que ha pasado inmediatamente de las palabras y las rúbricas a la acción pues ya varios países reciben el crudo sin que medie, como manifestó el primer ministro jamaicano Percival Patterson, ningún tipo de presión política.
Además, PETROCARIBE permite el enlace a otras áreas de colaboración como el programas Milagros, llevado a cabo por la República de Cuba mediante el cual más de 70 000 personas procedentes de América Latina y el Caribe han recibido atención gratuita en la Isla y recobrado la visión.
Está previsto que estos programas continuarán incrementándose no solo con operaciones quirúrgicas sino también en la formación de médicos que estudiarán tanto en La Habana como en Caracas para después regresar a sus países de orígenes como ya lo han hecho casi 2 000 graduados de la Escuela Latinoamericana de Medicina de Cuba.
Esta unión latinoamericana y caribeña aspira además a impulsar la alfabetización de una gran cantidad de personas que no saben leer ni escribir, promover el deporte entre nuestros pueblos y alcanzar una verdadera plataforma de integración en la región.
Ante las reales ventajas para los pueblos del área que impulsa el ALBA a través de Venezuela y Cuba, cada día le será más difícil al ALCA buscar partidarios y los que se acojan al proyecto estadounidense, tarde o temprano se deberán apartarse si no desean perder hasta su propia soberanía.