Economía
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El caos planificado
Isidro Herrera Hernández
IAR Noticias
Por medio de la desestabilización financiera, o de la marea programada de las "revoluciones naranja", la estrategia de Washington en Asia central apunta a fracturar y desmembrar las fronteras nacionales de sus más importantes rivales geoestratégicos: China, Rusia e India.
Los resultados de las Revoluciones de Terciopelo en Asia Central las ubican como una auténtica provocación geopolítica, cuyas consecuencias han transformando radicalmente el equilibrio hegemónico en Eurasia y han encaminado la estrategia neoconservadora hacia una irreversible confrontación.
Aunque algunos piensen que el antiguo Turkestán será "democratizado" según las pautas del neoliberalismo central banquero, Asia Central ha emprendido un proceso definitivo de integración con Rusia y China para contener el avance de la Revolución Democrática Neoconservadora y Neoliberal.
Para muestra de tal convergencia geopolítica basta mencionar la mega estratégica reunión entre el presidente de Uzbekistán, Islam Karimov y su homólogo chino, Ju Hintao quienes, a escasos días de que la primera fuera sometida a un proceso de desestabilización y caos programado, firmaron acuerdos estratégicos sobre cuestiones de seguridad mutua frente a amenazas externas, como fuerzas separatistas y movimientos guerrilleros supranacionales.