"Conocer al enemigo es la mejor forma de comenzar a combatirlo"
Ricardo Molinas
Por Hugo Alberto de Pedro
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Memoria y provocación
Un día 26 de junio del 2002 en la estación ferroviaria de Avellaneda, a solamente unas cuadras del puente homónimo, caían muertos Darío Santillán y Maximiliano Kosteki en medio de una represión salvaje ordenada por el gobierno del senador-presidente Duhalde, cuya investigación y sanción a cinco meses se encuentra perdida en los vericuetos de la injusticia argentina, que a la hora de investigar los abusos del poder o de las fuerzas de represión demuestra una incapacidad (żO quizás no?) que aterra a quienes somos simples ciudadanos. Desde ya, que no para aquellos que gozan del privilegio de ser políticos, funcionarios o poderosos.
Hace dos días, el 26 de noviembre, la rápida y eficiente jueza Servini de Cubría (żO quizás que cubría?) no ha dudado en ordenar que muchos más de los 12.000 manifestantes concentrados en el puente antes mencionado sean revisados y cacheados -como si fueran delincuentes o elementos subversivos- antes de dirigirse hacia la Capital Federal con destino a dos plazas públicas, como son la de Los Dos Congresos y la de Mayo. La jueza federal, nombrada por Menem y Duhalde en noviembre de 1990, demuestra que tiene tiempo suficiente para apartarse en la investigación de los hechos aún no esclarecidos que causaron la muerte a muchos civiles el 19 y 20 de diciembre pasado.
La convicción y la fortaleza impidió que se los tratara como a delincuentes o subversivos. Con una demora de más de seis horas comenzaron la marcha y tuvieron que levantar los vallados que pretendían imposibilitar su ingreso a la Plaza de Mayo. La conducta demostrada en otras movilizaciones fue puesta nuevamente a prueba y por lo menos en ésta oportunidad, los elementos infiltrados junto a la provocación de policías bonaerenses y federales, gendarmes y prefectos, no pudieron empañar el homenaje a los caídos como tampoco manifestar los urgentes reclamos.
Con todo, debemos denunciar que provocaciones como éstas pueden conducir nuevamente a hechos dónde desgraciadamente los muertos los siga poniendo el pueblo argentino al que se lo quiere amedrentar con armas, escudos, tanquetas, camiones hidrantes, perros y cuanta otra demostración de fuerza. Ése poder de las balas y los garrotes al que una vez más las Madres de Plaza de Mayo -con su paso seguro y sus mochilas llenas de memoria y verdad- hicieron apartarse en medio del reconocimiento de todos los presentes y algunos pocos dignos legisladores que no están tejiendo y destejiendo acuerdos partidarios y necesarios para establecer elecciones a la medida de sus exclusivas necesidades. Fuerzas Armadas
Esto sucedió a días de las declaraciones de Menem -ex presidente y actual candidato justicialista a la Presidencia de la Nación- que nos provoca vergüenza que tamaño personaje circule libremente por las calles de nuestro país y también del mundo, que dice: "La situación es grave ahora. Vamos a reformar las leyes que haya que reformar y de ser necesario para dar seguridad a los argentinos tendrán que intervenir las Fuerzas Armadas. Lo vamos a hacer. La paz es fundamental para poner en marcha el país", "No hay ninguna legislación que lo prohíba", "Utilizar a las Fuerzas Armadas para combatir a los encapuchados con garrotes que están en las calles", "Gobernar es pacificar, en caso de llegar nuevamente a la presidencia, utilizaría a las Fuerzas Armadas para restablecer la "paz social", "Cuando había corsos para salir a la calle disfrazado con máscaras había que pedir permiso", "Es fundamental saturar las calles de fuerzas de seguridad en caso de que se declare un estado de sitio" y "Si es necesario cambiar las leyes, lo haremos".
También es Duhalde quién levanta la apuesta represora al decir: "Si es legalmente, yo no tendría ningún reparo. Hay que ver qué tipo de actividad pueden realizar, pero no tendría ningún tipo de reparos", "Creo que las Fuerzas Armadas son instituciones básicas de la sociedad, que han cometido gravísimos errores en el pasado, pero han expresado en forma contundente su arrepentimiento", "Yo creo que sí, que el tema puede ser analizado seriamente. Naturalmente, las Fuerzas Armadas no pueden hacer la labor de la policía común, pero pueden colaborar. Si la ley lo permite, yo creo que es absolutamente factible".
Autoritarismo
Así podemos observar como van creciendo los criterios autoritarios desde las mismas filas del movimiento que dice representar a los trabajadores aunque la realidad de las últimas décadas nos habla de su representación de los intereses de la oligarquía- que también cuenta como candidatos a Rodríguez Saá, Kirchner y De la Sota. Éstos dejan mucho que desear en sus respectivas gestiones ejecutivas a la hora de hablar del respeto por las ideas opositoras, la libertad de expresión, la justicia, la forma que han reprimido a quienes no han acatado su hegemonía y la discrecionalidad en el manejo de los fondos públicos.
Solamente al ver su modo personalista de hacer la política junto al despliegue económico puesto a disposición de sus respectivas campañas, medios y periodistas comprados, grosera publicidad, gastos realizados en las contrataciones de estadios y movilidad, etc. nos dice que muy poco seguramente deberán haber realizado los respectivos Tribunales de Cuentas provinciales de San Luís, Santa Cruz y Córdoba para garantizar la transparencia en las acciones de gobierno al momento de disponer de los fondos públicos. Respecto de Menem sabemos que no resistiría una investigación seria del origen de su fortuna.
Los argentinos sabemos muy bien como son los períodos en los cuales, ante el reclamo popular en crecimiento, se avanza en el hostigamiento y la provocación que luego necesariamente termina en la persecución, represión, desaparición y muerte. Este es uno de esos momentos. Los representantes del poder que se nos ha impuesto a fuerza de liberalismo y globalización no pueden contener el descontento social y los justos reclamos de los excluidos de sus políticas de ajuste, pobreza y dependencia.
Nuevos tiempos
Ellos, los mismos autoritarios de todos los tiempos, saben que se vienen tiempos de rebeldías en amplios sectores del pueblo argentino y que, como pocas veces en la historia, muchos más son los que vienen señalando que estamos en un proceso prerrevolucionario sin precedentes. Esto es así sin la menor de las dudas, lo que es por demás de saludable por la cantidad de las organizaciones y su cada vez mayor número de ciudadanos comprometidos en ellas.
Latinoamérica esta brindando un marco excepcional para el proceso de la liberación continental que ha sufrido más de quinientos años de sumisión, explotación y extracción sistemática de sus riquezas, todo a cambio de un endeudamiento externo impagable que condiciona hasta las mínimas políticas nacionales y lleva a la miseria a millones de latinoamericanos. Hoy los pueblos van conociendo y reconociendo a sus propias fuerzas -como Cuba lo hizo hace más de cuarenta años atrás- y ahí están los pueblos de Venezuela, Brasil, Ecuador, Bolivia y Uruguay demostrándolo.
Los Estados Unidos manifiestan su preocupación de gendarme militar, económico y financiero estableciendo un avance inusitado por los territorios al sur del Río Bravo con sus fuerzas armadas en operaciones y al querer imponer el ALCA a cualquier precio. No tiene precedentes históricos por su forma desenfrenada y eso nos obliga a ponernos muy alertas. Este descomunal avance se realiza contra gobiernos democráticos y no sobre dictaduras como décadas atrás que permitieron cualquier tipo de abuso imaginable mediante la implementación del terrorismo de estado y el Plan Cóndor.
Elecciones y poder
La manera que los justicialistas, probables ganadores en la contienda electoral de abril próximo, van encauzando las peores voluntades reaccionarias que buscan su protección debe llamarnos la atención y justa reflexión, y nos obliga a no bajar los brazos en la construcción de un espacio social y político que los pueda enfrentar. Deberá realizar el campo popular todos los esfuerzos necesarios para ir venciendo las propias resistencias internas que impiden la conformación de un frente que tenga la voluntad de pelear por el poder y prepararse para las elecciones futuras que se vayan realizando.
La anulación del voto no debería ser el camino a seguir porque el mismo se mezclará y confundirá con los votos que por derecha se realizarán en el mismo sentido por no contar con un candidato que los represente, a pesar de López Murphy y los cuatro justicialistas que no saben si van por dentro o fuera de lo poco que queda del casi cincuentenario movimiento peronista.
Compromiso ciudadano
Volviendo al tema del comienzo, y luego de este breve e incompleto repaso de la actualidad política, no debemos pensar que es la democracia vacía la que garantiza las libertades y puede ponerle freno a las vetas reaccionarias. Esto es simplemente así porque lo dice la historia de nuestro país en forma contundente, que cada vez que se deslegitima la representación aparecen las marchas militares y los uniformes para pretender señalarnos que hay que poner orden, ese inmundo orden que trae terror a nuestras vidas y al que tanto veneran los que tienen en sus venas las peores corrientes del autoritarismo para mantener sus privilegios y el de sus patrones internos y externos.
En consecuencia, la pulseada por conseguir el poder ya comenzó y no se la podrá detener con discursos e ideas traídas de otros lados o con literaturas por cierto bien escritas y parcialmente verdaderas de cómo hacer para cambiar el mundo.
Dependerá del pueblo argentino llegar hasta el final en la victoria o bien abandonarla cobardemente permitiendo muchos años más de sufrimientos, pobrezas y genocidios de los pobres e indigentes niños y ancianos que habitan estas tierras.
28 de noviembre del 2002
Hugo Alberto de Pedro
