" En defensa de la humanidad "
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Blanche Petrich
La Jornada
Evo Morales, lider del MAS de Bolivia, un país pobre que no suele ser protagonista
en ningún encuentro internacional, se levantó ayer en el foro En defensa de
la humanidad como la voz del momento. Y Morales, uno de los eternos relegados
por ser indígena, líder de campesinos pobres y, peor aún, de cultivadores de
coca, fue el que dio la cátedra a los intelectuales del hemisferio reunidos
en el Polyforum, bajo la representación pictórica de otra marcha de la humanidad,
la del coronelazo David Alfaro Siqueiros.
La gran tarea de hoy, expresó el dirigente del Movimiento al Socialismo (MAS),
"es crear el poder del pueblo". Y sobre esto abundó: "Cuando hablamos de defensa
de la humanidad, ésta pasa por la eliminación del imperialismo".
Propuso además que se busquen las vías para convocar a una gran cumbre, donde
quepan precisamente los intereses y las preocupaciones de quienes luchan en
ese sentido, una reunión con los presidentes de Cuba, Fidel Castro; de Venezuela,
Hugo Chávez, y de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, así como con luchadores
sociales que acompañan a los campesinos, los obreros y los indígenas en estas
lides.
Hombres y mujeres de la llamada "sociedad del conocimiento" -intelectuales,
pues- se pusieron de pie y saludaron al aymara boliviano con un largo aplauso
y refrendaron, en el debate que siguió después y continuará mañana, la urgencia
de seguir tejiendo redes de redes, construyendo vías imaginativas y desarrollando
un pensamiento crítico que permita, en otras latitudes, alcanzar lo que, por
ahora, lograron los campesinos y obreros en Bolivia: meter un gol en la portería
del imperio.
Pablo González Casanova compartió la sesión inaugural con un discurso en el
que propuso que en las tareas prácticas de organizar redes de redes y asociaciones
de asociaciones, los intelectuales y los científicos "por la vida, la democracia,
la liberación y el socialismo" se comprometan a construir "espacios de consenso
para una política alternativa y una organización de 'los muchos', que cuente
con los descubrimientos y conocimientos más recientes de los intelectuales y
dirigentes comprometidos con el quehacer científico y humanístico, y con la
vida".
Antes había citado a algunos de estos actores de la coyuntura latinoamericana:
"la imaginación creadora de los zapatistas mexicanos, los cocaleros bolivianos,
los piqueteros argentinos, los 'sin tierra' brasileños". En suma, los movimientos
sociales que desde la pobreza y la exclusión han abierto nuevas vías para las
luchas de siempre.
Por su parte, John Cockfort, de Estados Unidos, parte de un buen contingente
de intelectuales de ese país, que desde las entrañas también se identifican
con estos combates, puso por delante algunas "humildes sugerencias" para la
agenda a seguir.
Entre otras, reconocer en primer término que hay continuidad del imperialismo
estadunidense en los recientes decenios a pesar de los desacuerdos en puntos
poco importantes entre los partidos Demócrata y Republicano y la existencia
de "imperialismos menores" en Europa, Canadá y Japón, lo mismo que el papel
"pro imperialista" del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones
Unidas.
Además, propuso incluir en la lista de luchas sociales del mundo las batallas
que ocurren dentro de Estados Unidos, "en contra de un nuevo macartismo y los
valores del conformismo": los movimientos antibélicos, pro derechos civiles
y en defensa de los migrantes.
¡Ya basta!, de Chiapas a Bolivia
Antes de iniciar la apretada agenda que tuvo programada en su breve escala en
México, Evo Morales se declaró "nervioso" por tener que enfrentarse primero
a ilustres intelectuales y después a diputados. Acudió como, afirmó, van los
líderes populares sin formación académica a este tipo de foros, "como a una
gran universidad para ilustrarnos, intercambiar experiencias y seguir fortaleciendo
a nuestras organizaciones". Pero lo que mostró en el Polyforum, además del discurso
sencillo y claro, fue el dominio de la palabra y la escena, largamente entrenado
en las luchas desde las bases.
Expuso, primero, lo que los convocados en el foro anhelaban oír de viva voz,
lo que Morales llamó "la gran revuelta de los vilipendiados", el momento en
que "la razón del pueblo se ha impuesto y ha empezado a derrocar al imperio".
Definió la fecha de la caída del ex mandatario Gonzalo Sánchez de Lozada, 17
de octubre, como el "día de la identidad de los bolivianos".
E hizo la referencia necesaria: "Dijimos, como el subcomandante Marcos, basta
de políticas de hambre y miseria. Empieza una nueva etapa de cómo construir,
cómo acabar con el egoísmo, el individualismo, y desde las comunidades indígenas,
desde los barrios, construir otras formas de convivencia desde la solidaridad,
la reciprocidad, la redistribución de las riquezas concentradas en pocas manos".
En pocas palabras, trazó el camino necesario: de la calle a la disputa por el
poder con una nueva concepción: "Yo entendí recién sobre la política, antes
la odiaba, le temía, pero me di cuenta de que la política es la ciencia de servir
al pueblo. Creo en el poder del pueblo. Primero fue la experiencia de un departamento,
una región. Ahora me he dado cuenta de que es importante el poder de un pueblo,
de toda una nación".
Y habló de su visión del mundo: "No estamos tan solos. Después de semejante
intervención sangrienta de Bush en Irak crece el pensamiento antimperialista,
crece esta forma de organizarnos, de autoconvocarnos para enfrentar una agresión
del imperio contra nuestros pueblos."
Otra vez: "¿Qué hacer?"
En la sesión inaugural también habló Raquel Gutiérrez, socióloga de la Universidad
Nacional Autónoma de México, ex presa política en Bolivia, quien identificó
dos eventos recientes, el "descarrilamiento" de la reunión de la Organización
Mundial de Comercio, en Cancún, y la victoria popular en el país sudamericano,
como dos momentos que "parecen insinuar" la ruptura de un ciclo que alcanzó
su máximo nivel de luto y pena con la ocupación militar estadunidense de Afganistán
e Irak.
Cancún y Bolivia, añadió, "parecen marcar un ritmo nuevo que a la vez intensifica
las diversas luchas de resistencia" en el continente: Argentina, Ecuador, México,
Cuba.
A partir de ahí arrancó el debate. Adolfo Sánchez Vázquez, maestro de muchos
de los académicos presentes, filósofo de muchas generaciones, empezó proponiendo
la revalorización, en este milenio, de conceptos como socialismo e imperialismo.
Y es que, en el lenguaje y en el análisis, volvió por sus fueros un término
que en algunas cátedras fue jubilado y en otras discretamente guardado en el
cajón de lo pasado de moda: el imperialismo. Al vino le llamaron vino: luchas
antimperialistas. Nuevamente muchas de las preguntas y las reflexiones giraron
en torno a la vieja pregunta de Lenin: "¿Qué hacer?"
Mientras algunos letrados prefirieron seguir leyendo la realidad a través de
los cristales de los viejos dogmas -por ejemplo, expresando sobredosis injustificadas
de optimismo en escenarios bastante más complejos-, otros prefirieron refrescar
las ideas con las nuevas experiencias. Se habló de crear más redes, más lazos.
Se propuso buscar un común denominador, evitar los vicios de las caducas vanguardias.
Se insistió en reivindicar el derecho de los pueblos a la rebelión y a la revolución.
Se habló mucho más y este sábado continúa la discusión. Nuevamente los intelectuales
escucharán la cátedra de los luchadores sociales: al dirigente del MAS boliviano
Osvaldo Chato Peredo; a Luis Delía, piquetero de Argentina, y al abogado mixe
Adelfo Regino. Y escucharán al subcomandante Marcos, con un mensaje videograbado:
La pluma también puede ser una espada.
La privatización de servicios públicos genera hambre y miseria: Evo Morales.
El líder indígena boliviano condena en San Lázaro a los gobiernos neoliberales.
Abierta oposición de los diputados panistas a la intervención del político sudamericano.
Privatizar los servicios públicos significa violar los derechos humanos,
porque "de ahí viene el hambre, la miseria, la marginación y discriminación",
sostuvo Evo Morales. Invitado especial en la Cámara de Diputados, el dirigente
indígena boliviano criticó a un sector de empresarios que forma parte de los
grupos gobernantes porque "son parásitos del pueblo, son parte de la clase política
que saca créditos y cuando no pueden pagar dicen 'condonación' y condonan, pero
a los pequeños prestatarios no les conceden ninguna reprogramación".
La respuesta de Evo Morales a la acción de esa clase política se endureció por
la doble moral que ésta impone: primero apela al apoyo del pueblo y después
reniega de él.
"¿Qué nos decía la clase política? Que la política de los campesinos y los quechuas
y aymaras es de palo y pico, que no tenemos derecho a hacer política, pero cuando
llegan las elecciones nosotros tenemos la obligación de votar por ellos. Si
ganan, nos someten a su política de miseria y hambre."
A la suma del oportunismo de un sector que ejerce el poder político se agrega
la presión de los organismos financieros inter-nacionales porque su naturaleza
es la de desnacionalizar los recursos de los pueblos y someterlos a los dictados
de sus intereses.
"Qué bueno sería que los representantes del Banco Mundial y del Fondo Monetario
Internacional nos escuchen, que dejen de chantajear a nuestros gobiernos; que
dejen de seguir saqueando nuestros recursos naturales, que dejen de privatizar
los servicios básicos, que respeten la vida humana, y así podremos entre mexicanos,
bolivianos y latinoamericanos construir una sociedad donde no haya marginación,
discriminación, ni explotadores, ni explotados."
El dirigente boliviano apeló a la organización popular -indígena, campesina
y trabajadora- para defender los recursos naturales. "Estoy convencidísimo de
que con el poder del pueblo, con su conciencia vamos a recuperar la propiedad
de los hidrocarburos, del gas, para que las trasnacionales respeten nuestros
recursos naturales".
Al acudir al recinto de San Lázaro, invitado por las fracciones parlamentarias
del PT y PRD que fueron respaldadas por el PRI, Convergencia y PVEM, y fue objeto
de rechazo por parte del PAN, el dirigente indígena boliviano rechazó tácitamente
la fórmula privatizadora de los gobiernos que mantienen el dogma neoliberal.
Por su parte, Pablo Gómez, líder del grupo parlamentario del PRD, manifestó
que el programa neoliberal no ha representado el menor progreso y no ha resuelto
problemas en ninguna parte del mundo, y en 20 años se ha desarrollado una corriente
mundial que señala que es desde las instituciones financieras donde se ha aplicado
a todo el mundo el programa del neoliberalismo.
El levantamiento popular en Bolivia, dijo, "debe a nosotros, también, enseñarnos
cosas. México es un país que compra gas, pero que tiene este recurso. Cuando
el gobierno decide que hay que dejar de importar gas porque tiene un precio
artificial, el gas en México cuesta lo que decide el mercado en Texas. El precio
del gas mexicano se decide en Texas, no en México. Entonces lanza una convocatoria
para que las trasnacionales construyan los pozos. Y resulta que ahora, a despecho
de lo que señala la Constitución, tenemos que contratar los servicios de trasnacionales
para hacer agujeros en la tierra. Todo está mal: el precio del gas que pagamos
cada vez que compramos cualquier producto industrial, la manera en que se obtiene,
todo es un desastre".
También Gonzalo Yáñez, coordinador de la bancada del PT sostuvo que "las lecciones
que nos brindan las heroicas luchas del pueblo boliviano al pueblo de México
pasan por la movilización popular, que es el arma fundamental para vencer a
los representantes de la oligarquía mundial; los parlamentos de Latinoamérica,
y en particular sus diputados, como representantes populares, debemos ser el
instrumento de la sociedad y del pueblo para articularnos con los movimientos
sociales que defienden la soberanía nacional y la articulación de la vía social
de corte democrático y popular".
El intento panista por impedir la presencia de Morales
El acto, que resultó un éxito, no se hubiese realizado si la decisión del PAN
fuera la de mayor peso en San Lázaro. Desde el lunes pasado en la reunión de
la Junta de Coordinación Política, el coordinador adjunto de los panistas, Germán
Martínez, rechazó la idea del encuentro con Evo Morales porque su presencia
en la Cámara de Diputados implicaría avalar la resistencia popular contra las
políticas privatizadoras del Estado.
Martínez, quien se ha distinguido por llevar hasta el extremo sus posiciones
políticas colocando en riesgo los equilibrios en el palacio legislativo, buscó
ese día el apoyo del PRI, no obstante ese partido dio el sí a la propuesta de
los petistas y perredistas. Desde ese día el panismo anunció que no participaría
en el encuentro, al grado que el jueves por la noche la presidenta de la Comisión
de Relaciones Exteriores, la panista Adriana González, se comunicó con Yáñez
para informarle que su partido no intervendría, e inclusive la consigna para
los legisladores del blanquiazul fue que no se pararan en el Salón Verde, que
por otra parte registró un lleno como en pocas ocasiones.