La Izquierda debate
|
El Salvador
La construcci�n del partido FMLN y
el aporte de las cinco organizaciones hist�ricas que lo constituyeron
Domingo Santacruz C.
Rebeli�n
EL 25� ANIVERSARIO DEL FMLN
PANEL
�EN QU� CONDICIONES HIST�RICAS SURGE EL PCS?
El abordaje de las condiciones hist�ricas que permitieron y exigieron el
surgimiento de un Partido Comunista en El Salvador, nos plantea necesariamente
referirnos entre otros factores al Sistema Pol�tico, Econ�mico y Social
imperantes en aquel per�odo hist�rico. En lo econ�mico, por ejemplo, en aquellos
tiempos era predominantemente agr�cola, (los sectores industrial y minero no
llegaban al 15 %); la distribuci�n de la propiedad era extremadamente desigual,
los propietarios apenas llegaban al 8.2 % (117.680) y no propietarios
representaban el 91.8 % de 1.316.681 habitantes. Adem�s exist�a un predominio
del monocultivo del caf� que representaba el 80 % de la renta nacional y su
comercializaci�n en 1929 constituy� el 85 % de las exportaciones; por ello, al
bajar los precios en el mercado internacional a m�s del 54 % durante la crisis
mundial de la econom�a capitalista fue, un duro golpe para la columna vertebral
de la fr�gil econom�a nacional, cuyo impacto estremeci� a todos los sectores de
la poblaci�n y particularmente a las masas trabajadoras.
En el a�o de 1930 m�s del 40 % de los peque�os propietarios endeudados,
dedicados a la agricultura, a la ganader�a, la industria, el comercio perdieron
sus tierras y sus peque�as econom�as;
El hambre lleg� a niveles de desesperaci�n a las familias campesinas y
trabajadoras empobrecidas; estaban condenadas a morir, porque no hab�a capacidad
del gobierno reformista del Ing. Arturo Araujo ni siquiera en ayudarles a
mitigar la crisis, ya que su arribo a la presidencia de la rep�blica no fue
suficiente para quitar del poder a la Oligarqu�a Cafetalera y latifundistas de
aquellos a�os.
Las alternativas que se le presentaron a las masas campesina y populares eran:
Morir de hambre o pelear para obtener por la fuerza la entrega de tierras que
les hab�an arrebatado o prometido.
Ya desde los a�os 1920-1925, la tiran�a din�stica gobernante hab�a tomado la
decisi�n de crear la organizaci�n para-militar "LA LIGA ROJA" como instrumento
de apoyo para tratar de detener el descontento popular realizando numerosas
matanzas y asesinatos de trabajadores rurales y de la ciudad.
LA CRISIS MUNDIAL DE LA ECONOM�A DE LOS A�OS TREINTA
Trajo penurias adicionales a las condiciones socioecon�micas y pol�ticas de las
masas populares en aquellos momentos, las cuales ya eran insoportables. La
crisis mundial de, la econom�a capitalista de los a�os 30, impactando
dr�sticamente contra las vulnerables clases trabajadoras del campo y la ciudad y
la poblaci�n salvadore�a en general.
CARACTER�STICAS DE LA POBLACI�N
Para juzgar correctamente algunos de los rasgos del PCS desde su fundaci�n es
conveniente detenerse en la caracter�stica predominantemente rural de la
poblaci�n salvadore�a en aquel per�odo. Varios investigadores nacionales e
internacionales coinciden en se�alar que el 80 % de la poblaci�n salvadore�a en
los a�os 20 del siglo XX, era esencialmente rural. Esta afirmaci�n se basaba en
que la mayor�a de los pueblos tipificados como urbanos, eran realmente rurales:
la vida en general estaba sometida al ciclo de la naturaleza; t�cnica
inexistente o atrasada; concepci�n del mundo saturada de ideas poco
desarrolladas y hasta irracionales; los remanentes feudales, el tradicionalismo
y el conservadurismo eran predominantes.
Un estudio sobre la composici�n social de 954.127 personas, con base al Censo de
poblaci�n de 1930 �sta se clasificaba: "Clase Alta" (dominante) 640 personas, el
0.2 %; clase media 38.247h. 4.4 %; "Clase baja" 815.359 h , o sea, el 95.4 % ;
ALGUNOS HECHOS RELEVANTES SOBRE EL PROCESO DE ORGANIZACI�N
En aquellos momentos, El Salvador experimentaba un acelerado proceso de
radicalizaci�n de las bases trabajadoras urbanas y campesinas, de las mujeres y
de una parte de la intelectualidad progresista.
El surgimiento de la Federaci�n Regional de trabajadores FRTS en 1924, se
convirti� en basti�n de formaci�n pol�tica de cuadros y de difusi�n de las ideas
socialistas, fue una clara expresi�n del estado de �nimo de las masas populares.
Aunque varios de los sindicatos fueron influidos en las ideas mutualistas ,
reformistas y hasta anarcosindicalistas, ellos mismos se enfrentaron a la
dinast�a Mel�ndez Qui��nez; esta Central cre� la Universidad Popular, jugando un
papel importante en la formaci�n de cuadros y para la difusi�n del socialismo;
El ing. Arturo Araujo hab�a fundado, a finales de los a�os 20, el PARTIDO
LABORISTA, de tendencia centrista, inspirado en la experiencia reformista de
Inglaterra. Este partido desemboc� en dos alas: una, el "PARTIDO DEL
PROLETARIADO SALVADORE�O", bajo la conducci�n de LUIS FELIPE RECINOS y la otra
influenciada por el escritor ALBERTO MASFERRER. El Partido Laborista, o
movimiento caudillista del Ing. Araujo, se convirti� en centro del movimiento
popular al final de la referida d�cada, cuyo Plan de gobierno estuvo inspirado
en el Minimun Vital de Masferrer.
Este proceso estuvo acompa�ado de luchas reivindicativas, huelgas y
movilizaciones combativas; varias leyes laborales fueron arrancadas con gran
presi�n popular: Ley de Protecci�n a los Empleados de Comercio (31-05-1927); Ley
de Registro de Agrupaciones Obreras y Gremiales (15-06-1927), Ley de Horas de
Trabajo 13-06-1928);
Este ambiente de lucha popular, constituy� una clara expresi�n de la crisis del
sistema pol�tico y social, la cual deriv� adem�s, en el surgimiento de
Movimientos Democr�ticos de profesionales, intelectuales y otras personalidades
progresistas de la �poca, hechos que contribuyeron a crear condiciones para
hacer avanzar las ideas revolucionarias.
En ese tiempo comenzaron a surgir planteamientos a favor de una "Revoluci�n
Democr�tico- burguesa, Anti-feudal y Anti-imperialista".
IMPACTO DE LA REVOLUCI�N BOLCHEVIQUE
Otro factor importante de la situaci�n internacional del per�odo lo constituy�
la influencia de Las ideas de la Gran Revoluci�n Socialista de Octubre en Rusia,
las cuales fueron, sin ninguna duda, las que mayor impacto tuvo en las bases de
los trabajadores y trabajadoras, de la intelectualidad y de otros sectores
sociales de nuestro pa�s en aquellos dif�ciles momentos hist�ricos.
No era para menos, por primera vez en la historia de la lucha popular
internacional, el proletariado ruso, guiado por el Partido Bolchevique y
Vlad�mir Ilich Ulianov (Lenin), aprovechando la profunda crisis nacional de
Rusia y las contradicciones de las fuerzas imperialistas del mundo durante
la IGM, sorprendi� y sacudi� a la humanidad entera con la
primera revoluci�n socialista en Rusia. Este acontecimiento abri� una nueva
�poca hist�rica, abri� la �poca de las revoluciones proletarias en los pa�ses
capitalistas, ejerci� un influjo muy grande en los pa�ses sometidos al
colonialismo, provocando un tremendo impulso para el surgimiento y desarrollo de
los movimientos revolucionarios y de liberaci�n nacional.
Las ideas socialistas en las filas obreras y de la intelectualidad progresistas
en la regi�n de Centroam�rica derivaron en la creaci�n, en 1923, del 1er.
PARTIDO COMUNISTA DE GUATEMALA, y el 1� de Mayo de 1925, fue constituido el
PARTIDO COMUNISTA DE CENTRO AM�RICA, por representantes de GUATEMALA y EL
SALVADOR.
La delegaci�n salvadore�a estuvo representada por FARABUNDO MART� Y MOIS�S
CASTRO Y MORALES.
FUNDACI�N DE PCS
En tales condiciones sociales, econ�micas y pol�ticas del pa�s, de la regi�n
y del mundo, que un grupo de trabajadores(as), provenientes del movimiento
sindical, campesino e intelectual de El Salvador deciden un 30 DE MARZO DE 1930,
en las orillas del Lago de Ilopango, crear el PCS.
Como hemos dicho, la crisis socioecon�mica y pol�tica del pa�s exig�a una
salida. El sistema pol�tico olig�rquico hab�a demostrado su incapacidad para
enfrentar y resolverla en beneficio de las masas populares; al contrario, opt�
la v�a del golpe de Estado, por la profundizaci�n de la violencia institucional
del Estado contra las masas populares indefensas, aplastando por la fuerza bruta
el descontento popular.
Desde ese momento, nuestro pa�s y nuestro pueblo quedaron sometidos y condenados
a vivir bajo la bota militar, inici�ndose el camino de la Dictadura militar de
derecha, cuyos responsables fueron y siguen siendo las clases explotadoras que
se han enriquecido a costa de la sangre y sufrimiento de las mayor�as populares
de nuestro pa�s.
A esta alturas no queda ninguna duda de que los factores objetivos materiales y
pol�ticos del pa�s, los que determinaron la creaci�n del PCS, es decir, las
condiciones de explotaci�n, exclusi�n y miseria a que fueron sometidas las masas
populares, pero al mismo tiempo la crisis pol�tica y la incapacidad de las
clases explotadoras de resolverla.
Al mismo tiempo, no puede dejarse de lado los niveles de desarrollo de la
conciencia pol�tica y de clase del combativo movimiento obrero que estando al
frente de las luchas reivindicativas, avanzaba en el proceso amarre de una
alianza con los campesinos y con otros sectores sociales progresistas,
constituy�ndose en el factor subjetivo m�nimo necesario de la �poca.
Tales fueron, los factores determinantes, la base para el surgimiento del
Partido Comunista, el Partido Pol�tico revolucionario de nuevo tipo, el cual
tendr�a la misi�n hist�rica de dirigir las luchas populares en contra del
sistema pol�tico explotador, el causante de la profunda y turbulenta crisis
nacional que abarcaba los planos econ�micos, sociales y pol�ticos de nuestro
pa�s.
SU PRIMERA PRUEBA
En esta ascendente curva de agravamiento de la crisis social, econ�mica y
pol�tica, al PCS se le vino encima la gran responsabilidad hist�rica de conducir
a las masas trabajadoras de la ciudad y campesinas durante los acontecimientos
insurreccionales de 1932, sin estar debidamente preparado para asumir tareas
complicadas de aquel per�odo revolucionario.
La Situaci�n Revolucionaria que madur� en esos d�as objetivamente exig�a una
soluci�n popular a la crisis, pero como hemos dicho, la reacci�n prefiri� el
camino del Golpe Militar del General Maximiliano H. Mart�nez del 2 de Diciembre
de 1931, prefirieron una soluci�n contra-revolucionaria, imponiendo por la
fuerza la dictadura militar y la brutal represi�n contra las masas trabajadoras,
provocando la respuesta insurreccional campesina y popular del 22 de Enero de
1932.
Hablar de la fundaci�n del PCS exige hablar de algunos de sus fundadores: a
FARABUNDO MART�, FELICIANO AMA, MODESTO RAM�REZ, FRANCISCO S�NCHEZ, MIGUEL
M�RMOL, SEGUNDO RAM�REZ, FAFAEL BONDANZA, MARIO ZAPATA, ALFONSO LUNA, ALBERTO
GUAL�N, ISMAEL HERN�NDEZ, LUIS D�AZ, MIGUEL ANGEL V�SQUEZ, MOIS�S CASTRO Y
MORALES, V�CTOR MANUEL ANGULO, GREGORIO CORTEZ CORDERO, NARCIZO RUIZ, JUAN
CAMPOS BOLA�OS, LUIS L�PEZ, etc. As� mismo, al compa�ero internacionalista JORGE
FERN�NDEZ ANAYA, delegado por el Partido Comunista Mexicano y del Bur� del
Caribe del Socorro Rojo Internacional.
Desde su surgimiento el PCS se esforz� en educar y orientar a su militancia, a
ponerse al frente de las masas populares y tratar de conducirlas en los
diferentes campos de la lucha econ�mica, ideol�gica y pol�tica.
A base de mucho esfuerzo y sacrificio logr� superar los golpes de su primera
gran experiencia de 1932.
EN LUCHA PERMANENTE CONTRA LA DICTADURA MILITAR:
No obstante las permanentes y brutales represiones sufridas a manos de la
tiran�a, el debilitado PCS no vacil� en poner su contribuci�n al lado del
movimiento social, popular y democr�tico del pueblo salvadore�o para combatirla;
por ejemplo: durante LA INSURRECCI�N DEL 2 DE ABRIL Y LA HUELGA GENERAL POL�TICA
DE BRAZOS CAIDOS del 9 de mayo de 1944,
CONTRA EL R�GIMEN DE OSCAR OSORIO, orientando las luchas por organizar,
reorganizar, conducir y movilizar a trav�s del CROS las masas trabajadoras. Lo
mismo durante EL R�GIMEN DE JOS� MAR�A LEMUS, contra quien, en alianza con
diversas organizaciones populares, el PCS organiz� el FRENTE NACIONAL DE
ORIENTACI�N C�VICA, FNOC (1959), el cual hizo posible el derrocamiento del
dictador el 26 de Octubre de 1960 y la instalaci�n de la JUNTA DE GOBIERNO;
Organiz� y condujo el FRENTE UNIDO DE ACCI�N REVOLUCIONARIA, FUAR, de Junio de
1961 a mediados de 1965, como respuesta al contragolpe del Directorio Militar
del 25 de Enero de 1961. Fue una buena experiencia que dej� lecciones positivas
en materia de organizaci�n de Grupos de Acci�n, con caracter�sticas
pol�tico-militares, formas novedosas de movilizaci�n y de combate contra la
Dictadura Militar. M�s de 2000 militantes organizados en 8 Columnas
revolucionarias combatieron a la Dictadura, a la pol�tica intervensionista del
imperio norteamericano, en defensa y solidaridad con Cuba Revolucionaria y
Socialista, del Movimiento 26 de Julio y de Fidel; Con el grito: �FUERA YANQUIS
DE CUBA Y DE VIETNAM!; el PCS organiz� y condujo a amplias masas populares,
antes, durante y despu�s de la d�cada de los 60, a�os cruciales en la
elaboraci�n y ejecuci�n de las conocidas estrategias de Contrainsurgencia de los
EEUU contra Vietnam, contra Indochina y Am�rica Latina.
LOS PRINCIPALES ACIERTOS Y DIFICULTADES
El PCS jug� un importante papel en el dif�cil y complicado proceso de organizar,
movilizar y conducir a las masas trabajadoras y a otros sectores sociales para
enfrentar a la dictadura militar durante varias d�cadas, producto de esos
esfuerzos, surgieron muchas organizaciones sindicales de primer, segundo y
tercer nivel; cre� organizaciones estudiantiles, juveniles, magisteriales,
profesionales, de mujeres y pol�ticas;
Fue positiva, a nuestro juicio, la experiencia de Alianzas pol�ticas aplicada en
pactos electorales, permitiendo la creaci�n y conducci�n de la UNO de 1971-77-79
como estrategia de organizaci�n, movilizaci�n y desarrollo de la conciencia
pol�tica en el plano de luchas electorales, hasta su agotamiento objetivo frente
a las masas, contribuyendo a desenmascarar la maquinaria de fraude de la
dictadura militar, dejando lecciones positivas que contribuyeron en la
preparaci�n de bases importantes del movimiento pol�tico de masas de los a�os
70. En todos los casos se lograron objetivos pol�ticos de desenmascaramiento y
exacerbaci�n de las contradicciones al interior del enemigo.
Las experiencias en la aplicaci�n de pol�tica de Frente �nico en 1959 con el
FNOC y con el FUAR 1961-65, cada uno con objetivos pol�ticos diferentes, ambos
dejaron r�ditos pol�ticos de acumulaci�n de experiencia organizativa, de
movilizaci�n y de desarrollo de la conciencia pol�tica.
Haber formado a varios movimientos y tomado "prestados" a partidos pol�ticos
democr�ticos para luchar contra el r�gimen, fueron aciertos pol�ticos de
acumulaci�n.
Basta recordar el CROS, CGTS, FMS, PRAM, CUSS, FUSS, FESTIAVTSCES, ANDES 21 de
JUNIO, COMITES OBREROS, COMITES DE HUELGAS, PAR, PR, UDN, MIPTES, UNO, ETC),
dejaron huellas importantes en el desarrollo de la conciencia de clase de las
masas trabajadoras, procesos de acumulaci�n de la experiencia y desarrollo de la
conciencia pol�tica contra la dictadura militar.
El PCS, tambi�n cometi� no pocos errores, desde la falta de medidas de seguridad
para impedir la penetraci�n del enemigo en sus filas y en el movimiento popular,
hasta caer en desviaciones de derecha y de izquierda en determinados momentos de
la compleja lucha contra la Dictadura. Por ejemplo, haber ca�do en el
economicismo sindical a mediados de los a�os 60, orientado por el mismo Salvador
Cayetano Carpio, antes y despu�s del V Congreso del PC en Marzo de 1964. Con el
pretexto de combatir la enfermedad del izquierdismo, �l fue el art�fice de la
disoluci�n del FUAR a finales de ese a�o y principios de 1965, principal
promotor del viraje del izquierdismo del FUAR hacia el sindicalismo economicista
de la FUSS Y FESTIAVTSCES, cuando contrariamente fue �l mismo fue el abanderado
de la tesis de que las Condiciones objetivas para la revoluci�n en El Salvador
en 1964, estaban maduras hasta de sobra".
Otro de los principales errores del PCS en momentos decisivos de la lucha, fue
su lentitud y resistencia para dar el viraje hacia la lucha armada, con alegatos
variados, desde la no existencia de suficientes condiciones objetivas materiales
y pol�ticas en el pa�s y en la regi�n, como de la falta de desarrollo de
factores subjetivos, poniendo la divisi�n y dispersi�n de la izquierda como la
expresi�n de estos �ltimos;
Apoltronamiento ideol�gico de cuadros con cargos y responsabilidades importantes
en las estructuras internas y en el movimiento de masas dirigido por �l, sin
esforzarse en acelerar y aplicar el viraje acordado por el VII Congreso de abril
de 1979;
Haber perdido y desacumulado el grueso de militantes en los GAR formados y
fogueados en las luchas combativas, despu�s de las acciones del 28 de Febrero de
1977, fue una de las consecuencias de los errores se�alados.
APORTES EN EL PROCESO DE LA UNIDAD DE LA IZQUIERDA REVOLUCIONARIA
EL 17 DE DICIEMBRE 1979, EL PCS TOM� PARTE EN LA CREACI�N DE LA COORDINADORA
POL�TICO MILITAR, INTEGRADA POR TRES FUERZAS POL�TICAS REVOLUCIONARIAS: FPL, RN
Y PCS.
Despu�s del primer paso, en el proceso de unificaci�n de la izquierda, se
desencadena una serie de acontecimientos cada vez de mayor envergadura en
direcci�n a profundizar LA UNIDAD, exigencia de la lucha popular para enfrentar
a los enemigos de la revoluci�n, as�:
El 11 DE ENERO DE 1980, EL PCS, junto al resto de organizaciones populares y
revolucionarias Salvadore�as PARTICIP� EN LA CREACI�N DE LA COORDINADORA
REVOLUCIONARIA DE MASAS, CRM.
EL 18 DE MARZO DE 1980 PARTICIP� EN LA CREACI�N DEL FRENTE DEMOCR�TICO
SALVADORE�O, FDS, EL CUAL FUE INTEGRADO POR EL MNR, MPSC, MIPTES.
EL 18 DE ABRIL DE 1980, PARTICIPA EN LA CREACI�N DEL FRENTE DEMOCR�TICO
REVOLUCIONARIO, FDR, EL CUAL QUED� INTEGRANDO POR EL FDS, LA CRM, Y VARIAS
ORGANIZACIONES E INSTITUCIONES EN CALIDAD DE OBSERVADOR/A.
PARTICIP� EN LA CONSTITUCI�N DE LA DIRECCI�N REVOLUCIONARIA UNIFICADA, DRU, EL
22 DE MAYO DE 1980, CON LAS CUATRO FUERZAS POL�TICO MILITARES: FPL, RN, ERP Y
PCS.
PART�CIPA EN LA CONSTITUCI�N DEL FMLN Y EN LA COMANDANCIA GENERAL DEL MISMO, EL
10 DE OCTUBRE DE 1980, CON LAS CUATRO ORGANIZACIONES POLITICO MILITARES,
QUEDANDO PENDIENTE EL PRTC QUIEN SE INCORPOR� HASTA EL 5 DE DICIEMBRE.
Uno de los aciertos importantes del PCS de finales de la d�cada de los a�os 70
fue haber tomado la decisi�n de formar y orientar la creaci�n de la estructura
armada, la cual se concret� el 24 de Marzo de 1980, fecha del asesinato de
Monse�or Oscar Arnulfo Romero, nominando dicha estructura con el nombre de
FUERZAS ARMADAS DE LIBERACI�N, FAL.
La FAL se form� exclusivamente con militantes de la JC y del PC. Aunque con el
tiempo se logr� reclutar a voluntarios no militantes, la principal fuente de
crecimiento de la FAL sigui� siendo el PC. Esta particularidad le dio a las FAL,
con el tiempo, una calidad importante para la realizaci�n de misiones, tales
como:
La defensa de la zona sur del cerro de Guazapa, que se convirti� en un verdadero
dolor de cabeza para el enemigo y un reto para las FAL;
El ataque y destrucci�n del Cuartel Central de la GN en San Salvador;
Ataque y destrucci�n de Aviones y Helic�pteros del Aeropuerto de Ilopango,
Dos ataques y da�os parciales del Estado Mayor de la FAES
Captura de In�s G. Duarte, la hija de Napole�n Duarte, utilizada para el canje
de prisioneros pol�ticos
Liberaci�n de presos pol�ticos de la Penitenciar�a de Mariona
Operaciones de limpieza y aniquilaci�n de redes enemigas, de jefes escuadroneros
en las ciudades, etc.
II. �CU�LES FUERON LOS PRINCIPALES ACIERTOS Y DIFICULTADES EN
ELPER�ODO DE DISOLUCI�N Y EN LA CONSTRUCCI�N DEL PARTIDO UNIFICADO?
Haber tomado el acuerdo de integrar un solo partido el 5 de Agosto de 1995
creemos que fue una decisi�n correcta. El camino recorrido por el Partido
durante los 10 a�os de aquella decisi�n, han confirmado cuan justo fue. Si
enumeramos y valoramos los resultados, aun con las dificultades, de las fallas y
errores, estamos seguros que no habr�amos podido construir la fuerza pol�tica
electoral y social que constituye el FMLN hoy en d�a. Es cierto que hemos
se�alado errores y fallas y dado los alertas convenientes para corregir a
tiempo. Necesitamos transformar y desarrollar al FMLN como una fuerza real con
capacidad para derrotar al enemigo y avanzar hacia la construcci�n de una nueva
sociedad.
Creemos que cometimos algunas fallas de procedimientos, de evadir discusiones
previas, necesarias para asegurar un acuerdo con mucha mayor solidez y
confianza; no pocos compa�eros nuestros sent�an la necesidad de debatir algunos
temas de fondo, de concepci�n, quiz�s debimos realizar una labor mayor de
persuasi�n, de convencimiento, de consulta, otorgar el derecho a ser o�do antes
de comunicarles el acuerdo. El error antes citado impidi� que logr�ramos una
inserci�n e integraci�n de toda la militancia a las nuevas tareas del Partido.
Adem�s, se present� una especie de buruca, en el acaparamiento de los cargos de
direcci�n interna del partido y de elecci�n popular; la mayor�a de los cuadros
del PC no est�bamos preparados para una inserci�n no planificada. Muchos
esper�bamos ser llamados y recibir instrucciones de la direcci�n como era
nuestra costumbre o al menos ser consultados. Lo que sucedi� durante la
disoluci�n pareci� algo frustrante para varios compa�eros y compa�eras; daba la
impresi�n de que muchos de los cuadros con experiencia acumulada, ya no eran
necesarios. No hubo los mejores criterios ni procedimientos para la selecci�n y
distribuci�n de cuadros, que es muy importante para un Partido revolucionario.
El oportunismo y el arribismo fueron la nota dominante, y la Direcci�n del
Partido cay� a la vor�gine de los cargos de elecci�n p�blica.
Sin estar en contra de la participaci�n de cuadros de direcci�n nacional, la
forma de c�mo se realiz�, constituy� una falla que no permiti� que una buena
parte de los cuadros con experiencia, con solidez pol�tica e ideol�gica fueran
ubicados con criterio pol�tico, como parte de una pol�tica de construcci�n y
desarrollo del nuevo partido para enfrentar los problemas ideol�gicos y
organizativos que se fueron entronizando. Buena parte de nuestra militancia se
quej�, se molest�, hizo conjeturas, las continua haciendo, sin hacer de ellas un
valladar. No comparte, pero muestra madurez y disciplina para esperar lo mejor:
la correci�n.
Las principales fallas pol�ticas tienen que ver con el abandono de las bases
populares, haberse desentendido de sus problemas cotidianos y estar junto a
ellas; no hay una organizaci�n popular, ni sectorial ni territorialmente
hablando; las masas podr�an contar con instrumentos id�neos con que luchar;
Otras fallas tienen que ver con el descuido en la formaci�n pol�tica e
ideol�gica de la militancia y de las masas organizadas; no aplicamos ni
desarrollamos una pol�tica de formaci�n de cuadros; descuidamos la movilizaci�n
de las masas, dejando de lado la necesidad del desarrollo de su experiencia y
conciencia pol�tica.
Todo lo anterior se resume en la debilidad principal: dejamos se ser el Partido
revolucionario y nos convertimos en un partido electorero.
Hay una falla que se ha vuelto cr�nica: la concentraci�n de cargos en una misma
persona. Esta tendencia se repite y se reproduce desde las autoridades
nacionales hasta las locales. Este problema, adem�s de bloquear el desarrollo de
nuevos cuadros, hace ineficiente e ineficaz al partido, perjudicando su imagen,
la confianza de cuadros importantes frente a la base y sobre todo, la
posibilidad de cumplir con su misi�n hist�rica. Lo delicado del problema es que
con esta pr�ctica se afectan algunas �reas de trabajo, en donde se han vuelto
cr�nicos los problemas del RUA, del PADR�N y de su ineficacia para ocuparse de
la pol�tica de Construcci�n y Desarrollo del Partido. Pero no s�lo en esas �reas
se refleja este problema. Hay compa�eros(as) que siendo miembros de un organismo
de Direcci�n, son al mismo tiempo Alcaldes, Diputados o concejales municipales,
y en dependencia del tipo de funci�n p�blica, es l�gico que asuman
responsabilidades en Comisiones o Secretar�as, misiones internacionales,
Comisiones Municipales, de Consejos Departamentales de Alcaldes o Directores de
Comures y hasta de Coordinadores municipales o departamentales del Partido,
cuyas consecuencias las observamos en el tipo de partido que tenemos,
ineficiente, amarrado. Una falla sensible ha sido el no haber definido las
reglas a los militantes para cargos de elecci�n p�blica en cuanto a la forma de
entregarles y definirles los salarios. Situaci�n que ha conducido a no pocos
problemas de dif�cil soluci�n:
Se ha creado una especie de �lite de cuello blanco con todos los privilegios,
especialmente en las Alcald�as grandes, donde hay miles de empleados y
funcionarios, donde se genera un poder partidario dentro del partido. Tambi�n
con algunos(as) Diputados(as) que no conducen ni dejan conducir; nunca tienen el
tiempo necesario para ocuparse de la construcci�n del partido que se necesita.
Con ese poder org�nico y econ�mico algunos funcionarios lo han utilizado para
construir un aparato de apoyo, argollas o grupos de poder extra institucional,
que deciden qu� hacer y qu� no hacer; si les conviene o no les conviene a su
imagen y a su status.
En el caso de algunos Alcaldes y Concejos Municipales, han utilizado sus cargos
para emplear a familiares y su gente de confianza personal o de grupo, como
parte de los mecanismos para fortalecer su poder y si es necesario, utilizarlo
de forma desafiante contra el partido mismo.
Hay varias otras fallas que podr�amos se�alar, como por ejemplo, la actual
pol�tica de afiliaci�n, pero hay tambi�n experiencias positivas de nuestro
partido que no podemos ignorar. Esa fortaleza la encontramos en los mismos
campos en que estamos fallando. No todo es falla y debilidad. La experiencia
legislativa no es despreciable, la cual le ha dado prestigio y autoridad
pol�tica importante al FMLN, pese a los problemas de traici�n y al fen�meno
oportunista que sigue estando presente. Dentro de ella se han especializado y
desarrollado varios cuadros prestigiosos que deben ser objeto de una pol�tica de
aprovechamiento, como parte de la pol�tica de desarrollo del partido. Esta misma
valoraci�n la tenemos en el campo del trabajo municipal, tanto en los niveles de
gobiernos como de jefaturas y otros empleados con acumulaci�n de experiencias de
especializaci�n. Hay logros importantes en materia de experiencia, desarrollo
pol�tico y especializaci�n en la Direcci�n Nacional.
III. �CU�LES SON LOS RETOS QUE SE LE PLANTEAN AL FMLN PARA QUE PUEDA CONVERTIRSE
EN UN PARTIDO REVOLUCIONARIO, DEMOCR�TICO Y SOCIALISTA?
NECESITAMOS UNA POL�TICA DE DESARROLLO Y FORTALECIMIENTO DEL FMLN.
Lo primero que quisi�ramos plantear con todo respeto, es, necesitamos cambiar la
actual pol�tica de crecimiento y sustituirla por una pol�tica de Construcci�n y
Desarrollo del Partido, a la cual se le podr�a adjuntar una afiliaci�n
controlada y atendida ideol�gicamente. A nuestro juicio, la actual pol�tica de
crecimiento no es coherente con el car�cter revolucionario del Partido. Tenemos
razones bien fundadas a que atenernos y no s�lo te�ricas en que apoyarnos para
expresar esta opini�n sobre los principales retos del Partido de cara a su
misi�n hist�rica. La actual pol�tica de crecimiento est� basada casi
exclusivamente en la afiliaci�n coyuntural, c�clica, la cual, no s�lo est�
agotada, sino que est� da�ando estrat�gicamente al Partido.
Los da�os que dicha pol�tica est� ocasionando al interior del partido, a su
integridad org�nica, al posicionamiento ideol�gico que debe tener cada militante
sobre su partido, han ocasionado un debilitamiento de su moral y visi�n
estrat�gica, que de no corregirse a tiempo, dif�cilmente lo convertir�n en una
real fuerza pol�tica capaz de cumplir con su misi�n hist�rica.
En la medida que se mantiene la actual pol�tica de crecimiento, en la medida que
no tomamos la decisi�n de dar un viraje hacia una pol�tica de Construcci�n y
Desarrollo de nuestro partido, ser� dif�cil detener el desaliento que va en
aumento y amenaza con la integridad org�nica, pol�tica e ideol�gica que
necesitamos para derrotar a los enemigos y adversarios de la revoluci�n
democr�tica planteada por el FMLN.
A nuestro juicio, debemos revisar la aplicaci�n del m�todo de afiliaci�n
coyuntural con fines puramente electorales, si no queremos quedar reducidos a un
partido exclusivamente electorero. Debemos convencernos que la fuerza de un
partido est� determinada no tanto por su volumen, por el n�mero de Afiliados y
Afiliadas registrados en el RUA y en el PADR�N ELECTORAL. Sobre todo, cuando,
despu�s de cada evento electoral interno, todo ese volumen se esfuma, sobre todo
si no ve su beneficio personal; esta gente llega, observa el terreno, lo ve muy
complicado y se va sin participar en la pelea contra el enemigo.
La fuerza de un Partido revolucionario est� en la calidad de sus militantes, en
su fuerza ideol�gica, en su convicci�n de lucha, en su clara identificaci�n con
el proyecto revolucionario; la fuerza de un partido revolucionario est�
determinada por el nivel de desarrollo de su conciencia revolucionaria y de su
capacidad para ganar, organizar y conducir a un amplio movimiento social,
conducirlo, educarlo y construir con �l o con parte de �l, un combativo
movimiento popular. Esta calidad no puede surgir de manera espont�nea, con una
visi�n y una pr�ctica reducida, �nicamente en las coyunturas electorales.
Necesitamos urgentemente readecuar y reorientar la actual pol�tica de afiliaci�n
que conviene mas a las corrientes reformistas y renovadoras que han tomado
cuerpo en el interior del partido; debemos demoler los cimientos en que se
apoyan esas tendencias y cerrarle los espacios a la derecha neoliberal y a sus
medios de comunicaci�n puestos a la disposici�n de sus principales voceros para
debilitar y destruir a nuestro Partido; debemos respaldar a la militancia
honesta, a la militancia fiel al proyecto revolucionario, a la gente que sigue
creyendo en el FMLN, a la juventud combativa que hasta el momento ha mantenido
en alto las perspectivas revolucionarias de nuestro partido.
Necesitamos salir en defensa de la militancia que ha defendido la unidad y la
integridad moral y el prestigio del partido, a pesar de los actos de traici�n de
los oportunistas que se vendieron al enemigo, que le hacen el juego para
debilitarlo y contin�an latentes en sus planes desestabilizadores; se necesita
fortalecer la motivaci�n de quienes se han fajado con decisi�n combativa por
defender lo justo, la dignidad del Partido; actuar hoy en esta direcci�n, en
corregir cuando todav�a estamos a tiempo, es ayudarles a fortalecer su
convicci�n revolucionaria, democr�tica y socialista.
�DEBEMOS PARTICIPAR EN LA LUCHA ELECTORAL?
Nuestro planteamiento no est� poniendo en duda si debemos o no participar. La
lucha electoral es una forma de lucha pol�tica muy importante para poner en
movimiento a las clases y capas sociales populares y democr�ticas, a sus
organizaciones sociales y pol�ticas, en pro de objetivos pol�ticos relacionados
con el Poder. El problema que debemos revisar y erradicar es el fen�meno
electorero, la visi�n electorerista individualista, caudillista, clientelista,
de esta importante forma de lucha.
Debemos organizar y movilizar al pueblo, ampliar y desarrollar su base
organizada, sectorial y territorialmente; crear un amplio movimiento popular y
democr�tico, que participe y haga suyo el Programa de cambios estructurales;
debemos organizar y desarrollar una amplia alianza de fuerzas sociales,
democr�ticas y populares que sean parte del Programa de cambios, desde su
formulaci�n y en la lucha por ganarle correlaci�n social; sobre esta base
podr�amos hablar de pactos pol�ticos con otros sectores pol�ticos confiables con
base a las coincidencias;
Debemos mejorar los m�todos y procedimientos de selecci�n y elecci�n de los
mejores candidatos(as), a los elementos honestos y transparentes para los cargos
p�blicos; debemos trabajar para que estos candidatos y candidatas se ganen el
derecho a serlo, en las luchas al lado y al frente del movimiento social y
popular.
En esas condiciones tendr�amos mejores oportunidades de sentirnos parte desde la
base y apoyar a nuestros gobiernos municipales y a nuestra Fracci�n Legislativa
con verdadero respaldo popular.
3. DEBEMOS TRANSFORMAR AL FMLN EN UNA FUERZA POL�TICA REAL.
Como parte de la pol�tica de construcci�n y desarrollo del Partido que se
necesita, debemos regular el ingreso al Partido, de tal manera que "Quien
ingrese al FMLN debe estar consciente que El partido al que ingresa se propone
derrotar el modelo neoliberal, al capitalismo neoliberal y que esa gran tarea
exige una profunda convicci�n y disposici�n de lucha". A este partido le
corresponder� guiar al pueblo salvadore�o hacia la Revoluci�n Democr�tica y
construir una nueva sociedad m�s justa; que no es posible lograrlo s�lo con
afiliados(as); debe saber que ingresar a este Partido significa realizar tareas
importantes, hist�ricas, tareas que necesariamente tendr�n que desarrollarse en
una lucha sin cuartel, utilizando todas las formas de lucha en contra de
enemigos que no ceder�n el poder voluntariamente.
Los(as) miembros(as), que lleguen a las filas del partido con la categor�a de "afiliado(a)
ser�n bienvenidos con derechos definidos en los Estatutos, �stos podr�an no
realizar tareas mas all� de aquellas tipificadas como de apoyo; ser�a muy
beneficioso e importante su acompa�amiento, cumplir con tareas menos complejas,
propias del nivel de desarrollo de su conciencia pol�tica, acompa�ando en las
luchas sociales, electorales y movilizaciones locales, regionales y nacionales.
En ese proceso de luchas reivindicativas econ�mico-sociales, pol�ticas e
ideol�gicas, esta masa de afiliados al partido sin ninguna duda proporcionar�
una buena cantidad de sus mejores y m�s destacados(as) elementos para
convertirlos en militantes conscientes del Partido.
Por ello creemos que debemos incorporar el principio de selecci�n de los
aspirantes o candidatos para reclutarlos al partido; debemos proponernos
incorporar a las filas del partido a militantes con calidad pol�tica, militantes
con disposici�n de lucha y, desde luego, con solvencia moral y �tica.
Debemos incorporar el reclutamiento permanente y como parte de �l la formaci�n
pol�tica permanente, ambas tares en manos de los Comit� de Base. Creemos que si
este planteamiento lo exponemos al movimiento social y popular abiertamente,
estamos seguros de encontrar respaldo y acompa�amiento al Partido para lograrlo.
Necesitamos corregir y sanear al partido, depurando la fruta podrida para
proteger la sana; esta medida corresponde a la ley objetiva del cambio
cuantitativo a cualitativo, es una ley objetiva del desarrollo.
Cada militante del partido debe estar vinculado estrechamente a las bases
sociales, sectoriales, territoriales y estar siempre dispuesto(a) a trabajar con
ellas, a orientarlas, acompa�arlas y aprender de ellas;
El Partido deber� ponerle atenci�n al criterio del Reclutamiento Dirigido,
privilegiando a los trabajadores y trabajadoras asalariados y desempleados de la
ciudad y del campo, a la juventud, a la intelectualidad, a las mujeres. Debe
saber donde construir la fuerza pol�tica; all� debe seleccionar y reclutar a los
mejores luchadores sociales, a los l�deres(as) y dirigentes sociales y construir
partido con ellos. Este m�todo, creemos, es fundamental sostenerlo para asegurar
la calidad combativa de los militantes, se trata de la construcci�n del
verdadero Sujeto de cambios, de transformaciones revolucionarias;
LA CALIDAD DEL PARTIDO QUE SE NECESITA
El ingreso al Partido, por lo tanto, debe ser objeto de un abordaje serio, debe
revisarse y reorientarse, a nuestro juicio deber�a asumirse como una tarea
fundamental de la lucha por construir y convertir al FMLN en un Partido
revolucionario, convertirlo en una fuerza pol�tica de verdad, un Partido con
colmillo y con capacidad real para cumplir con su misi�n hist�rica.
Por lo dem�s, debemos trabajar duro para lograr que en el Partido se expresen y
se desarrollen las ideas, las iniciativas creadoras, pero tambi�n la
experiencia, el legado del camino recorrido, la continuidad del trabajo de sus
militantes y cuadros dirigentes, los intereses de las mayor�as de nuestro
pueblo;
El Partido debe trabajar fuerte para construir y ganarse el derecho de ser el
porvenir, el forjador del otro mundo posible, debe asegurar los lazos
indestructibles entre la experiencia acumulada de sus cuadros veteranos y la
energ�a fresca de la juventud como partes inseparables e indisolubles de su
cuerpo, condici�n indispensable para lograr la fuerza y la confianza, que
permitan la participaci�n de todos y todas en la �nica lucha que nos conduzca a
un mundo mejor, mas humano, mas digno, mas justo.
Este gran reto no podr�amos lograrlo sin corregir y depurar al partido; Cuando
hablamos de depuraci�n no estamos viendo las diferencias ideol�gicas, propias de
un inevitable proceso de desarrollo, nos referimos a los signos oportunistas de
ver al Partido como una oportunidad de hacer carrera pol�tica personal o de
grupo, y hasta de corrupci�n y utilizar la fuerza bruta en sustituci�n del
debate democr�tico de las ideas fuera de los mecanismos y procedimientos
internos;
Hay que mantener, como uno de los grandes retos, la lucha por construir,
disputar y fortalecer las bases en que descansa la bandera de la UNIDAD del
partido; debemos esforzarnos por encausar el debate de las diferencias
ideol�gicas, no permitamos que la derecha neoliberal y sus medios de
comunicaci�n, se meta al interior del FMLN para dividirlo.
Declaremos la guerra a la confrontaci�n interna fuera de los procedimientos y
principios, convenci�ndonos de que nadie al interior saldr� ganancioso con un
partido fraccionado, a no ser el enemigo.
Por �ltimo, no quisi�ramos desaprovechar la ocasi�n del 25� Aniversario de
nuestro Partido, sin rendir un especial y profundo reconocimiento a los y las
militantes de las gloriosas organizaciones hermanas fundadoras de nuestro
glorioso FMLN; a las y los militantes revolucionarios de las FPL, de la R N del
ERP, del PRTC y del PCS.
Expresamos nuestro profundo Homenaje y respeto a los H�roes y M�rtires de todas
las organizaciones revolucionarias que ofrendaron sin regateos sus valiosas
vidas a favor de la causa popular; quisi�ramos expresar nuestro reconocimiento y
respeto a las familias de los ca�dos y ca�das en combate, desaparecidos y
asesinados pol�ticos, antes, durante y despu�s de la GPR.
30 DE JULIO DEL 2005