Compañeras
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República Decrática del Congo: 8 de marzo
La mujeres congoleñas reclaman su protagonismo
Umoya
La fiesta internacional de la mujer comienza este 8 de marzo de 2005, con un
desfile monstruo de unas 50.000 personas
Desde hace muchos años, las mujeres de Bukavu no desfilaban como este 8 de
marzo. Los años anteriores se vestían con túnicas fúnebres. Hoy desfilan con
alegría por las grandes avenidas de la ciudad de Bukavu, cabeza de distrito de
la provincia del Kivu Sur. Un desfile interminable de varios kilómetros salió a
las 8,30 h. de la Plaza Munzihírwa, pasó por el Bulevar Patrice Emery Lumunba y
desembocó en la Plaza de la Independencia. Un gran sol y un cielo casi azul han
hecho a esta marcha aún más festiva y coloreada por los miles de paños nuevos de
nuestras madres.
El ambiente fue el de grandes fiestas, sin los lloros de otros años, pero con la
conciencia firme de querer dar un mensaje y marcar a nuestra sociedad congoleña
de un signo claro. La Plaza de la Independencia podía contener a penas a las
50.000 madres llegadas de todos los rincones de la ciudad y de todas las
religiones.
Por vez primera hemos notado una presencia eminente (más de 1.000) mujeres
musulmanas, tocadas con un velo blanco y un paño de color obscuro. Aquí y allá,
podía leerse: "La madre es tan importante o más que el padre" o "No a la
discriminación, sí a la legalidad".
El canto de las madres de diferentes religiones, el de las madres protestantes,
los cantos y danzas de la Orquesta "Barrio de los Ases" que ha amenizado la
atmósfera de fiesta con sus guitarras, han sabido crear profundas emociones por
sus mensajes contra la violación, la violencia, la opresión de la mujer, etc.
Las madres han cantado con intensa convicción \"Mama nakupenda sana\" (= Mamá te
quiero mucho).
Hacia las 11,30h. llegó el Gobernador de la Provincia, Augustin Bulaimu. Su
llegada fue saludada con gritos de reivindicación de las mujeres de funcionarios
del Estado reclamando salarios justos y una vida más humana.
Las mujeres y muchachas violadas en tiempos de la guerra de Mutebusi y Nkunda,
de mayo-junio 2004, llamadas las "Hermanas Dunanto" y encuadradas por la
organización de la Iglesia protestante "Sayuni" se han servido del canto para
hacer oír su mensaje de denuncia, llamándose "las mayores víctimas, pues en su
sangre ha entrado el demonio del
sida y otras enfermedades…" y gritando también "que han tenido hijos no deseados
ni esperados que no son capaces de alimentar…" Su canto concluía: "No sabemos
cuál será, mañana, la suerte de esos niños… nacidos de la violencia y de la
injusticia…"
Las mujeres de Bukavu dejaron en manos del Gobernador un alegato, esperando que
este 8 de marzo de 2005 ponga fin a esta horrible pesadilla de ver a la mujer
como un objeto del que se goza de manera egoísta.