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Ernesto Che Guevara

12 de octubre del 2002

El Ché en Uruguay en 1961: la integración y la dependencia

Andrés Capelán

Montevideo, 8 de Octubre de 2002 - En Agosto de 1961 el balneario uruguayo de Punta del Este fue testigo de la reunión del Consejo Interamericano Económico y Social, circunstancia en la que se dio el puntapié inicial a la ya fracasada y olvidada Alianza para el Progreso. El representante de la República de Cuba fue Ernesto Che Guevara, y en estos momentos en que se vuelve a hablar de Integración Panamericana, es oportuno recordar sus palabras de entonces. La claridad de su análisis y la vigencia de sus palabras, ponen los pelos de punta y eximen al periodista de cualquier otro comentario.
El Che comenzó su discurso del 8 de agosto de 1961 con esta cita del apóstol cubano José Martí: "Quien dice unión económica, dice unión política. El pueblo que compra manda, el pueblo que vende sirve; hay que equilibrar el comercio para asegurar la libertad; el pueblo que quiere morir, vende a un solo pueblo, y el que quiere salvarse vende a más de uno. El influjo excesivo de un país en el comercio de otro se convierte en influjo político. (...) Cuando un pueblo fuerte da de comer a otro se hace servir de él. Cuando un pueblo fuerte quiere dar batalla a otro, compele a la alianza y al servicio a los que necesitan de él. El pueblo que quiera ser libre, sea libre en negocios. Distribuya sus negocios entre otros países igualmente fuertes. Si ha de preferir a alguno, prefiera al que lo necesite menos. Ni uniones de América contra Europa, ni con Europa contra un pueblo de Amperica. El caso geográfico de vivir juntos en América, no obliga sino en la mente de algún bachiller a la unión política."
Al rechazar la "ayuda" prometida por Estados Unidos mediante la Alianza para el Progreso que allí nacía, Guevara dijo hace 41 años: "Nosotros entendemos que la condición previa para que haya una verdadera planificación económica es que el poder político esté en manos de la clase trabajadora. Ese es el 'sine qua non' de la verdadera planificación para nosotros. Además, es necesaria la eliminación total de los monopolios imperialistas y el control estatal de las actividades productivas fundamentales."
Deben obtenerse ­decía- "garantías de precios estables; mercados crecientes o al menos estables; garantías contra agresiones económicas; garantías contra la suspensión unilateral de compras en mercados tradicionales; gatantías contra el 'dumping' de excedentes agrícolas subsidiados; gatantía contra el proteccionismo a la producción de productos primarios; creación de las condiciones en los países industrializados para las compras de productos primarios con mayor grado de elaboración."
"La integración económica de América Latina no es panacea ni puede servir de alternativa a reformas socio-económicas básicas. (...) Se insiste en solucionar los problemas de América a través de una política monetaria, en el sentido de considerar que son los cambios monetarios ­los cambios en la moneda- los que van a cambiar la estructura económica de los países, cuando nosotros hemos insistido en que solamente un cambio en la estructura total, en las relaciones de producción, es lo que puede determinar que se creen de verdad condiciones para el progreso de los pueblos."
"Y se insiste también en la libre empresa que, como es de dominio público, filosóficamente es condenada en Cuba, al condenar la explotación del hombre por el hombre. (...) Esta Alianza para el Progreso es un intento de buscar solución dentro de los marcos del imperialismo económico." Se ha establecido explícitamente que sus préstamos "irán fundamentalmente a fomentar la libre empresa. Y como no se ha condenado en ninguna forma a los monopolios imperialistas asentados en cada uno de los países de Amperica ­o en casi todos- es lógico suponer también que los créditos que se acuerden servirán para desarrollar los monopolios asentados en cada país."
"Esto provocará indiscutiblemente, cierto auge industrial y de los negocios. Esto traerá ganancias para las empresas. En el régimen de libre cambio en que casi todos los países de Amperica viven, esto significará mayor exportación de capitales hacia los Estados Unidos. De tal forma que la Alianza para el Progreso, en definitiva, se convertirá en el financiamiento por parte de los países latinoamericanos de las empresas monopolistas extranjeras."
"Pero además, como en ninguna parte del documento ha habido una decisión expresa respecto a puntos fundamentales, como son el mantener los precios de las materias primas, como no hay una prohibición a la baja de esos precios; como no hay ninguna obligatoriedad de mantenerlos, es muy presumible que en los años venideros siga la tendencia actual, y que las materias primas de América vayan bajando sus precios cada vez más."
"En tal caso, es de presumir que habrá un deterioro cada vez mayor de la balanza de pagos de cada uno de los países de América, a lo cual se sumará además la acción de los monopolios exportando capitales. Todo esto se traducirá en una falta de desarrollo, todo lo contrario de lo que presume la Alianza para el Progreso. Esta falta de desarrollo provocará más desempleo. El desempleo significa una baja de los salarios; empieza un proceso inflacionario ­que todos conocemos- para suplir los presupuestos estatales, que no se cumplen por falta de ingresos. Y en tal punto, entrará en casi todos los países de América a jugar un papel preponderante el Fondo Monetario Internacional."