Segundo Encuentro de la lucha contra el ALCA, entre el 25 y el 28 de noviembre
Arsenio Rodríguez
Tres encuentros relacionados con el Acuerdo de Libre Comercio de las Américas se efectuaron la pasada semana en Quito, la capital de Ecuador: la séptima reunión de ministros de Industria y Comercio, otra de empresarios, y una reunión de organizaciones indígenas, sindicales, ecologistas y sociales, que se oponen a este proyecto anexionista.
Los ministros suscribieron la llamada Declaración de Quito, momento en que Venezuela reiteró que resulta determinante la consulta popular mediante plebiscitos formales organizados por los gobiernos, sin apresurarse, y con la publicación de las propuestas de cada país antes de legalizar ese engendro.
Las organizaciones populares criticaron fuertemente las desigualdades que generará el ALCA, denunciaron la pérdida de soberanía nacional que ello implica, y cómo limita a los estados que aspiran a llevar adelante un verdadero proyecto autónomo de desarrollo.
Se dice que el ALCA permitirá el libre mercado, lo que es una fantasía, sobre todo a partir de las desigualdades de nuestras naciones en relación con los Estados Unidos y de ello toman conciencia las masas, a pesar del intento de cierta prensa de presentar esta reunión ministerial como un paso de avance.
Los llamados subsidios agrícolas solo beneficiarán a los productores norteamericanos y, de hecho, constituyen un golpe mortal al libre comercio, quedando sin poder competir sus homólogos latinoamericanos y del llamado Tercer Mundo.
Testigos no solo de lo que pasó en Quito, sino también en la Cumbre de Quebec, contaron sus anécdotas. Lo acontecido de una reunión a la otra recibió la valoración positiva de lo hecho en todo ese tiempo en esta importante batalla, destacándose las reuniones ya efectuadas en Cuba, Brasil, México y la Argentina.
Ya Brasil tuvo su plebiscito, ahora le toca a México y a Quebec, lo que se hará de acuerdo con las características de cada lugar, según se dio a conocer durante la Mesa Redonda Informativa sobre el ALCA.
Hay coincidencia en la necesidad de tener un plan de acción para encauzar el quehacer popular, que debe tomar forma en la reunión que se celebrará entre el 25 y el 28 de noviembre en un importante evento con más de 1 000 participantes del movimiento continental antiALCA en la capital cubana.
En el evento se pasará revista al estado actual de las negociaciones sobre el ALCA, también del TLC, que es un pequeño ALCA, y se analizarán el Plan Colombia, el Plan Puebla Panamá, y finalmente, el plan de acción que demanda este movimiento.
La Mesa Redonda recogió declaraciones de Evo Morales, líder campesino boliviano, quien fue muy crítico contra las intenciones norteamericanas, y anunció una próxima marcha en Cochabamba en contra del engendro.
También el argentino Adolfo Pérez Esquivel, Premio Nobel de la Paz, se quejó de la represión que sufrieron las marchas pacíficas organizadas y reiteró el rechazo a la anexión de la región a Estados Unidos. Ambas entrevistas las realizó la periodista Irma Shelton, de la Televisión Cubana.
La batalla de quienes quieren imponer el proyecto y de los que se oponen, entrará en una fase decisiva el próximo año, sobre todo por la crisis económica internacional existente, la decisión estadounidense de aprobar el ALCA por encima de cualquier criterio, y el aumento de la resistencia popular, tal como se reflejó en Quito.
Estados Unidos quiere sacar de esta batalla geoestratégica a los intereses europeos y japoneses, quedándose como dueño absoluto del petróleo, el agua y la biodiversidad, entre otros elementos. Además, aspira a imponerse en las inversiones y privatizar todo tipo de propiedad intelectual.
En la Mesa Redonda, bajo la conducción de la periodista Arleen Rodríguez, participaron Osvaldo Martínez, director del Centro de Investigaciones de la Economía Mundial; Leonel González, secretario de Relaciones Internacionales de la CTC, y Joel Suárez, coordinador del Centro Memorial Martin Luther King. También los periodistas Renato Recio, de Trabajadores, y Eduardo Dimas, de la Televisión Cubana.