Medios informativos en la lucha contra el ALCA
Opina el Presidente de la Federación Latinoamericana de Periodistas
FIDEL VASCÓS GONZÁLEZ / GRANMA
Con sus ochenta y cuatro años, Luis Suárez rebosa juventud. Se le advierte en el brillo de los ojos, la pasión del diálogo y la modernidad de las ideas. Actual Presidente de la Federación Latinoamericana de Periodistas (FELAP), ha dedicado su vida al oficio de informar destacándose su labor como Jefe de Redacción de la revista mexicana Siempre. La membresía de la FELAP supera las 30 organizaciones afiliadas, las cuales agrupan a más de 120 mil periodistas. El ámbito felapista es la región latinoamericana, incluyendo a Puerto Rico, pero está ampliando sus relaciones con España y Portugal. Se prepara el próximo Congreso para el otoño del 2003 a celebrarse en México. El anterior fue en La Habana en 1999.
Compañero Luis, en el II Encuentro Hemisférico de Lucha contra el ALCA en el que acaba de participar, uno de los talleres se dedicó a los medios de difusión y su uso en el continente. ¿Qué opiniones tiene sobre la actual situación de los medios en América Latina?
La mayoría de los órganos comerciales o empresariales de difusión masiva, como se les llama, tanto impresos como electrónicos, están muy cerrados al acceso de opiniones en contra de las suyas que, con excepciones muy honrosas, están supeditadas a la del poder unilateral de los Estados Unidos. Sin embargo, caeríamos en un grave error desaprovechando ciertas oportunidades que hay para trabajar en esos medios comerciales. No podemos renunciar a ello.
Hay otra cuestión que yo planteé en el taller que usted menciona. Se trata de una advertencia sobre el riesgo de apoyarnos sobre todo en la comunicación electrónica, en el correo electrónico, en Internet. Por esta vía no llegaríamos a toda la gente que ha de tomar parte en la lucha contra el ALCA. La realidad de nuestros países es que grandes masas ni tienen computadora ni pueden tenerla. Yo soy un entusiasta del uso de la tecnología, pero hay que cambiar su sentido y no que esa instrumentación sea el contenido, sino el vehículo de la comunicación. Porque el contenido está en la cabeza de los periodistas y se recibe en la mente, en la conciencia y en los sentimientos del presunto receptor de la información.
Hay un caso que podríamos considerar muy típico en estos momentos. Es el caso de Venezuela. Allí sí se ve cómo la guerra mediática se libra junto con la guerra política, social, en contra del gobierno legítimo, constitucional y democrático, porque ganó dos veces las elecciones. Yo siempre digo que las elecciones forman parte de la democracia, aunque no son la democracia. La democracia está en la reforma y eso es lo que los grandes medios no le dejan hacer a quien ganó las elecciones democráticamente en Venezuela. Entonces, nos vemos obligados a sustituir esos nichos que no llenamos, con publicaciones alternativas que los partidarios de Chávez hoy están haciendo.
¿A qué llama usted vías alternativas de información?
A las publicaciones de las organizaciones populares; radios de los sindicatos, de las universidades, de las instituciones locales. Por ejemplo, en la Universidad Nacional de México hay una estación de televisión, sería una televisión alternativa. Aquello que no es comercial, los mismos periódicos que se hacen a través de Internet, de información electrónica, son vías alternativas frente a la vía mercantilizada y comercial de los periódicos, donde el periódico se concibe como una empresa, como un negocio. Se ha producido una mercantilización que desvirtúa muchísimo el papel de la información. Esto tiene que ver con el fenómeno del neoliberalismo, del apartamiento del Estado y de sus instituciones. En Venezuela existe esta agresión.
Hemos hablado de los medios comerciales y de los alternativos. Pero también existen los medios del sector público, los medios que son del Estado. ¿Qué consideración tiene sobre esto?
Debemos oponernos a la privatización de los medios del sector público. Siempre el Estado es más amplio que el gobierno y abarca instituciones, periodistas y sectores que tienen derecho a reclamar y a estar presentes. Se debe luchar por la defensa del carácter público de estos medios, que no desaparezcan privatizándose. Mantener estos medios públicos es también mantener vivo un vehículo de difusión interesante, porque no puede seguir la línea de los medios privados. No solamente defender esos medios, sino hacer que los haya y que se creen y que el Estado los ponga realmente al servicio de la sociedad. En resumen, debemos desarrollar los medios alternativos, expresarnos en los medios comerciales y defender los medios públicos.
El periodista brasileño Beto Almeida, en el taller mencionado, propuso crear una agencia latinoamericana de información independiente a los medios comerciales. ¿Cuál es su opinión al respecto?
Beto Almeida es dirigente del sindicato de periodistas de Brasilia, miembro de la FELAP. Su propuesta no es solo que se cree una agencia informativa de carácter continental, pues ya existen algunas, como ALAI en Ecuador, y Prensa Latina, en Cuba, sino que en los estados donde está cambiando el carácter del gobierno o va a cambiar, como en el caso de Brasil, en el caso de Venezuela, con todas sus dificultades y enfrentamientos, y en el caso visible de Ecuador con el triunfo de Lucio Gutiérrez y, desde luego, Cuba, pudieran crear una agencia, no para que sea un medio más, alternativo, competitivo y extinguible, sino que exista por acuerdo y con la fuerza y los recursos de los estados que tengan una conciencia latinoamericanista.