Alca
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2004, AÑO DE LA BATALLA DECISIVA CONTRA EL ALCA
Cuauhtémoc Amezcua Dromundo
El peligro no desapareció. El ALCA, luego de Miami, sigue siendo una amenaza grave para nuestros pueblos. Hubo cambios de ritmo y de forma, resultado en gran parte de la lucha de los pueblos movilizados y en otra parte de las posturas de algunos gobiernos sudamericanos, el de Brasil en primer término.
Ahora se habla del ALCA 'light', del ALCA suave o 'a la carta'. Pero el proyecto mantiene sus fines esenciales sin cambio alguno. Sólo hubo una variante táctica al combinar acuerdos bilaterales y multilaterales. Nada más. El objetivo de Washington sigue siendo tomar el control total y absoluto de nuestras economías de hoy en adelante y para siempre. Destruir toda perspectiva de que éstas lleguen a operar algún día para beneficio del desarrollo soberano de nuestros pueblos. Convertirnos en esclavos. Ese es el peligro.
Así lo vio el Primer Congreso Bolivariano de los Pueblos que se celebró en Caracas a fines del año pasado, cuando apenas acababa de concluir la cumbre ministerial de Miami. Por eso declaró que 2004 sería el año de la batalla decisiva contra el ALCA. Esa valoración hoy la confirma el III Encuentro Hemisférico de Lucha contra el ALCA que, al momento de escribir estas líneas, se celebra en La Habana, Cuba.
¿Cuál es la visión de Washington sobre el ALCA? Hay dos, como siempre ocurre en estos casos. Una falsa, para la propaganda. Y una verdadera. La falsa habla de 'democracia', de 'oportunidades de desarrollo', habla de 'libre comercio'. La otra, la verdadera, la expresó Colin Powell de modo franco cuando dijo: 'nuestro objetivo es garantizar para las empresas norteamericanas el control de un territorio que se extiende desde el Artico hasta la Antártida y el libre acceso -sin ninguna clase de obstáculos- de nuestros productos, servicios, tecnologías y capitales por todo el hemisferio'.
Como se ve, se trata de acelerar el saqueo de nuestros recursos. Ya nos han vuelto a despojar de muchos, que habíamos recuperado para la soberanía de nuestros pueblos. Y vienen sobre otros, como la energía eléctrica, el petróleo y el gas, tanto en el caso de México como de varios otros de nuestros países. Pero ya están pasando a una nueva generación de su rapiña infinita. Ahora quieren apropiarse de nuestra biodiversidad, nuestra agua, nuestro oxígeno y todas las grandes riquezas del siglo XXI que se inicia. El ALCA, Área de Libre Comercio de las Américas sería el golpe final.