WAL-MART Y LAS "BONDADES" DEL NAFTA
La cadena ha cambiado la faz del sector minorista en México
David Luhnow
Ciudad de México- Hace unos días, el comerciante Carlos Huerta
entró a una tienda Sam’s Club en esta ciudad y compró US$6.000
en palomitas de maíz para microondas marca Act II. Cruzó la calle
con su pesado cargamento para luego revenderlo en su puesto callejero en el
mayor mercado de ventas al mayoreo de Latinoamérica. Antes, Huerta compraba
el maíz (producido en Estados Unidos) directamente al distribuidor local.
Pero en estos tiempos, cuando la frontera entre México y EE. UU. se vuelve
cada vez más abierta, Wal-Mart StoresInc. Puede despachar Act II a sus
muchos establecimientos Sam’s Club en México por apenas unos cuantos
centavos más de lo que cuesta en una tienda estadounidense, vendiendo
incluso más barato que el propio distribuidor en México.
"He perdido muchos clientes", dice Huerta, cuyos principales clientes
son las tiendas de abarrotes."Ahora muchos van directamente a Sam’s".
Eliminando intermediarios como Huerta es apenas una de las muchas formas en
que Wal-Mart ha logrado cambiar la forma en que México hace negocios.
Una de sus estrategias claves ha sido aprovechar al máximo las bondades
que ofrece el libre comercio –desde la eliminación de aranceles hasta
la integración del transporte y la desaparición de las trabas
burocráticas- que podrían eventualmente extenderse a otros países
latinoamericanos que se sumen a la zona comercial o a un acuerdo de libre comercio
para las Américas.
Gracias a las ventajas del Tratado de Libre Comercio de América del Norte,
TLC o Nafta, y a la explotación de su gigantesco poder adquisitivo y
red de distribución, Wal-Mart ha logrado adaptar al resto de Norteamérica
el plan de negocios que por años la ha convertido en la tienda favorita
de los estadounidenses. En la actualidad, y apenas a una década de haber
debutado en México, Wal-Mart domina el sector de ventas minoristas en
ese país. Wal-Mart de México SA, tiene ventas anuales de casi
US$9.000y contribuye con más de un tercio de las ganancias anuales de
unos US$!.100 millones fuera de Estados Unidos de su matriz. También
representa un terreno sólido para el talento y el crisol de ideas nuevas
que pueden ayudar al gigante minorista a traducir la "filosofía
de Wal-Mart" a otros países, como Alemania, donde la minorista ha
tenido algunos tropezones.
En la actualidad Wal-Mart opera 520 establecimientos en México, que van
de las grandes tiendas tipo bodega, Sam’s Club, a Wal-Mart Supercenters y pequeños
cafés.
Pero su éxito se debe a mucho más que sólo abrir enormes
tiendas de descuento al Sur del río Bravo. Tiene mucho que ver con el
hecho de que Nafta ha transformado a EE.UU., México y Canadá en
una zona comercial única.
Después de que entró en vigor el Nafta en 1994, los aranceles
cayeron, desatando en México una ola de demanda antes reprimida de productos
estadounidenses.
El acuerdo también eliminó algunos de los problemas en el transporte
y la burocracia gubernamental que había impedido a la compañía
aprovechar al máximo sus ventajas
Competitivas en este país. Además, estimuló a que compañías
de Asia y Europa se lanzaran a construir plantas nuevas en la zona de Nafta,
dando a Wal-Mart un mejor acceso a más marcas extranjeras.
Considere la línea de televisores de pantalla plana Wega, de la japonesa
Sony. En 1998, Ricardo Perera, encargado de compras de electrónicos de
Sam’s Club en Ciudad de México, importó un puñado de Wegas
desde Japón. Wal-Mart ofrció el televisor importado de 29 pulgadas
en unos US$1.600. El elevado precio reflejaba una tarifa de importación
de 23% además del costo de manejo y envío. Ese año las
tiendas Sam’sClub en México vendieron apenas cinco televisores.
El año siguiente, para aprovechar al máximo los beneficios de
Nafta, Sony construyó
Una gigantesca fábrica de Wega en la ciudad fronteriza de Mexicali. Al
instalar su planta en México, Sony pudo enviar los televisores libres
de impuestos. A toda la zona de libre comercio del acuerdo. Y aunque el mercado
objetivo principal era EE.UU., Perera detectó una oportunidad.
Los aparatos, ahora fabricados en México, le ahorrarían a Sam’s
un dineral en costos de envío y podría entonces traspasar esos
ahorros directamente a los consumidores. En la actualidad, Sam’s Club vende
los Wega de 29 pulgadas en alrededor de US$600
Y estos constituyen más de una tercera parte del total de la venta de
electrónicos de Sam’s en México.
La apertura de otras plantas ha posibilitado que Wal-Mart ofrezca ahorros similares
en México sobre marcas extranjeras en productos que van de ropa interior
a cámaras digitales.
Pero las cosas no fueron siempre color de rosa. A principios de los noventa,
traer las palomitas Act II del señor Huerta era todo un dolor de cabeza.
Además de los elevados costos de importación, los minoristas tenían
que usar costosos intermediarios para obtener permisos de importación.
Los productos demoraban hasta un mes para
pasar la aduana y con frecuencia los funcionarios mexicanos exigían sobornos.
La burocracia era una "tortura".
El enorme poder adquisitivo de la compañía le ha permitido mantenerse
al frente de sus competidores mexicanos que también están buscando
forma de aprovechar las decrecientes tarifas de importación. Pero como
Wal-Mart consolida sus pedidos de todos los productos que vende fuera de EE.UU.
, puede conseguir mayores descuentos
De sus proveedores que sus competidores locales más pequeños.
"Yo compro 20.000 juguetes de plástico, y Wal-Mart compra 20 millones.¿A
quién cree que le venden más barato?, se pregunta Francisco Martínez,
director de administración y finanzas de Comercial Mexicana, su principal
rival.
Las tácticas poco ortodoxas de la minorista estadounidense han puesto
a temblar a la competencia, cuyos elevados costos hacen casi imposible competir
con Wal-Mart. "En el largo plazo, el resto de nosotros va a tener que fusionarse
con algún socio local o extranjero para mantener el paso", dice
Martínez.
Repetidamente, Wal-Mart México ha aprovechado Nafta y otros aspectos
económicos para desatar verdaderas guerras de precios. Por ejemplo, en
lugar de embolsarse las ganancias inesperadas que registró su tienda
cuando cayeron los aranceles sobre ventiladores de pie marca Lasko de 20% en
1993 a 2% en la actualidad, José Luis Laparte, ejecutivo de Sam’s Club,
ordenó rebajas en el precio equivalentes a la reducción del arancel
de importación.
Wal-Mart espera repetir el éxito de sus otras localizaciones.
John Mercer, director ejecutivo de Wal-Mart International, dice que el éxito
de las bodegas de Wal-Mart México –bajos precios, pocas pretensiones
y una oferta limitada de productos en tiendas diseñadas para los consumidores
de escasos recursos económicos- ha inspirado a Wal Mart a abrir un clon
brasileño llamado todo día.
Y también podría poner a prueba ese formato en Estados Unidos.
Los ejecutivos de Wal-Mart en China ya están también echando ojo
a las operaciones mexicanas para llevarse algunas ideas.
Ann Zimmermann, en Dallas, contribuyó con este artículo.
Tomado de La Nación, sección The Wall Street Journal Americas,
31 de agosto del 2000