Por: Víctor M. Carriba

Representantes de una docena de países vuelven a reunirse desde hoy en esta capital para tratar de sacar del atolladero las negociaciones sobre el Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA).

Se trata de otra de las llamadas reuniones informales convocadas hasta ahora sin resultados en la búsqueda de acercamientos que permitan avanzar en el proyecto impulsado por Estados Unidos para ponerse en práctica el próximo año.

El más reciente intento en ese sentido se realizó a principios de este mes en Buenos Aires y concluyó en un total descalabro que obligó a postergar hasta abril la cita ministerial de Puebla, prevista en principio para mediados de marzo.

Ese encuentro de alto nivel también tuvo ya una frustración en febrero último y en la misma tierra azteca, donde los 34 países envueltos en el ALCA no pudieron llegar a acuerdos en aspectos claves de la negociación.

A la anterior reunión informal porteña asistieron representantes del MERCOSUR (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay), el Pacto Andino y la Comunidad del Caribe (CARICOM) y una delegación norteamericana dirigida por el vice representante de Comercio, Peter Allgeier, secundado por Canadá, México, Costa Rica y Chile.

En esa ocasión, los tres bloques regionales se negaron a asimilar la postura de la Casa Blanca y sus aliados y ante la falta de 'acuerdos mínimos' decidieron cambiar la fecha de la cita de Puebla de mediados de marzo para el 22 de abril.

Esa ausencia de resultados fue consecuencia de 'los laberintos' que envuelven la negociación, según dijo entonces el vicecanciller argentino, Martín Redrado, en alusión a las hasta ahora insalvables posiciones del bloque comercial sudamericano frente a las de Washington.

La esencia de las contradicciones radica en la intransigencia de Estados Unidos en mantener los subsidios a la agricultura -en detrimento de los grandes productores del MERCOSUR- y en no tocar las barreras proteccionistas, lo cual impide avanzar en otro punto clave para los sudamericanos: el acceso a mercados.

Al regresar ayer a Buenos Aires para la reunión del ALCA, Allgeier apuntó la necesidad de 'bajar las ambiciones de lo que creemos factible para crear el consenso necesario entre los 34 países' involucrados en el proyecto continental.

Sin embargo, abogó por 'una flexibilidad que habilite ajustes posteriores' y dejó en claro el esfuerzo norteamericano por el ALCA al señalar que 'nuestra persistencia se demuestra en el hecho de que hayamos bajado hasta aquí (Buenos Aires, en el sur del continente) por segunda vez en el mes'.

Al igual que a principios de este mes, la nueva reunión porteña estará acompañada todo el tiempo por constantes manifestaciones de repudio auspiciadas por la denominada Autoconvocatoria No al ALCA.