27 de noviembre del 2002
Con el ALCA son superiores los derechos de empresas a los de los pueblos
La Jornada
A pesar de la expansión del debate regional y la protesta sobre el Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA), hay aspectos críticos del proyecto que aún están silenciados, expuso aquí el economista, investigador y diputado cubano Osvaldo Martínez.
El especialista del Centro de Investigaciones de la Economía Mundial abrió la discusión del Segundo Encuentro Hemisférico de Lucha contra el ALCA, que empezó el lunes y concluirá el jueves, con la participación de unos 900 activistas, dirigentes sociales y académicos.
En la reunión, que busca elaborar un plan de acción, Martínez reseñó los contornos del proyecto, en sí mismo silencioso y del que apenas hace poco más de un año se conoció un primer borrador con corchetes.
Dentro de esa parquedad informativa, el diputado cubano destacó los que a su juicio son ingredientes de los documentos preparatorios del ALCA que carecen aún de suficiente atención pública:
-Los derechos de los inversionistas tienen más jerarquía que los derechos de los pueblos. Las empresas se reservan la potestad de demandar a los gobiernos fuera de las legislaciones nacionales en instancias imperativas.
-Se prohíbe cualquier control sobre el movimiento de capitales, incluso los especulativos de corto plazo, y permanecen los "requisitos de desempeño", un código de prohibiciones a los estados nacionales para reducir su capacidad de acción ante las compañías privadas.
-Todos los servicios, incluso la educación, la salud, las pensiones, las jubilaciones, la vivienda y la seguridad, pasan al libre juego de la competencia comercial.
-En propiedad intelectual el proyecto elimina restricciones al ejercicio de las empresas privadas para monopolizar patentes, en un escalón más alto aún que el del vigente Acuerdo de la Organización Mundial de Comercio sobre Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual Relacionados con el Comercio.
-Las compras de gobierno quedan totalmente abiertas a mecanismos de mercado.
-Una autoridad autónoma supranacional, sin contrapeso alguno, investigaría y penalizaría prácticas contra la libre competencia, incluso en empresas estatales.
-Permanecen sin alternativa los problemas de la desocupación, la caída del salario real, la precarización del empleo y el au-mento de la economía informal.
-Es inviolable el libre movimiento de capital y mercanías, pero no hay posición ante la política migratoria estadunidense, xenófoba y restrictiva.
-No existen en el proyecto los problemas de las mujeres y de los pueblos indígenas.
Martínez recordó que la negociación del ALCA está entrando en su fase decisiva, y propuso que el encuentro de La Habana sea también decisivo "en términos de alcanzar la coordinación, la organización y la movilización" necesarias.
El investigador citó las movilizaciones populares que se han multiplicado en torno al plan de apertura comercial hemisférica desde el año pasado, como "necesarias, útiles e insuficientes".
"Siendo notable y alentador lo alcanzado, es insuficiente aún" ante el avance de la negociación oficial, añadió el especialista, quien también puso en el balance las reservas de algunos gobiernos: Brasil (críticas a las barreras al acceso al mercado de Estados Unidos), Venezuela (contra la orientación neoliberal, el calendario de negociaciones y en favor de un plebiscito) y los países del Caribe (por un trato preferencial para las economías más pequeñas y débiles).
En la sesión vespertina del lunes, el presidente Fidel Castro, que participa en la reunión, se interesó en el desempeño agrícola latinoamericano, como resultado de la política proteccionista de Estados Unidos en el sector, y comentó algunas ponencias.