Mujeres contra el ALCA
Irene León ALAI-AMLATINA
Una activa agenda están desplegando las mujeres en el marco de las Jornadas de Resistencia Continental contra el ALCA, cuyo punto de convergencia es Quito (Ecuador). Espacios de reflexión, movilizaciones, acciones simbólicas, se vienen sucediendo desde el 27 de octubre pasado y se extenderán hasta el 1 de noviembre.
Desafiando el abigarrado cerco policial desplegado por el gobierno ecuatoriano, para precautelar los intereses de gobiernos y empresarios reunidos en esta ciudad, las mujeres ocuparon hoy, por poco más de una hora, una sucursal de la transnacional McDonald's, donde se despojaron de las ropas viejas que portaban y las quemaron, como símbolo de su resistencia al Acuerdo de Libre Comercio de las Américas -ALCA-, cuya adopción supone pérdida de soberanía, imposibilidad de desarrollo autónomo, empobrecimiento masivo y peores condiciones de trabajo y de vida para las mujeres, señalaron.
Asimismo, en el Encuentro Continental de Reflexión e Intercambio: Otra América es Posible, que se desarrolla en el marco de las Jornadas, un nutrido panel de mujeres reclamó a los gobiernos el inmediato cese de las negociaciones del ALCA, bajo la consideración de que éste acuerdo "es mucho más que comercio: sus normativas inciden en la economía toda, en los Estados y en la vida de la gente; es parte de una estrategia geopolítica de mayor alcance. Están en juego definiciones cruciales para nuestros países y nuestras vidas, frente a las que nos situamos como actoras económicas, como ciudadanas, reivindicando el derecho a decidir en estos importantes asuntos" señaló Magdalena León T, de la Red Latinoamericana de Mujeres Transformando la Economía -REMTE-.
Miriam Nobre, de la Marcha Mundial de Mujeres América Latina, señaló por su parte que la privatización de bienes y servicios, que se ratificará con la firma del ALCA, no sólo volverá inaccesibles la salud y la educación, sino que generará más exclusión y discriminación para las mujeres.
Por eso, destacó la amplia participación de ellas en el reciente plebiscito realizado en su país Brasil, donde unos 10 millones de personas expresaron su rechazo al ALCA y demandaron que ese país se retirara inmediatamente de las negociaciones.
Según Francisca Rodríguez, representante de la Vía Campesina, el ALCA condenará a la desaparición de unidades productivas medianas y pequeñas, urbanas y rurales, donde están mayoritariamente ubicadas las mujeres; y, a través de la apropiación de patentes, las despojará de su patrimonio de saberes y conocimientos generados durante siglos, como lo es por ejemplo el caso del cuidado y conservación de semillas sanas.
Pero además, es preocupación común la restricción de la potestad de los Estados para dictar políticas soberanas de desarrollo económico, definir políticas sobre producción, distribución, redistribución.
El manifiesto del capítulo ecuatoriano de la mencionada red sustenta su rechazo al ALCA porque las mujeres proponen "cambios sustanciales en el modelo económico y en el comercio internacional: estos ya no deben estar regidos por el interés particular, la explotación, la competencia, que generan injusticias, empobrecimiento, depredación ambiental".
Las mujeres movilizadas en Quito proponen "una economía que priorice la atención de necesidades humanas, potencie diversas maneras de organizar la producción, supere desigualdades e injusticias, especialmente las que afectan a las mujeres. En función de ello, el comercio internacional debe estar regido por normas y acuerdos basados en la vigencia de derechos, la solidaridad, la complementariedad, la colaboración, la reciprocidad, y no en la competencia y el dominio de los poderosos".
Por eso, su mayor exigencia a los gobiernos es: detener el ALCA e impulsar otra integración, basada en la solidaridad, la igualdad de género, el respeto a la soberanía, y la justa redistribución.
_______________________________________________ Servicio Informativo "Alai-amlatina"