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Organismos financieros internacionales fuerzan la privatización global del agua
Angélica Enciso
La Jornada
La escasez de agua ha llevado a una crisis mundial que se ha plasmado en que
un recurso natural, que tradicionalmente ha sido de libre acceso para todos, se
convierte en una mercancía a la que sólo pueden acceder quienes pagan por ella,
señala Tony Clarke, autor, con Maude Barlow, del libro Oro azul.
El agua dulce disponible representa menos de la mitad de uno por ciento de todo
el recurso con que cuenta el planeta, ya que el resto es mar, hielo en los polos
o está almacenada en el subsuelo, 'la verdad es que la humanidad está acabando,
desviando y contaminando las reservas de líquido disponible en el mundo',
señalan los autores en el libro.
Con este panorama es que hace 25 años comenzó el proceso de privatización del
líquido, que se ha concretado en diferentes fases: en el manejo empresarial de
los servicios de agua potable, en el control de presas, la contaminación de los
cauces por las industrias y en su comercialización en botellas de plástico,
asevera Clarke.
Director del Instituto Polaris, de Canadá, y quien trabaja con organizaciones
ciudadanas, movimientos sociales y trabajadores orientados a la lucha en torno a
la problemática del agua, advierte que el elemento, esencial para la vida del
hombre y de la naturaleza, convertido en mercancía hace que quienes menos tienen
carezcan de él.
Comunidades rurales
Entrevistado durante su visita a México para participar en el foro En defensa
del agua, precisó que el proceso de mercantilización del líquido ha llevado a
que incluso haya comunidades rurales que tienen que pagar por utilizar las
precipitaciones pluviales, 'creo que es una violación de los derechos humanos
fundamentales'.
Abundó sobre las formas que ha tomado la privatización del fluido, e indicó que
son al menos cuatro los esquemas que hasta ahora se han presentado. Refirió que
se trata del manejo particular de los servicios de las redes de agua municipales
y la mayoría de las ciudades obtiene el líquido de ese sistema, 'cuando pasa a
manos privadas, el único objetivo es ganar más dinero, y este proceso se ha
venido haciendo mediante reformas de la legislación y cambios en la estructura
de manejo del recurso'.
La segunda forma es con la contaminación del líquido, y tiene que ver con que
las industrias cada vez lo utilizan más y lo contaminan, lo cual hace que el
suministro sea más escaso y el precio aumente, 'por lo que la contaminación es
inseparable de la privatización'. Aseveró que la tercera forma es lo que
llamaría 'desviación del agua', que se concreta con la construcción de canales y
presas, y, finalmente, está la comercialización del líquido embotellado, la cual
presenta el mayor dinamismo en el mercado.
'Siempre oímos decir que el agua se acaba, con lo cual se prepara el escenario
para su privatización en todo el mundo. La discusión parte de que ahora se pone
precio a algo que es de libre acceso para todos. El fluido se ve como mercancía,
éste es el primer paso: poner precio y convertirlo en un producto para
introducirlo en el mercado. El segundo es imponer las reglas del mercado
capitalista: sólo el que tiene dinero puede consumir el recurso.'
Aseguró que es necesario estudiar las empresas para combatir las fuerzas de la
privatización, ya que detrás de todas las corporaciones que están en el negocio
se encuentran el Banco Mundial (BM) y el Banco Interamericano de Desarrollo
(BID), instituciones que ponen como condición la privatización del agua para
otorgar préstamos a los países.
Presiones por el agua
Clarke indicó que la contaminación de los sistemas hídricos ocasionada por la
industria, y la presión en la demanda del líquido son causas de la escasez. 'Se
prevé que para 2025, dos terceras partes de la población mundial enfrentarán
problemas de carestía del recurso. La demanda está creciendo y se duplica cada
20 años.'
Detalló que 'el agua disponible se convirtió en una mercancía cara y crece el
control del líquido por empresas que hacen ganancias extraordinarias con su
comercialización. Tenemos tres corporaciones de servicios: Suez y Veolia, que
son francesas, y RWE Thames, alemana. Además corporaciones de agua embotellada -Nestlé,
Coca-Cola y Pepsi- y en este campo está el negocio más próspero'.
Abundó en que 'el agua es esencial para la vida el hombre, nada existiría sin
ella: la naturaleza, el hombre, los animales. Al volverla mercancía, sólo los
que pueden pagar tienen acceso a algo indispensable para vivir. Y de esta forma
no todos tendrán acceso a ella'.
-¿La presencia de las empresas crece constantemente?
-Este mercado crece con rapidez por la globalización. Suez está en casi 139
ciudades del mundo, es la más grande de las empresas de servicios. Para
establecerse en algún sitio las corporaciones demandan garantías en términos
financieros, mismas que son establecidas por el BM y el Fondo Monetario
Internacional (FMI). Primero se apoderan de la infraestructura hidráulica, como
ocurrió en Buenos Aires; en México, su participación es menor, aunque crecerá
con el Programa para la Modernización de los Prestadores del Servicio de Agua y
Saneamiento (Promagua) -impulsado por la Comisión Nacional del Agua (Conagua)-
con el cual se promueve el negocio del recurso con las empresas y el BM está
listo para financiar acuerdos. Esta es la base para promover la privatización
del recurso en México.
Diseño de programas y leyes
-¿Los cambios a la Ley de Aguas Nacionales van de acuerdo con este proceso?
-Sí, lo que pasa con los programas y leyes en México es que fueron diseñados
conforme a los lineamientos globales de privatización; Promagua vincula a los
municipios con las corporaciones y las financiadoras internacionales, y el
gobierno federal permite el vínculo entre los municipios y las empresas.
-¿El planteamiento gubernamental de aumentar las tarifas sigue esta línea?
-Así es, se divulga la idea para que la gente se acostumbre a que el agua es
cara, y de esta manera se hace atractivo a las compañías meterse en el negocio.
Se trata de extraer, filtrar y distribuirla, de ello se obtiene una gran
ganancia.
-¿Qué tan real es la crisis hídrica?
-El agua cada vez es más escasa. En términos económicos cuando un recurso
empieza a ser escaso y la demanda es mayor, hay interés comercial. En México hay
serios problemas con el líquido, hay sitios donde no hay o está muy contaminada.
Las empresas, en los hechos, dependen de su carencia, porque de esa forma
tendrán mayores ganancias. Según las leyes del mercado, mientras más escasea una
mercancía y mayor es su demanda, la ganancia es superior. Por eso pretenden de
controlar las fuentes del recurso.
-En este contexto, ¿cuál es el papel del Foro Mundial del Agua que se celebrará
en México el año próximo?
-Es un foro donde las compañías y los gobiernos podrán promover la
privatización; son cuidadosos en no decirlo así. Cuando uno se mete en los
programas se encuentra que apoyan este proceso. El modelo de privatización
cambia en cada ciudad, depende de las condiciones, la cultura y las necesidades,
algunas veces es un proceso parcial, como aquí en la ciudad de México, y en
otros, como en Santiago de Chile, es mayor.