Nuestro Planeta
|
Sobre los índices de productividad de la tierra
Plinio Arruda Sampaio
MST Informa
La ley que articula esta cuestión considera improductivos los inmuebles que
no explotan suficientemente sus tierras. Tal calificación ha de hacerla un
profesional mediante inspección.
Lo primero que el personal autorizado verifica en estas inspecciones es la
extensión de tierra que está siendo efectivamente cultivada en el inmueble. A
continuación, la producción obtenida en los diversos cultivos y explotaciones
pecuarias del inmueble en inspección es comparada con los datos de rendimiento
medio que las haciendas brasileñas obtienen para idénticos productos
agropecuarios. Un inmueble que explote una parte muy pequeña de sus tierras o
cuyo rendimiento sea inferior a la media brasileña constituye un inmueble
improductivo y como tal es clasificado, pudiendo, por tanto, ser desapropiado
para la constitución de asentamientos para la Reforma Agraria.
La tabulación de indicadores de rendimiento para cultivos y producción pecuaria
se hizo en la década de los 70. Desde entonces la agricultura brasileña se ha
modernizado, haciéndose mucho más productiva. A pesar de ello, la tabla de
indicadores no fue modificada, lo que hoy en día permite escapar de ser
clasificadas como improductivas a haciendas que explotan sus tierras
pésimamente.
En el estado de Paraná, solamente 8 de 148 inspecciones dieron como resultado la
improductividad de los inmuebles inspeccionados. Actualizando los índices el
resultado sería obviamente muy superior.
El envejecimiento de los indicadores provoca retrasos en el proceso de
desapropiación y deja margen para que los propietarios hallados en falta
discutan el decreto desapropiatorio en la Justicia. Esto encarece el proceso de
Reforma Agraria y, sobretodo, hace que éste se torne más lento.
En 1999 el Ministerio de Reforma Agraria realizó estudios para actualizar los
indicadores de rendimiento o "índices de productividad", como algunos los
llaman. Dos institutos de reconocida competencia e idoneidad fueron los
encargados de llevar a cabo los estudios: la Unicamp (Universidad de Campinas,
estado de São Paulo) y la EMBRAPA (Empresa Brasileña de Investigaciones
Agrapecuarias). Ambos realizaron sus investigaciones de forma independiente,
llegando prácticamente a las mismas conclusiones.
De acuerdo con la ley, los Ministros de Desarrollo Agrario y de Agricultura
deberían publicar, después de escuchar la opinión del Consejo Nacional de
Desarrollo Agrícola, los nuevos indicadores de rendimiento a ser utilizados por
el INCRA o Instituto Nacional de Colonización y Reforma Agraria.
Pero la movilización de los grandes hacendados impidió en su momento que esto
sucediese.
En la Propuesta del II Plan Nacional de Reforma Agraria, entregado al Presidente
Lula en diciembre de 2003, se mostró la necesidad de actualizar los indicadores
de rendimiento (pág. 38), a fin de posibilitar el cumplimiento de la meta de
asentamientos establecida por el Plan.
Pero hasta ahora, abril de 2005, la actualización de indicadores sigue sin ser
publicada, evidentemente a causa de la oposición de los grandes hacendados.
Tras ocurrir la masacre de Felisburgo, en el estado de Minas Gerais, una
comisión de representantes de la sociedad civil entregó al Presidente Lula una
petición para que fueran publicados los índices de productividad, declarando que
son tales índices una medida necesaria para acelerar la Reforma Agraria. Hay que
decir que el proceso de Reforma Agraria se encuentra por debajo de las metas
fijadas por el gobierno, incluso teniendo en cuenta que las metas
gubernamentales redujeron a la mitad las metas propuestas por los especialistas
en el II Plan Nacional de Reforma Agraria. Tras el asesinato de la Hermana
Dorothy, la misma comisión reiteró la petición.
A pesar de todo, la decisión tomada no fue publicar inmediatamente nuevos
indicadores basados en los estudios de 1999, ya realizados, sino hacer un nuevo
estudio. Consta que este estudio ya está acabado y se encuentra en discusión en
las altas esferas del gobierno.
Se espera que el gobierno Lula afronte el reto y publique los nuevos índices a
fin de no quedar en la misma posición de los gobiernos pasados, quienes siempre
tuvieron a mano el pretexto de la falta de información para dejar de hacer lo
que era más que obvio.
* Plinio Arruda Sampaio es presidente de la ABRA (Asociación Brasileña de la
Reforma Agraria) e integrante del equipo que elaboró el Plan Nacional de Reforma
Agraria, entregado al gobierno en 2003.