Medio Oriente - Asia - Africa
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De Nueva Orle�ns a �frica hambrienta hay un paso
Las hambrunas en el Continente
Negro
Yahir Contreras
Rebeli�n
�frica padece hambre: una noticia recurrente cada a�o y una maldici�n para el
continente. �Pero por qu� hay hambrunas y qu� las origina?
Funcionarios del Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU revelaron datos
escalofriantes y una impotencia abrumadora: tan s�lo en Niger un mill�n y medio
de habitantes puede morir de hambre en los pr�ximos meses, la carencia de
alimentos afecta a tres millones y medio de nigerinos y 150 mil ni�os sufren de
desnutrici�n. Los programas y recursos de apoyo son insuficientes: de 59
millones de d�lares requeridos por el organismo, apenas consigui� 33 millones,
lo cual representa, m�s all� de la frialdad de las cifras, ni m�s ni menos que
la muerte de miles de personas por inanici�n. Pero la carencia de alimentos se
extiende a Etiop�a, Eritrea, Chad, Somalia, Sud�n, Mozambique...
Las peri�dicas hambrunas africanas tienen causas muy concretas: algunas
naturales, como la sequ�a y las plagas de langosta, pero las decisivas obedecen
al impacto de pol�ticas econ�micas nefastas y la negaci�n de financiamiento para
la ayuda, que aunque es insuficiente y pasajera, al menos calma a los
hambrientos y muchas veces apacigua las conciencias de la filantrop�a burguesa.
Las hambrunas en �frica no son producto de desgracias divinas o intrincados
factores: el hambre es causada por un sistema econ�mico mundial inhumano,
injusto desde cualquier �ngulo, que da ayuda de vez en cuando si se agudizan sus
efectos catastr�ficos. Las esfuerzos de ayuda contra el hambre mundial no
pueden, por muy buena voluntad y recursos financieros que tengan, relegar las
causas profundas radicadas en las estructuras de poder nacionales, en las
guerras intestinas estimuladas desde afuera; ni pueden exculpar de sus cr�menes
de lesa humanidad a los detentadores de la dictadura mundial capitalista bajo la
forma de neoliberalismo, m�s despiadada que la moribunda pol�tica del Estado de
Bienestar socialdem�crata.
Desde luego que la escasez alimenticia tiene causas naturales, como la sequ�a
que asola regiones enteras de �frica subsahariana, producto del proceso de
desertizaci�n, aunado a la presencia de una aguda plaga de langosta que este a�o
ataca los plant�os sin piedad y deja en ruinas vastas regiones en cuesti�n de
horas. Pero expertos en el tema anunciaron la plaga del 2005 doce meses antes y
ning�n organismo financiero mundial movi� ni un dedo para hacer acopio de
alimentos y adem�s enfrentar la langosta y sus efectos devastadores en el Sahel
y otras zonas de �frica. La ONU clam� en el desierto y anunci� con antelaci�n la
"crisis humanitaria" en ciernes, eufemismo para suavizar el efecto medi�tico de
alarma por el hambre en el Continente Negro.
La reuni�n del G-8 en Escocia sirvi� para lanzar demag�gicos discursos que
declararon al 2005 como el "a�o de �frica", para encubrir sus cr�menes de guerra
en Irak con un manto de cinismo y falso sentido de humanidad hacia millones de
personas hambrientas. Reducir la deuda es lo m�ximo que prometieron los l�deres
de los pa�ses m�s poderosos del orbe con la idea mezquina de disminuir la
migraci�n a Europa. La reciente Asamblea anual de la ONU en Nueva York fue otra
muestra de la actitud inhumana de los detentadores del poder: las metas de
erradicar el hambre y otros males de la pobreza mundial fueron relegadas por la
"lucha contra el terrorismo" proclamada por Estados Unidos y sus ac�litos.
Los mecanismos econ�micos que originan la hambruna son visibles y
malintencionados: los programas de ajuste del FMI en pa�ses africanos, como en
Am�rica Latina, colocan camisas de fuerza a los gobernantes locales (corruptos
en muchos casos), impidiendo atender la poblaci�n pauperizada con recursos que
son desviados para cubrir la deuda externa y los bolsillos de los plut�cratas y
dem�s lacras, como los especuladores, que originan o agravan las hambrunas. Si
el precio de productos alimenticios sube por obra y gracia del mercado, millones
de empobrecidos africanos no podr�n comprar sus alimentos as� los hubiera: tal
es la despiadada realidad del capitalismo. En el Sahel o en la devastada Nueva
Orle�ns los pobres sufren hambre por las mismas causas socio-econ�micas: la
pobreza y la opresi�n.
El hambre en �frica no es un asunto de humanitarismo o beneficiencia
internacional: es un problema estructural, de impiedad sist�mica, de implacable
voracidad de saqueo de las riquezas por la fuerza o por la disuasi�n militar,
una plaga peor para los pueblos africanos que las mismas nubes de langostas. Los
teletones (esa pat�tica recolecci�n medi�tica de recursos para "los m�s
necesitados"), o conciertos como Live8, a lo sumo apaciguan el problema, sin
erradicarlo, y sobre todo sin atacar a fondo y prevenir los cada vez m�s
catastr�ficos efectos de la devastaci�n del hombre por el hombre, valga decir:
la devastaci�n del hombre por el hambre.