El presidente de Níger, Mamadou Tanja, visitó el sur de su país para corroborar con sus propios ojos cuál es la magnitud de la crisis humanitaria, que amenaza con causar la muerte por inanición a más de cien mil niños.
La corresponsal de la BBC en la región, Hilary Anderson, dijo que cada día decenas de infantes mueren de hambre en los centros de nutrición.
Este miércoles el coordinador de Asistencia Humanitaria de las Naciones Unidas, Jan Egeland, responsabilizó a la comunidad internacional por no haber hecho lo suficiente para solucionar la crisis en Níger.
Egeland dijo que 2,5 millones de personas necesitan comida y que sin ella, 150.000 niños morirán muy pronto. "Emergencia descuidada"
"Níger es el ejemplo de una emergencia descuidada, donde las tempranas advertencias no fueron escuchadas", agregó Egeland.
Los primeros llamados de ayuda que hizo la ONU en mayo pasado no captaron la atención de la comunidad internacional.
El gobierno nigerino tampoco le dio la prioridad requerida a la crisis.
Ha rechazado las solicitudes de distribuir comida gratis y ha sido criticado por no haber hecho lo suficiente para prepararse ante la escasez de alimentos. Gobierno se defiende
Sin embargo, el gobierno de Niger se defiende de esta acusación, citando sus pedidos de asistencia que han sido ignorados desde Noviembre del pasado año.
Francia y Canadá se comprometieron el miércoles a prestar ayuda de emergencia a la situación.
Los primeros aviones cargados de alimentos y medicamentos partieron de Marsella el jueves en la mañana y esperan realizar varios vuelos de entrega durante el fin de semana.
La agencia noticiosa EFE, reporta que la ministra de Cooperación Internacional de Canadá, Aileen Carroll, anunció la donación de un millón de dólares al Programa Mundial de Alimentos para ayudar a la crisis en Níger.
La crisis en Níger ha sido ampliamente pronosticada, después de la escasa cosecha, sequía e invasión de la plaga de langosta el año pasado.