Carlos Poblete Avila

La humanidad democrática y libertaria recordó hace poco tiempo los 30 años de la heroica muerte del Presidente Salvador Allende y los logros de su gobierno, y condenó el siniestro golpe militar fascista que aniquiló las esperanzas de todo un pueblo.

Hoy, a 30 años, la misma humanidad recuerda y celebra la extraordinaria victoria política y militar de Viet Nam sobre el agresor imperialista yanqui que por largos años instauró el odio y la muerte en suelo asiático.

La consciencia del mundo condenó aquella horrorosa invasión que dividió a un país en dos territorios. El imperio transformó a esa patria en un campo de experimentos letales aplicando armas tóxicas como el napalm y otras.

Millares de hijos del pueblo vietnamita cayeron en esa guerra patria, y millares de soldados invasores mordieron el polvo de la derrota en un territorio ajeno anegado en sangre.

El pueblo de Viet Nam demostró valor, sabiduría e inteligencia para combatir y derrotar a un agresor mil veces superior en pertrechos militares.

Desde el propio territorio de los EE.UU. surgieron voces y grandes manifestaciones resistiendo la agresión de ese gobierno, conductas y actos que se multiplicaron en distintas latitudes.

El pueblo de Chile no fue ajeno a esas acciones de solidaridad política y material con la heroica resistencia de Viet Nam. Marchas, actos y jornadas por la paz sembraron el territorio de norte a sur como demostración de respeto y admiración al coraje de un pueblo que estaba resuelto a vencer guiado por su líder Ho Chi Min. Particular cometido le cupo a la juventud chilena, estudiantil y trabajadora, que puso a prueba su creatividad en el arte y la política, y su capacidad organizativa en las décadas de los años 60 y 70.

A 30 años del retiro del invasor yanqui de aquel territorio la humanidad recuerda y celebra, y extrae lecciones históricas de esa hazaña.

La unidad y la solidaridad hacen y harán posible que todos los pueblos del mundo conquisten también su dignidad y soberanía.

Carlos Poblete Avila

Chile, mayo de 2005.