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Mensaje de la 36
Es lícito y humano que de vez en cuando uno se sienta tentado de refugiarse en placenteras fantasías e imaginarse, que probablemente más adelante existan cambios sociales, económicos y políticos por este camino que ha emprendido el gobierno progresista.
Pero es indudable que la mínima pericia convierte al instante esta fantasía en un mero sueño.
Cada día nos asesoramos por la televisión cuando hablan los hombres que no tienen dudas de su propia sabiduría, personas que creen que la vejez les da atributos tales como la serenidad.
¿Cuál es la imagen que se percibe detrás de las palabras filosóficas de estos dirigentes que peinan canas?
Más allá de los efectos de la crisis ellos nos presentan cada noche una visión más amplia en la que todos los graves problemas -en apariencia- se ven más como los medios que conducirán tarde o temprano a un bien común.
Esta imagen de serenidad y placidez ante los problemas acuciantes tiene todo el espacio suficiente de los grandes medios de comunicación a su favor. Diarios, radios y fundamentalmente los canales de televisión.
Sin embargo, no es aconsejable aceptar creencias semejantes. La serenidad y paciencia que se nos reclama a menudo, sólo puede lograrse a través de la ceguera o el desconocimiento total de lo que está ocurriendo.
Al contrario de lo que debiera suponerse nosotros nos volvemos cada día más prevenidos y críticos.
Nosotros no siempre fuimos así, hasta que Astori fuera nombrado ministro de Economía en el exterior y ante los organismos internacionales de crédito aceptábamos con mayor o menor convencimiento el progresismo tal como actuaba.
Teníamos noción de que existían hombres como Astori que había estado a favor del balotaje electoral, de las privatizaciones, de la minireforma, de los tratados comerciales con los Estados Unidos, del secreto bancario, y del pago de la deuda externa.
Pero era razonable que esperáramos que su crecimiento no fuera tan rápido, dominante y absolutista.
Sin ser realmente oposición al nuevo gobierno la marcha de los acontecimientos nos impide cada vez más capacidades para estar de acuerdo con lo que sucede.
Una minoría que crece comienza a cuestionarse algunas cosas en medio de esa dualidad de sentimientos entre lo que hubiera querido que fuese y la realidad de los hechos.
El Estado se va convirtiendo en un instrumento menos democrático, esto es verdad indistintamente de las posiciones políticas que representen.
La nueva técnica de la publicidad moderna consiste en "inventar palabras nuevas y engañar a la población para que discuta acerca de cual de las dos mentiras es la verdad".
Los gobiernos burgueses plantearon privatizar los servicios públicos y entes del Estado. Y la respuesta popular a través de la democracia directa fue negativa.
Ahora, el gobierno progresista asegura desmonopolizar, asociar y hacer funcionar el ente energético de ANCAP bajo las normas del derecho privado.
Y entonces hacen discutir acaloradamente a la gente entre las dos opciones, en apariencia diferentes, pero infamemente igual en sus objetivos y consecuencias.
Esta manera de engañar por ignorancia o ceguera dogmática al pueblo, cuenta con cierta complicidad de los intelectuales y periodistas a sueldo, y hasta una parte del movimiento sindical, que no logra respuestas acertadas a la nueva situación.
La reafirmación del presidente de la República, el Doctor Tabaré Vázquez, a la instalación de las nuevas plantas de celulosa en Río Negro, de comprobada consecuencias nefastas medioambientales y contra la salud humana.
La negativa del Gobierno progresista de aceptar los reclamos salariales de los trabajadores públicos en razón de un recorte presupuestal anunciada por el ministro de Economía, Danilo Astori.
Ayer, el principal punto del convenio colectivo que será firmado con el gobierno, supone por parte de los trabajadores la aplicación de una recuperación salarial a lo largo de todo el quinquenio.
COFE estima que la pérdida salarial estará en el orden del 20 por ciento.
Una vez más "se utiliza por parte del gobierno el salario de los trabajadores como variable de ajuste y ahorro para el pago de los intereses de la deuda externa".
Salvo que en esta oportunidad con el beneplácito de los trabajadores que, por razones estratégicas, y por el clima esperanzador para la clase trabajadora.
En relación al plebiscito por el agua ayer la empresa extranjera URAGUA emitió un comunicado en el que insiste una vez más con sus reclamos.
El comunicado de la empresa española recuerda "que según la opinión de destacados constitucionalistas la aprobación de la enmienda extinguió el contrato entre Uragua y el estado uruguayo".
"Manifestamos nuestra preocupación ante el no cumplimiento de la resolución del Poder Ejecutivo de fecha 7 de noviembre de 2004, en la que se instruye al Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente y que coordine con OSE y con URSEA en el más breve plazo posible, las acciones pertinentes que concluyan en el traspaso de la administración de los servicios que hoy presta Uragua a la persona jurídica estatal correspondiente", dice el comunicado.
La compañía brasileña VARIG También anunció al gobierno progresista su interés en no continuar asociada con la empresa de aviación de bandera nacional PLUNA.
La empresa francesa que explota la concepción de gas por cañería GASEBA también no demuestra interés en continuar y en el día de hoy tomará posición respecto a los reclamos del sindicato que aspira que sus dirigentes sean tomados nuevamente por la empresa antes de marcharse.
Esta semana Búsqueda publicó una entrevista al ex dirigente sindical y ahora presidente de ANCAP, Daniel Martínez donde se manifiesta partidario de que la empresa estatal de combustible pase a funcionar bajo las normas del derecho privado algo que en su opinión fortalecería a la compañía y le permitiera agilizar procedimientos y eliminar la inamovilidad de los funcionarios.
El gobierno progresista intenta mantener las privatizaciones en PLUNA, OSE, ANTEL, GASEBA y ANCAP y se toma los tiempos necesarios en búsqueda de nuevos socios privados que sustituyan a los renunciantes.
En la filosofía y sociología del gobierno progresista se plantea, por primera vez como problema fundamental, el de la sociedad y el individuo.
El interés de los dirigentes progresistas obedece a causas determinantes en el plano económico y también social, entre las que se cuentan la lucha contra las ideas de izquierda.
Los argumentos que esgrimen con más frecuencia perjudican a los trabajadores y combaten el socialismo.
Ellos -lo declaren o no- en primer término, consideran que el socialismo pasó de moda y que es incapaz de asegurar el desarrollo de la producción.
Por esta razón vemos como, al igual que los dirigentes de la burguesía, declaran que hace falta pasar a los entes del estado al derecho privado.
Plantean que las empresas del Estado, al suprimir la propiedad privada de los medios de producción, anula la iniciativa y la competencia entre las empresas privadas y sin estos estímulos afirman que el progreso económico es imposible.
Los grandes monopolios internacionales llevan hasta las metrópolis donde tienen sus sedes; a grupos de periodistas, dirigentes políticos y sindicales, gobernantes y legisladores con todos los gastos pagos para que aprecien las maravillas de sus empresas.
Al regreso todos vuelven convencidos de las maravillas del capitalismo del primer mundo, sin pensar siquiera que aquí el capitalismo seguirá siendo del Tercer Mundo y subdesarrollado.
Desde entonces pasarán a afirmar que sólo la elite industrial y financiera posee fuerza creadora y constructiva. Asimismo bajo el planteo de la necesidad de inversiones ocultan la verdadera intención, que es la de favorecer a una determinada clase dominante.
Hasta ahora las únicas inversiones privadas han sido siempre mínimas o inexistentes. Por el contrario, se apropian de la infraestructura del Estado, carreteras, puentes, puertos, vías de ferrocarril así como de los beneficios fiscales y de los clientes cautivos. De ahí en adelante, unos cuantos programas en la televisión de sus principales voceros y, en muchos casos, se valen de los propios funcionarios del Estado, como cuando el mayor Igorra viceministro de Vivienda y Medio Ambiente publicita a favor de la Empresa finlandesa Botnia.
El gobierno progresista autorizó el aumento del contingente de soldados uruguayos en Haití. Esta semana un militar uruguayo muerto y varios heridos más, es el primer costo de vidas humanas de gravedad anunciado largamente en ese teatro de operaciones bajo el mando militar de Naciones Unidas.
Las afirmaciones del presidente de la República Doctor Tabaré Vázquez sobre el posible veto a la Ley de Salud Reproductiva, que incluye el derecho al aborto, causó preocupación en sectores internos del progresismo afines al oficialismo.
El traslado de la estatua del papa Carol Woytila hasta la cruz de la avenida Bulevar Artigas motivó algunas tenues manifestaciones contrarias al cambio del Estado en torno a la política de laicidad tradicionalmente hasta ahora.
También esta semana el ministro del interior José Díaz, mantuvo su decisión y designó como presidente de la Junta Asesora de Servicios Policiales al inspector general Roberto Rivero, pese a haber sido puesto en conocimiento por la dirección del Frente Amplio de que el Movimiento 26 de Marzo había denunciado al oficial en la Mesa Política de la coalición, por haber serias denuncias en el Departamento de Colonia que lo sindican como responsable de violaciones de los derechos humanos durante la última dictadura militar.
El secretario de Estado integró el lunes 2 la Junta Asesora con un grupo de oficiales de carrera y a la salida de la reunión José Díaz anunció que lo mantendría en la Presidencia de la Junta "porque no se han confirmado las denuncias que pesan en su contra".
El ministro del interior José Díaz, debe tener muy buenas razones y manejar a la vez toda la información suficiente que le permitieran hacer tales afirmaciones con tan escaso margen de tiempo.
Máxime cuando los cargos de Rivero datan de los años de la dictadura en la década de los setenta, y a los cuales se les suman otros dos años después de restaurada la democracia, cuando el propio José Díaz era diputado del Frente Amplio en representación del Partido Socialista.
En aquella oportunidad el Diputado Frei por el departamento de Colonia y representante de la lista 99, elevó un pedido de informes al Ministerio del Interior para averiguar las conductas anteriores atribuidas a Rivero cuando era subjefe de Policía de Colonia.
Mas recientemente Rivero estuvo en las primeras planas de las páginas de los diarios cuando fue relevado de su cargo por el ex ministro del interior Guillermo Stirling que lo había acusado por graves actos en el año 2000.
De tal manera que las acusaciones no solo provienen únicamente de un sector minoritario sin representación parlamentaria, considerado como radical y con escasa incidencia política.
La indiferencia y la ratificación en el cargo a Rivero tampoco tiene en cuenta los antecedentes anteriores a las denuncias de la dirección del 26 de Marzo.
La fuerza de las sospechas de los denunciantes evidentemente no radica en su fuerza material y política.
Por lo que, si es esto lo que se pretende desconocer por parte del poder político ya hay abundantes señales en ese sentido mucho más fuertes.
Pero la fuerza política en esta oportunidad ha de surgir de la verdad.
Es probable que no sean muchos los testigos que se animen a presentar sus testimonios sobre los hechos verdaderos, porque es sabido que hay miedos que cambian y hay miedos que se mantienen en el tiempo.
De todas formas, ayudaremos a la memoria recordando lo que por lo menos ha sido publicado y relaciona también a algunos medios de prensa con Rivero.
La moderna situación nos cambia el escenario político, social y sindical.
¿Qué quiere decir esto?
Es como si un actor que fuera a entrar a escena se encontrara que su papel lo está representando alguien del público.
Antiguos dirigentes sindicales ahora proponen la movilidad de los empleados públicos.
Los viceministros publicitan las bondades de los empresarios extranjeros.
El ministro del Interior ahora defiende al policía que su compañero acusaba hace un tiempo atrás.
El Papa se instala en una avenida de la mano del gobierno laico.
La transnacional del agua pide a gritos "nos queremos ir" y el Gobierno en cambio defiende que los convenios no caen.
Los trabajadores no piden aumento salarial y ahora ni siquiera aspiran a recuperar los niveles salariales.
Cuando se mira la televisión los canales compiten entre sí a cual más oficialista, muchos periodistas que estaban en aquel canal ahora están en este otro.
Las modernas formas de democracia y los nuevos métodos de publicidad han hecho el problema de influir en la opinión pública muy diferente de lo que fue siempre. El conocimiento que el público tiene de cualquier acontecimiento importante se deriva de grandes y poderosas organizaciones, la prensa, la radio y sobre todo la televisión.
Ahora de seguro, los gobiernos modernos y los gobernantes tiene menos conocimiento. A pesar de poseer mayor información el conocimiento es más limitado.
Se ocupan poco por investigar ellos mismos los hechos y por lo mismo, solamente llegan a saber lo que sus agentes consideran bueno para ellos.
Los mismos funcionarios que les preparan sus discursos, sus carpetas, sus desembarcos, y sus reuniones de trabajo, son los que definen que cosas son buenas para ellos.
A no ser que se trate de un movimiento tan poderoso como "Zona Urbana" por ejemplo, en dirección contraria a la de los gobernantes que los políticos no puedan ignorarlos.
Pero cuando se trata de una organización o un grupo social materialmente insignificante, no lo tendrán en cuenta.
Hechos que deberían guiar las decisiones de los dirigentes por ejemplo, posibles males como consecuencia de la emisión de dioxinas y otras fuentes contaminantes no revisten la debida importancia si permanecen sepultados en los grupos ambientalistas y las páginas de los pequeños diarios alternativos.
Un escaso grupo de productores y desorganizados deudores ejercerán poca presión sobre un gobierno que conoce en número y en condiciones a esos sectores cada vez más debilitados por la crisis. Por eso se permite que continúen las ejecuciones sin contemplar las promesas electorales que aún resuenan en los oídos de las víctimas.
ADQUIEREN DEBIDA IMPORTANCIA ÚNICAMENTE CUANDO LLEGAN A SER CONOCIDOS DE MUCHOS ELECTORES, COMO PARA INFLUIR EN EL CURSO DE LAS ELECCIONES.