Latinoamérica
|
Perú: ¿Pacto entre Toledo y García por impunidad?
Para Ayacucho, la justicia es una utopía
Raquel Palomino
Alan García, ex presidente y actual candidato presidencial por el partido
aprista peruano estaría moviendo todo su aparato partidario, político y judicial
para evitar que la justicia los sancione por su responsabilidad en las matanzas
cometidas durante su gobierno y así pueda concretar sus aspiraciones a la
presidencia de la república, el próximo año. Así lo estaría demostrando el
pedido de destitución de Cristina Olazábal, titular de la Fiscalía Especializada
en Derechos Humanos de Ayacucho, quien lo ha encontrado responsable en la
matanza de Accomarca y lo viene investigando como presunto responsable en la
mataza de Cayara; las persistentes amenazas y presiones que se vienen cometiendo
contra los fiscales que participaron y participan en dichos casos, presiones que
estarían siendo realizadas por personal del Gobierno Regional de Ayacucho,
íntimamente ligados con el partido aprista; y la reciente denuncia del
periodista César Hildebrandt, sobre un supuesto pacto entre Alejandro Toledo y
el acusado Alan García para proteger sus 'investiduras presidenciales', ante las
denuncias que pesan sobre ellos. Pacto que explicaría la falta de un apoyo por
parte del Estado en el esclarecimiento de graves violaciones a los derechos
humanos.
Recordemos que en los primeros meses del año, la titular de la Fiscalía
Especializada en Derechos Humanos de la ciudad de Ayacucho, Dra. Cristina
Olazábal denunció a Alan García por omisión impropia en la matanza de 69
pobladores de la comunidad campesina de Accomarca cometido en agosto de 1985 y
lo citó dos veces para que declare por la matanza de 50 pobladores de la
comunidad de Cayara ocurrida en 1988, por encontrársele presunto responsable,
citaciones a las cuales el investigado no acudió.
Estas acciones legales emprendidas desde la Fiscalía de Derechos Humanos de
Ayacucho provocaron, como es de conocimiento público, diversas declaraciones por
parte de congresistas apristas como el de Jorge del
Castillo quién llamó de terrorista a la fiscal y a la abogada de los familiares,
Dra. Gloria Cano, declaraciones que llevó al Ministerio Público de Ayacucho a
emitir un pronunciamiento público de rechazo categórico a las declaraciones de
congresista aprista y a solidarizarse con la magistrada agredida. Asimismo, se
conoce que los abogados de enlace del acusado Alan García y funcionarios de la
Gerencia Regional de Asesor a Jurídica del Gobierno Regional de Ayacucho habrían
amenazado a los fiscales adjuntos que vieron estos casos con las salidas
progresivas de todos los que conforman la Fiscalía Especializada en Derechos
Humanos de Ayacucho.
Y así se estaría dando, pues del equipo inicial: un fiscal adjunto, Tomas
Infante ya fue reemplazado en pleno proceso por un titular, el otro fiscal
adjunto que se mantiene estaría siendo denunciado según el diario 'La Primera' y
a esto se suma el pedido de destitución de la Dra. Olazábal del cargo de Titular
de la Fiscalía Especializada en Derechos Humanos por parte del Titular de la
Fiscalía Suprema de Control Interno, Miguel Angel Cáceres Chávez, quien ha
respaldando al pedido del fiscal de Ica, Parra Rodríguez quien denunció a
Olazábal por 'parcialidad en los casos de Accomarca contra Alan García', cabe
resaltar que Parra estaría vinculado con el partido aprista, según versiones de
personal del Ministerio Público de Ica. Se conoce además que, meses atrás,
personal de esta misma fiscalía habría visitado la Fiscalía de Derechos Humanos
de Ayacucho, en ocasión de tomar la manifestación de Olazábal, ante una denuncia
realizada por el acusado Alan García contra la fiscal, y en esa oportunidad
habrían preguntando por la identidad de los fiscales que participaron en la
denuncia contra Alan en el caso Accomarca. Luego, como se sabe, llegaron los
reemplazos.
El aparato político no se queda atrás. Según una denuncia del periodista César
Hildebrandt existiría un acuerdo o pacto entre Alejandro Toledo, actual
presidente de la República, quien viene siendo investigado por dirigir una
fábrica de firmas para presentarse en las elecciones presidenciales pasadas y
podría costarle el pedido de vacancia presidencial, y Alan García, acusado e
investigado por violaciones a los derechos humanos.
Este pacto explicaría la razón por el cual el partido aprista ha bajado la
guardia en el pedido de la investigación de la fábrica de firmas y el porqué
desde el Estado no hay un apoyo certero a las investigaciones de las matanzas de
Accomarca, Cayara, incluido el caso de las ejecuciones extrajudiciales cometidas
contra 250 presos en tres cárceles de Lima en 1986, procesos que involucrarían
directamente a Alan García. Hildebrandt presentó transcripciones de una
conversación entre estos acusados y retó públicamente a lo denuncien y sanciones
si lo que denuncia es mentira.
Pedidos de destitución de la fiscal que investiga, amenazas, agresiones e
insultos verbales contra abogados y fiscales, las no presentaciones a las
citaciones de la fiscal, ironías y burlas ante el dolor de los familiares con
declaraciones de por ejemplo 'que me paguen el pasaje para ir a Ayacucho a
presentar mi declaración' o excusas como el 'si voy a Ayacucho a declarar tienen
que garantizar mi vida pues los familiares pueden atentar contra mi';
nombramiento de titulares que reemplaza a quienes investigan, traslado de los
casos a Lima, ignorando que los familiares de la victima tiene derecho a que se
investigue y juzgue en el lugar donde se cometieron las graves violaciones a los
derechos humanos que sufrieron; pactos oscuros entre acusados, etc. son los
síntomas de que la impunidad sigue operando en este castigado país y que la
justicia para Ayacucho es sólo una utopía que sueñan los justos y de la cual se
ríen los perpetradores.