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Demandan a Estado de Guatemala por represión a opositores del TLC
Prensa Latina
El Grupo de Apoyo Mutuo (GAM) demandó al Estado de Guatemala por la actitud
represiva de las fuerzas de seguridad durante las protestas contra la
ratificación del Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos, se informó
hoy.
Mario Polanco, dirigente de la agrupación defensora de los derechos humanos,
señaló que la acusación ante las instancias judiciales se sustenta en que el
gobierno, por medio de las fuerzas públicas, vedó la libertad de locomoción de
los manifestantes.
Además, dañó la propiedad privada y no ofreció de inmediato atención médica a
quienes protestaron contra el acuerdo comercial y resultaron heridos durante
choques con la policía en la localidad de Colotenango, en el departamento de
Huehuetenango (noroeste).
En aquella comunidad huehueteca un campesino murió por disparos presuntamente
hechos por miembros de la Policía Nacional Civil (PNC) y del ejército que
trataron de desalojar a quienes bloqueaban un puente.
La demanda del GAM también incluye la responsabilidad del Estado por la muerte
del labriego Juan Estéban López, de 24 años de edad, durante los referidos
disturbios.
Polanco explicó para realizar la denuncia se basó en una ley, según la cual, los
manifestantes deben pedir permiso a Gobernación de su departamento (provincia) y
esa dependencia notifica a las fuerzas de seguridad para que vigilen la
manifestación.
"En el caso de las últimas marchas, la policía las reprimió y agredió", fustigó
el activista humanitario, al agregar que en lo referido a daños a la propiedad
privada el pasado lunes un grupo de policías intentó ingresar a la Casa del
Estudiante.
En ese inmueble, situado en el centro de esta capital, se encontraban los
organizadores de la protesta contra la ratificación parlamentaria del TLC,
apuntó.
Desde hace dos semanas decenas de miles de guatemaltecos convocados por el
Movimiento Indígena, Campesino, Sindical y Popular (MICSP), que aglutina a casi
una veintena de agrupaciones civiles, salieron a las calles para criticar la
política oficial.
Esas jornadas tuvieron por momentos episodios violentos, en los cuales murieron
dos personas, medio centenar resultó herido (incluidos agentes del orden), una
veintena fue detenida y se reportaron más de nueve millones de dólares en
pérdidas para la economía.