Internacional
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Con sobrados méritos para encabezar todas las listas
Angel Rodríguez Alvarez
AIN
Entre los 'aportes' de la actual Administración norteamericana al escenario
mundial se encuentra el de haber convertido la mentira, la hipocresía y el
cinismo en instrumentos para conseguir objetivos políticos.
La presencia de tales prácticas como componente de las relaciones exteriores
estadounidenses es de vieja data, pero incuestionablemente el presidente George
W. Bush y su equipo las han llevado a su expresión máxima.
Lo hacen, además, sin tapujo alguno, con la mayor naturalidad, convencidos de la
validez de aquel viejo y conocido principio tan enarbolado por los oportunistas
y reza: 'Haz lo que yo digo y no lo que yo hago.'
Con las fabulosas mentiras más recientes se pueden llenar varias cuartillas,
pero basta por su trascendencia con mencionar aquellas que, repetidas hasta el
cansancio por Bush y su equipo de halcones, condujeron a la brutal agresión a
Irak.
EEUU miente u oculta algo todos los días acerca de casi todos los temas de
interés a su propia opinión pública, primera víctima de este método, y al resto
del mundo.
Las más extraordinarias mentiras, fuertemente matizadas de cinismo, son
precisamente aquellas relacionadas con la supuesta lucha contra el terrorismo,
proclamada de manera amenazante por Bush después de los trágicos sucesos del 11
de septiembre.
Por este camino llegan al extremo -risible si no fuera tan preocupante- de
elaborar listas calificando la conducta de numerosos países en relación con los
más diversos temas.
Así, existen las dedicadas a quienes supuestamente promueven el narcotráfico,
los carentes de la libertad de prensa, los no elegidos de manera democrática
según las normas burguesas, los violadores de los derechos humanos y los
promotores o cómplices del terrorismo.
En ninguna de estas listas, por supuesto, aparece Norteamérica. Ellos se
encuentran, por 'mandato divino', más allá del bien y el mal y su conducta es
tan 'diáfana y transparente', que solo clasificarían en la de estados modelos,
de existir tal lista.
Imaginar mayor hipocresía y cinismo resulta imposible.
Estados Unidos, que exige a todos los países la elección de sus gobernantes
mediante los procedimientos electorales basados en el pluripartidismo y las
normas burguesas tradicionales, apoyó el golpe de estado contra Hugo Chávez,
elegido bajo esas mismas reglas.
Estados Unidos, mayor productor y poseedor de armas de destrucción masivas,
declara la guerra a Irak por la no probada posesión de tales medios bélicos.
Estados Unidos, que manipula la Comisión de Derechos Humanos en Ginebra, se
encuentra envuelto en el más sonado escándalo de los últimos años por la
aplicación de brutales torturas a sus prisioneros en las cárceles de Abu Ghraib
y su base naval en Guantánamo.
Estados Unidos, promotor y padrino de Osama bin Laden, declara la guerra a
Afganistán bajo el pretexto de que en su territorio se ocultaba el peligroso
saudita.
Estados Unidos, poseedor del mayor y más poderoso arsenal, un megamillonario
presupuesto militar y bases militares los continentes, quiere impedir que el
gobierno venezolano adquiera fusiles y otras armas ligeras ara su defensa.
Estados Unidos, que lleva a cabo una cruzada mundial contra el terrorismo,
aplica una abierta política de terrorismo de estado contra Afganistán e Irak y
oculta y protege en su territorio, desde hace casi dos meses, a Luis Posada
Carriles, el mayor terrorista del Hemisferio Occidental.
Muchas y más interesantes 'conexiones' como las señaladas pueden ser
establecidas para demostrar lo evidente, pero es suficiente.
Sin duda sobran los elementos para reservarle a Bush y sus colaboradores el
número uno, si alguien se decidiera a hacer una lista de gobiernos mentirosos,
cínicos e hipócritas.