Alexander Kogotov
Forum.msk.ru
Traducido del ruso para Rebelión por Josafat S.Comín

La semana pasada se celebró la boda del multimillonario Melnichenko, copropietario del Banco MDM. La elegida fue la modelo yugoslava Alexandra Kokotovich. La ceremonia se celebró en la Costa Azul, en Antibe. La celebración costó unos 14 millones de dólares. (1)
Para la ocasión se ordenó desmontar un antiguo campanario ortodoxo en Rusia y enviarlo a Antibe, donde fue reconstruido. Entre los invitados no faltaron personajes mundialmente famosos de la farándula: Cristina Aguilera, Whitney Houston, Julio y Enrique Iglesias. El principal invitado de la boda, que lleva deleitando dos semanas a los grandes medios internacionales, no fue otro que el presidente de Rusia, Vladimir Putin.
Las informaciones sobre Putin, no se filtraron en la prensa rusa, que tan escrupulosa se muestra con la criba de noticias similares. La conducta del presidente, que decía mantener la misma distancia con todos los oligarcas, puede resultar desalentadora solo a primera vista.
Resulta que Putin ya hace tiempo que domina con pericia la técnica de "maestro de ceremonias en las bodas". Ya en el año 2000 fue padrino de boda del "rey del aluminio", el multimillonario Oleg Deripaski y su prometida Polina, a la sazón hija del responsable de la Administración de la Presidencia, Valentín Yumashev. Putin era por entonces un presidente recién salido del horno, "coronado" por la "Familia" de los Yeltsin, a los que demostró fidelidad.
Los oligarcas valoran el papel que representa Putin en las bodas
El presidente no estuvo presente en los festejos centrales del clan de los Deripaski, sino que se les unió más tarde, en la estación de esquí de Gladienkaya, propiedad de los Deripaski. El presidente llegó justo para la ceremonia de casamiento. (Oleg Deripaski, como tantos otros oligarcas de su nacionalidad (2) —Berezovsky, Vekselberg—no se ha resistido a la moda, y se ha convertido a la fe ortodoxa, a toda velocidad. Melnichenko, con su campanario, tampoco ha salido rana).
Desde entonces, fiel a la cita, cada febrero Putin rinde visita al complejo de Gladienkaya, para celebrar el cumpleaños de Oleg Deripaski. Entre los invitados no es difícil encontrar a famosos de la escena rusa, del tipo de Ilya Lagutenko. La fiestecita tiene un presupuesto de entre 150 y 200 mil dólares.
Más o menos es lo que cuesta cada uno de los regalos que le hacen al cumpleañero. Putin tampoco se olvida de su regalo. Lo más interesante es que de entre todas las visitas que hace a los oligarcas, Putin solo se reúne a solas por un largo espacio de tiempo con Oleg Deripaski, con el que posa después para la prensa en la residencia oficial de veraneo del presidente ruso, en Sochi, en Krasnaya Poliana.
La gente que conoce lo que ocurre entre bastidores dice que el ambiente y la puesta en escena de Krasnaya Poliana, no deben engañar a nadie: es Putin el que rinde cuentas a los oligarcas y no al revés.
Román Abramovich, por ejemplo, como principal vigilante del poder, fija las entrevistas en el Kremlin, a cualquier hora, cuando él desee, y Putin acude a su llamada. La residencia no oficial de Abramovich en el Kremlin estaría en las salas supuestamente utilizadas por el ayudante de la presidencia, el ya mencionado Valentín Yumashev. De los mismos privilegios gozaría Mijail Fridman, solo que sin tener sus propios compartimentos en el Kremlin.
El duro trabajo del casamentero valedor de millonarios
Los esfuerzos de Putin no han caído en saco roto. Por fin los oligarcas han accedido a que se suban los salarios de los profesionales dependientes del erario público. Esta inyección en los presupuestos rusos se ha ido conformando durante años como resultado de la venta de petróleo a precios desorbitados. Este dinero se supone debería haber sido destinado a completar el Fondo de Estabilidad, y trabajar para la economía nacional, para sufragar los programas sociales desde un principio.
Pero Putin no contaba con el placet: "No toques lo que no es tuyo". De hecho el Fondo hace tiempo que es utilizado por los oligarcas más cercanos en su interés propio. El dinero sudado de los oligarcas no podía destinarse a las necesidades de vete tú a saber que botánicos o matasanos sin el permiso del Poder Supremo en Rusia, de la Nueva Familia.
Por cierto que la pregunta de si será el Fondo desvalijado o no, es algo que hace tiempo que no está en el orden del día. ¿Para qué saquear el Fondo, cuando el propio presidente con todos los bártulos, ya está privatizado, incluido el Fondo?
En cuanto a los oligarcas, según fuentes bien informadas, siguen sin poner un dólar, como han venido haciendo hasta ahora, en los presupuestos rusos. Su principal tarea, a día de hoy, consiste en perfeccionar los esquemas Offshor (3) hasta el 2008 (4), para que luego nadie pueda meter la nariz.
No vaya a ser que les surja un imprevisto en el curso de la sucesión de presidente privatizado…
Notas de la T.
(1) Según Pravda-info., el costo total de la ceremonia de Andrei Melnichenko podría alcanzar los 40 millones de dólares. Para comparar sirva como ejemplo que David Beckham se gastó en su boda 2 millones de dólares y Madonna 3.
Melnichenko se encuentra en el puesto 30 de los rusos más ricos y el 514 a nivel mundial. Según "Forbes" su fortuna asciende a 1100 millones de dólares.
(2) La mayoría de los oligarcas que dominan la economía rusa son de origen judío.
(3) "Offshore" es un término que no aparece en los diccionarios. La palabra "shore" se refiere a la línea divisoria entre el agua del mar o de un lago y la tierra, debido a que la mayoría de los "centros offshore" están situados en islas. El desarrollo en los últimos años de este mundo paralelo, alternativo o / y complementario ha sido gigantesco y en relación directa al incremento de la presión fiscal en los países desarrollados. Se habla de que la mitad del dinero del mundo está "offshore". (Fuente: Enciclopedia Multimedia Virtual en Internet de Economía)
(4) Año de las futuras elecciones presidenciales en Rusia.