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Argentina: La lucha continúa

La noche de los lápices (16/09/76)



La Noche de los Lápices

La Plata - Argentina
16 de setiembre de 1976

Tienen entre 16 y 18 años, con la ternura de la infancia en el rostro y la utopía de la adolescencia en el alma. Con los típicos delantales blancos reclaman el boleto escolar, suprimido por el gobierno militar. Creen que su demanda es justa, especialmente para los chicos pobres. Viven en La Plata y los fines de semana ayudan en las villas miseria.

En esa madrugada son arrancados de sus casas por los hombres del general Camps, jefe de policía, en su plan perverso de eliminar cientos de adolescentes "subversivos".

Pablo Díaz, secuestrado el 21, sobrevive al horror y tiene fuerzas para contar lo vivido en el campo clandestino "Pozo de Banfield", donde permanece cuatro meses con sus compañeros y otros secuestrados. "Estar desaparecido -dice- es recibir picana eléctrica en todo el cuerpo, que nos arranquen las uñas, estar quince días a sólo pan y agua, con una soga al cuello, las manos esposadas, los ojos vendados, los cabellos crecidos, sin bañarse. Las chicas manoseadas y violadas cada noche."

Durante el Juicio a las Juntas, ante la prensa o para la película "La Noche de los Lápices", Pablo reconstruye cada minuto: las ansias de vivir, la certeza de la libertad, las canciones para animarse, la fe militante de María Clara, que invita a rezar en la Nochebuena. Después, el silencio de la desaparición y sus rostros convertidos en bandera de justicia al declararse el 16 de septiembre "Día del Estudiante Secundario".