Argentina: La lucha continúa
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Argentina
Los imprescindibles apátridas
El fallo del CIADI, multando a la
República Argentina por los supuestos perjuicios sufridos por empresas
transnacionales, abre la polémica sobre la gestión del conflicto por parte del
Gobierno Nacional, en particular sobre la actitud de no denunciar los tratados
bilaterales de inversiones, que habilitaron el arbitraje del CIADI, a cuyo
asesoramiento contribuyen los apátridas, exfuncionarios,
abogados y expertos argentinos. En el marco de la celebración del 25 de mayo y
ante la ofensiva de las empresas transnacionales contra nuestro país, el MORENO
quiere reafirmar su posicionamiento en la defensa de los intereses nacionales.
A continuación del artículo de Gustavo Calleja, se transcribe un artículo de PAGINA 12 que individualizan a quienes colaboran con el
CIADI.
Gustavo Calleja
Infomoreno
Paralelamente
con el dictado del primer fallo adverso a los intereses argentinos ante el
Tribunal de Arbitraje del Banco Mundial -el CIADI- aparecieron los nombres de
ciudadanos argentinos que declararon ante el mismo como testigos propuestos por
las empresas extranjeras, como también los nombres de los estudios jurídicos
que las defienden. Falta conocer quienes fueron los colaboradores elegidos por
el Ministerio de Justicia para defendernos y, obviamente, conocer las opiniones
que vertieron al respecto. También debe el Gobierno explicarnos cuál es la
causa por la que no denuncia los tratados bilaterales que permiten este tipo de
recurrencia arbitral y si, además de publicitar directa o indirectamente los
nombres de los testigos, tiene pensado aplicarles las disposiciones pertinentes
del Código Penal.
Según el Diccionario de la Real Academia Española, 'Apátrida' significa 'sin
patria' y también 'dícese de la persona que carece de
nacionalidad'. Esa obra, considera a la 'Patria' como la 'Tierra natal o
adoptiva ordenada como nación, a la que se siente ligado el ser humano por
vínculos jurídicos, históricos y afectivos'. El poeta y prócer cubano y
americano José Martí, quien fuera también maestro del modelo iberoamericanista, escribió estos versos, que comparto:
'El amor
madre a la patria
No es el amor ridículo a la tierra
Ni a la hierba que pisan nuestras plantas
Es el odio insensible a quien la oprime
Es el rencor eterno a quien la ataca'
Desde 1810 en
adelante, nuestra patria fue atacada y oprimida; hoy, somos una colonia:
vivimos en la pobreza, no tenemos sueños colectivos, carecemos de poder de
decisión propio y las riquezas que generamos se van al exterior. A los grandes
próceres -San Martín, Moreno, Belgrano, Castelli,
Monteagudo, Güemes…- los tenemos en el bronce, pero
perdimos sus ideas. Cuando nos sacamos a la 'madre patria' de encima apareció
la 'abuela patria' y, más recientemente, reducida ésta en su rol de potencia,
nos encontramos con su 'hija putativa' y como si esto fuera poco, reapareció la
'madre patria', tan soberbia, insensible y corrupta como siempre, pero que en
lugar de enviarnos sus ejércitos nos conquista con sus empresas: Repsol,
Telefónica, Gas Natural Ban, etc. La historia nos
muestra que cambiaron los dominadores, pero ninguno de ellos pudo prescindir de
los apátridas.
Nada de eso hubiese sido posible por la sola acción de la extranjería: siempre
contaron con sus socios minoritarios de adentro, es decir, los apátridas.
Leandro Alem tenía claro que en la Argentina existían
dos ideologías: la de aquellos que la deseaban soberana e independiente,
integrada por hombres que vivieran dignamente y en plena libertad y la de
quiénes siempre pensaron solamente en sus bienes materiales poniendo,
indefectiblemente, al Estado al servicio de sus negocios particulares, es
decir, los apátridas.
El abrazo de Perón y Balbín, no sólo tuvo importancia para cerrar un pasado de
desencuentros, pues el inaugurar una comunión de ideas populares y nacionales,
significaba la marginación de los oligarcas y vendepatrias,
o sea, de los apátridas. El pacto concertado por Menem
-continuado por todos los gobiernos que lo sucedieron, incluido el actual- con
los grandes grupos económicos mayoritariamente multinacionales, dentro de un
esquema preparado por los países centrales y los organismos internacionales,
nos sigue mostrando a los apátridas en situación privilegiada y consolidada, en
su carácter de socios locales y minoritarios de ese conjunto de empresas e
instituciones que llamamos el establishment. Es
imposible el mantenimiento del sistema dependiente sin la presencia de los
apátridas.
En esta última etapa, estos personajes perversos, 'encantados' por el 'cuento'
universal de la globalización, fueron los ejecutores de la creación e
implantación de un modelo socioeconómico de dependencia, cuyo ejercicio del
poder se vale de un Estado pobre e impotente, pero al que no vacilaron en
utilizar en su camino hacia la obtención del lucro exponencial, sin respetar
barreras morales ni legales. Tampoco olvidemos que el único gesto de sentido
'solidario' que mostraron durante los momentos más álgidos de la crisis que
vivimos, actuando en su rol de abrepuertas y voceros
de las multinacionales, consistió en el ofrecimiento de 'préstamos patrióticos'
a la tasa más alta del mundo. Los apátridas, especialmente los energéticos,
tienen una sensibilidad especial ante los padecimientos de la mayoría de sus
compatriotas.
Nuestra historia nos muestra que la política de los apátridas consistió siempre
en dirigir procesos destinados a comprarle al Estado, a precios de remate, sus
mejores activos y, posteriormente, ya descapitalizados, endeudados y ante la
ineludible obligación de invertir, volver a vendérselos a precios fabulosos.
Asimismo ante la reciente aparición de grupos supuestamente integrados por
capitales argentinos de origen desconocido e inexplicable, cabe preguntarnos si
no estaremos ante la aparición de una nueva especie de apátridas, cuyo pasado
reciente los mostró al servicio de las beneficiarias del corrupto proceso
privatista y desregulador.
Terminando con Martí, puedo afirmar que ningún apátrida será enterrado de cara
al sol. Decía el poeta en sus Versos Sencillos:
'Yo quiero
salir del mundo por la puerta natural
En un carro de hojas verdes ha morir me han de llevar
No me pongan al oscuro a morir como un traidor
Yo soy bueno y como bueno, moriré de cara al sol.
Los testigos argentinos
de las privatizadas en los juicios en el CIADI contra Argentina: Piel de Judas
Fernando Krakowiak
Suplemento cash, Pagina/12)
Fueron funcionarios públicos. Se desempeñaron como ministros, secretarios de
Estado, asesores e incluso como jueces. Ocuparon cargos claves durante las
privatizaciones. Han testimoniado a pedido de las privatizadas y otras
compañías extranjeras en el Ciadi, tribunal
dependiente del Banco Mundial. Esas demandas le pueden llegar a costar al país
cerca de 17 mil millones de dólares.
Fueron funcionarios públicos. Se desempeñaron como ministros, secretarios de
Estado, asesores e incluso como jueces. En la mayoría de los casos, ocuparon
cargos clave durante el proceso de privatización de las empresas de servicios
públicos. Elaboraron los pliegos de concesión, les pusieron precio a las
compañías estatales, concretaron las ventas, asesoraron en materia legal,
diseñaron los marcos regulatorios y tuvieron a su
cargo las modificaciones normativas que se introdujeron en los años
posteriores. Durante los noventa cumplieron esa tarea. Ahora se desempeñan en
el sector privado con ese mismo objetivo. O sea, trabajar para esas grandes
empresas. Esos 'patriotas', en los últimos meses, han testimoniado a pedido de
las privatizadas y otras compañías extranjeras en los juicios que se llevan
adelante contra Argentina en el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias
Relativas a Inversiones (Ciadi), un tribunal
dependiente del Banco Mundial que deberá decidir si corresponde indemnizar a
esas compañías por la pesificación y el congelamiento
de tarifas.
Cash revela a continuación los nombres de los 'expertos' argentinos que en esta
batalla judicial internacional juegan para el equipo rival, en una disputa que
le puede llegar a costar al país cerca de 17 mil millones de dólares.
Alberto Bianchi. La empresa Electricitè
de France lo citó como experto en el juicio contra
Argentina. Bianchi es un jurista de larga
trayectoria. En su currículum destaca haber sido asesor legal de la Comisión
Nacional de Comunicaciones (1997-1999), asesor en la privatización de Obras
Sanitarias de la Nación para la elaboración del marco regulatorio
y documentación contractual para la concesión (1992-1993) y asesor en la
privatización de la Dirección Provincial de Obras Sanitarias de Santa Fe
(1995). También elaboró con Rodolfo Barra uno de los recursos presentados para
posibilitar la re-reelección frustrada de Carlos Menem.
Carlos Manuel Bastos. Se presentó como testigo en las demandas iniciadas contra
la Argentina por las norteamericanas AES International
(empresa a cargo de tres distribuidoras y ocho generadoras eléctricas) y El
Paso Energy (controlante de
la generadora Capex). Su tarea fue detallar qué
garantías tenían esas empresas y cómo éstas fueron vulneradas por el Estado.
Bastos no es un testigo cualquiera. Asumió como secretario de Energía en abril
de 1991 de la mano del entonces ministro de Economía Domingo Cavallo. Fue responsable del planeamiento, definición y
ejecución de las políticas públicas dentro del sector. Tuvo un papel
protagónico en la privatización de YPF, Segba y Gas
del Estado. En octubre de 1996 renunció a su cargo y se refugió en su
consultora privada hasta que en marzo de 2001 volvió a la función pública con
Fernando de la Rúa. En esa segunda oportunidad, fue ministro de Infraestructura
y Vivienda hasta que el estallido de diciembre de 2001 terminó con el gobierno
de la Alianza. Desde entonces, la experiencia y los conocimientos acumulados en
la gestión pública están al servicio de empresas privadas que demandan por
sumas millonarias a la Argentina.
Manuel Abdala. Entre abril de 2002 y febrero de 2005
testimonió 14 veces en el Ciadi como testigo experto
convocado por empresas extranjeras que le reclaman al Estado una indemnización
por 'trato injusto' y 'expropiación' de sus inversiones. En la mayoría de los
casos, su tarea consistió en valuar las 'pérdidas' de las compañías a raíz de
la pesificación y congelamiento de tarifas. Sus
servicios fueron prestados a las francesas Suez (Aguas Argentinas, Aguas de
Córdoba y Aguas Cordobesas) y Electricitè (Edenor), las españolas Telefónica y Gas Natural Ban y las norteamericanas AES, Enron
(TGS), Pan American Energy
y El Paso, entre otras. Del otro lado del mostrador, Abdala
tuvo un papel central como consultor del gobierno argentino durante la década
del '90. Asesoró a la Secretaría de Energía en el armado del Ente Nacional
Regulador de la Electricidad (ENRE), trabajó como consejero económico de la
Comisión Nacional de Telecomunicaciones y del Enargas,
le puso precio a la compañía telefónica de Entre Ríos para ser privatizada, participó
en la reestructuración de la Comisión Nacional de Energía Atómica e intervino
como consejero económico en la estrategia de privatización de Yacyretá.
Patricio Perkins. Su testimonio fue solicitado por
las empresas estadounidenses CMS (accionista de Transportadora Gas del Norte) y
LG&E (accionista minoritaria de Gas Natural),
para expresar su opinión sobre 'ciertas declaraciones realizadas por la
República Argentina en relación con la privatización de Gas del Estado y el
marco regulatorio sancionado'. Perkins
conoce sobre el tema porque en 1991 el Comité de Privatización lo designó
director ejecutivo del Proyecto de Privatización de Gas del Estado. En ese
carácter, lideró el proceso a través del cual el monopolio estatal fue dividido
en diez compañías privadas (ocho distribuidoras y dos transportistas). Entre
1995 y 1999, se desempeñó como presidente del directorio de Aguas Argentinas.
También fue miembro del directorio de YPF (1995-2001) y presidente de la
Asociación de Empresas de Servicios Públicos (1997-1999), entidad integrada por
compañías de teléfono, agua, electricidad y gas natural. En uno de los escritos
presentados ante el Ciadi, define su opinión como
'independiente e imparcial' y agrega que 'desearía recalcar el hecho de que no
tengo ninguna afiliación política y que las opiniones vertidas en este
testimonio son exclusivamente profesionales'.
Amalia Martínez Christensen. Declara como testigo
experta a pedido de la empresa chilena Enersis en el juicio contra Argentina.
Entre sus antecedentes se destaca su paso por el Ministerio de Economía como
asesora de Domingo Cavallo durante la renegociación
de la deuda que culminó con la firma del Plan Brady
en 1992. También fue asesora del directorio del Banco de la Provincia de Buenos
Aires y directora del Banco Central, designada por el ex presidente Fernando de
la Rúa, entre 2001 y 2002.
Daniel Montamat. La empresa norteamericana de energía
El Paso Energy (Capex) lo
presentó como testigo experto ante el Ciadi en la
disputa que mantiene con Argentina. Montamat fue
director de Gas del Estado entre 1985 y 1987, director y presidente de YPF
entre 1987 y 1989. Luego se dedicó a asesorar empresas energéticas, hasta que
en 1999 fue convocado por el presidente Fernando de la Rúa para hacerse cargo
de la Secretaría de Energía, donde se desempeñó hasta el año 2000.
Alfredo Mac Laughlin. La
empresa norteamericana LG&E lo presentó como
testigo experto en la demanda formulada contra el Estado por 268 millones de
dólares. Mac Laughlin fue
asesor del ex ministro de Economía Domingo Cavallo,
desde marzo de 1991. En ese carácter tuvo intervención directa en la
formulación de los programas de privatización, incluyendo los de las empresas
estatales de electricidad, con participación especial en la privatización de
Gas del Estado. En su testimonio afirma que 'LG&E
me ha pedido que atestigüe sobre la estructura de dichas privatizaciones y los
fines perseguidos por el Gobierno en las mismas'. También se desempeñó como
consultor de la Secretaría de Finanzas, fue miembro del directorio del Banco
Hipotecario, secretario de Economía de la municipalidad de la ciudad de Buenos
Aires y asesor del gobierno de la provincia de Buenos Aires. En la actualidad
es miembro del directorio de la Bolsa de Comercio y de varias empresas privadas.
Pedro Alfredo Miguens. Fue citado por la empresa
Telefónica para testimoniar como experto. Sus antecedentes en el Estado
incluyen su desempeño como secretario letrado de la Corte Suprema de la Nación
en 1976 y su cargo de juez de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo
Contencioso Administrativo Federal de la Capital Federal desde 1980 hasta 1994.
Gustavo Bossert. La empresa alemana Siemens, quien
demandó al Estado por la ruptura de un contrato para la confección de los DNI,
lo citó como experto jurista en la etapa de jurisdicción para que testimoniara
si la compañía había hecho lo correcto al presentar la demanda en el Ciadi, pues el tratado bilateral de inversiones firmado con
Alemania estipula un plazo mínimo de 18 meses antes de recurrir a la Justicia
internacional. Bossert avaló la decisión de la
compañía al afirmar que en esos 18 meses Siemens no hubiera podido resolver la
cuestión en los tribunales locales. Entre los antecedentes de Bossert se destaca de manera excluyente haber sido miembro
de la Corte Suprema de Justicia de la Nación entre 1994 y 2002.
Héctor Mairal. Fue citado como experto en la demanda
iniciada por las empresas Sempra y Camuzzi. En la actualidad es profesor titular de la cátedra
de Derecho Administrativo en la Universidad de Buenos Aires. Fue director
nacional de Comercio Exterior (1961-1962) y asesor legal del Ministerio de
Economía en el Servicio de Promoción de Inversiones Extranjeras (1968-1969).
Además, asesoró al Estado en la venta de YPF y en las concesiones de gas del Estado
y Entel.
Pablo Spiller. Testimonió a pedido de las mismas
multinacionales que Manuel Abdala, pues es su socio
en la consultora LECG. Es uruguayo, pero también trabajó como consultor del
Estado argentino. En 1998 fue asesor del Etoss en la
renegociación del contrato de concesión de Aguas Argentinas y miembro del
Comité de selección del presidente del Enargas. En
1997 asesoró al Ministerio de Economía en la privatización del Correo y en 2000
fue consultor de la Secretaría de Energía.
Ricardo Arriazu. Declara como testigo experto a
pedido de la empresa Electricitè de France (controlante de Edenor) en la causa que esa multinacional le inició al
Estado. Arriazu es consultor económico y financiero
de reconocidas empresas. Entre sus antecedentes se destaca haber sido asesor
del Banco Central durante la última dictadura militar, cuando la presidencia
del organismo estuvo a cargo de Adolfo Diz. También
fue asesor del Ministerio de Economía y director ejecutivo alterno del FMI
representando a Argentina y a otros países del Cono Sur.
Los ex funcionarios públicos que integran este listado argumentan que
testimoniaron a pedido de las empresas en su rol de profesionales
'independientes' sin violar disposiciones legales. Pero ninguno de los
poderosos estudios de abogados que patrocinan las causas contra Argentina los
hubiera invitado a declarar sin antes asegurarse de que su opinión sea
funcional a los intereses de las compañías, puesto que en varios casos trabajan
para las privatizadas.
Datos del autor: Gustavo Calleja
es vicepresidente del MORENO y director del Instituto de Energía e
Infraestructura de la Fundación Illia.